En España, la esperanza de vida actual se sitúa en torno a los 83 años. En concreto, es de 81,8 años para los hombres, y 87 años en el caso de las mujeres. Por tanto, sobrepasar las 80 primaveras ya podría considerarse una vida larga. Algo que, junto a una vida feliz sería el deseo de cualquier persona. La cuestión es si esa anhelada longevidad está al alcance de cualquiera. Y si es así, ¿dónde estaría el secreto de cumplir años sin perder (demasiada) calidad de vida?

Además de las pautas alimentarias y de los hábitos de vida de los habitantes de las zonas azules del planeta (lugares donde se concentra el mayor número de centenarios) y que sirven de modelo para los expertos en la materia, también contamos con investigadores que aportan su experiencia y conocimientos arrojando más luz sobre el asunto de la longevidad. 

Es el caso de Neil Paulvin, un prestigioso médico especializado en longevidad y medicina regenerativa y presentador del podcast Life Optimized. El experto publicó en el portal americano CNBC lo que toma todos los días para retrasar el envejecimiento.

Por propia experiencia 

El doctor explicaba en primera persona cómo el consumo de un suplemento había sido el desencadenante de un aluvión de efectos beneficiosos para su organismo. Con estas palabras lo relataba: "Después de 20 años investigando acerca de la longevidad y trabajando como médico de medicina regenerativa, una de las preguntas más habituales que me hacen es qué tipo de suplementos tomo para ralentizar el proceso de envejecimiento. El suplemento que he estado tomando todos los días durante los últimos años es la taurina, un aminoácido esencial que desempeña un papel vital en los sistemas digestivo, cardiovascular, esquelético, muscular y nervioso del cuerpo. Desde entonces, he notado una mejora en mi nivel general de energía, rendimiento en el ejercicio y tiempo de recuperación".

Los mejores suplementos de Taurina

El doctor Neil Paulvin tomaba suplementos de taurina a diario y durante varios años. Él aseguraba que la Taurina mejoraba su nivel energético, además se encontraba más vital y una salud reforzada.

Si queréis empezar a tomar suplementos de Taurina os proponemos estos porque son los de mayor calidad y mejor valorados. Sin embargo, antes de empezar a tomarlos, os recomendamos que consultéis a vuestro médico de confianza.

Alimentos ricos en taurina

Aunque Pauvil tomaba suplementos de taurina, lo cierto es que existen numerosos alimentos que son fuente de este aminoácido. De modo que podemos incluirlos en cualquier dieta completa y equilibrada.

Por otro lado, merece la pena recordar que tomar suplementos no es algo de deba tomarse a la ligera. De hecho, la decisión de iniciar su consumo regular debería ir siempre precedido de la visita al especialista. Solo él está capacitado para valorar la necesidad de tomarlos y determinar su frecuencia y dosis.

En cualquier caso, y volviendo a los alimentos que contienen taurina, ahí va una lista con algunos de los más destacables:

• Leche materna. Es el alimento más rico en taurina. La leche de vaca y derivados lácteos también lo contienen.

• Carne de ternera. 100 gramos de ternera contienen unos 40 miligramos de taurina. Teniendo en cuenta que la carne roja también tiene un aporte alto de grasas saturadas, sería conveniente que elijas los cortes magros ya que aportan menos.
• Pollo. Cada 100 gramos de carne de la zona del muslo, se obtienen 20 mg de taurina. La pechuga lleva menos taurina pero también contiene menos grasa.
• Marisco. Almejas, vieiras y camarones son mariscos ricos en taurina.
• Pescado azul. Atún, sardinas y salmón contienen este aminoácido en cantidades importantes, en especial el atún rojo aunque no hay que abusar por su contenido en mercurio. Además, gracias a su alto contenido en ácidos grasos omega es un potente antioxidante y antiinflamatorio.
• Vísceras como el hígado, los riñones y el cerebro.
• Huevo.

 

Fortalece, revitaliza y estimula

Cada vez son más los estudios que revelan que unos niveles bajos de taurina aceleran el envejecimiento, por lo que se considera una especie de elixir de juventud. En concreto, el experto atribuye los siguientes beneficios para la salud de la taurina:

• Fortalece el corazón. "La taurina tiene cualidades antioxidantes y antiinflamatorias y permite al cuerpo equilibrar los electrolitos y mejorar los lípidos", apunta Paulvin. Además, numerosos estudios confirman que ayuda a regular la presión arterial, algo especialmente importante a medida que nos hacemos mayores. 
• Proporciona energía y vitalidad.  A medida que envejecemos, el deterioro de las células aumenta la fatiga y otras enfermedades relacionadas con la edad. La buena noticia es que se han publicado investigaciones que demuestran que los suplementos de taurina protegen de este daño oxidativo.

 

• Estimula el cerebro. A medida que envejecemos somos testigos de cómo perdemos agilidad mental, nuestra capacidad de aprendizaje mengua y la memoria empieza a fallar. Los estudios han demostrado que la taurina puede ayudar a activar la producción de células madre, particularmente células madre neurales, que pueden estimular la función cerebral, además de regenerar diversos tejidos en todo el cuerpo.
• Aumenta el músculo. Este efecto es importante a cualquier edad. Pero todavía lo es más a medida que envejecemos, porque a partir de los 40 comenzamos a perder masa muscular, acelerándose el proceso a medida que cumplimos años. "La taurina funciona como un voluminizador celular, atrayendo agua hacia las células musculares y creando un ambiente más favorable para el crecimiento muscular", explica el especialista.

• Elimina los radicales libres. O dicho de otro modo, es un potente antioxidante. Esto significa que protege de un amplio abanico de enfermedades y de muchos de los signos relacionados con el envejecimiento, como por ejemplo el deterioro de la piel.
• Reduce la presión arterial. Se ha demostrado que la taurina disminuye la presión arterial, una propiedad muy valiosa para ayudar a frenar la aparición de problemas relacionados con el corazón. Además, parece ser que frena la producción de la hormona del estrés (cortisol), que es una de las causas de la presión arterial alta.