Los mejores probióticos para prevenir la diarrea del viajero

Aunque no es un motivo de preocupación para la salud, lo cierto es que a nadie le gusta que las esperadas vacaciones se conviertan en un auténtico tormento por culpa de un trastorno digestivo. Así puedes evitarlo.

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Eva Carnero

Periodista especializada en bienestar y nutrición

Actualizado a

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Se estima que la diarrea del viajero afecta al 40% de las personas que emprenden un viaje.

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Con un nombre tan descriptivo, la diarrea del viajero, deja bastante claro en qué consiste, quiénes la sufren y cuáles son las circunstancias que desencadenan este trastorno digestivo. Ahora bien, más allá de lo que dice la intuición, veamos cómo lo definen los expertos.

Según la Fundación Española del Aparato Digestivo (FEAD) la diarrea del viajero, también llamada diarrea del turista o gripe intestinal es el problema de salud más frecuente cuando se viaja a países con menores condiciones higiénico-sanitarias.

Alrededor del 40% de los viajeros experimentan diarrea durante o poco después de su viaje al trópico. La mayoría de las veces la diarrea no es un problema grave porque el cuerpo acaba acostumbrándose a los cambios de microorganismos y de medio ambiente. Sin embargo, es habitual que esta dolencia obligue a provocar cambios en el plan de viaje, e incluso, que el que la sufre deba quedarse en la cama entre 2 y 3 días. 

Prepararse con antelación

Dolor abdominal continuo o punzante, sensación de cansancio, náuseas y la necesidad de ir al baño a evacuar de una forma urgente. Estos son los principales síntomas relacionados con la diarrea del viajero. Una dolencia que, aunque no es grave, sí puede fastidiarte tus anheladas vacaciones. De modo que, si quieres asegurarte en la medida de lo posible unos días de descanso sin contratiempos "estomacales", sería buena idea tomar nota de estos consejos ofrecidos por la FEAD:

  1. Evitar comer o beber productos que se vendan por la calle, ya que no sabemos cómo han sido preparadas ni cómo han sido conservadas.
  2. Tomar siembre bebidas embotelladas. Ya sea agua, o cualquier otro líquido.  
  3. Cuidado con el hielo, porque en ocasiones puede tener agua contaminada o que no esté correctamente tratados.
  4. Alimentos que requieran lavarse o enjuagarse como la frutas y las verduras sería importante no tomarlas sin haberlas lavado antes nosotros mismos con agua mineralizada. O no tomarlas directamente de puestos de la calle que no tengan una medida de higiene que podamos contrastar.
  5. Evitar las ensaladas y los vegetales crudos.
  6. Mejor comprar alimentos y bebidas en el supermercado que en puestos ambulantes de comida.
  7. Lavarse las manos con frecuencia usando agua y jabón.
  8. Evitar helados, natillas, flanes, cremas y derivados lácteos no pasteurizados.
  9. La esterilización es el medio más seguro de obtener agua potable. Según aconseja la FEAD, serie una buena opción llevar equipos portátiles que tienen filtro y desinfectante.

Probióticos, unos mejor que otros

A las recomendaciones de la FEAD sumamos los consejos de la nutricionista y divulgadora, Boticaria García. La experta recomienda tomar probióticos para evitar la diarrea del viajero. Ahora bien, lo más interesante de su publicación en su perfil de Instagram es que advierte de la importancia que tiene elegir unos probióticos específicos y no otros.

Así, tal y como explica en redes: "Si este verano buscas un probiótico para que te eche una mano con las imprevisibles diarreas del viajero, recuerda: ¡no todos los probióticos son iguales!". Según la Boticaria, "las cepas probióticas con mayor evidencia científica son Saccharomyces boulardii y Lactobacillus rhamnoss GG. Son las más recomendadas en las guías nutricionales para prevenir la diarrea y restaurar la microbiota".

Y continúa: "Además, para que la fórmula sea más completa, también es aconsejable que estas dos cepas vayan acompañadas de prebióticos (el alpiste de los probióticos), de vitamina D e incluso de alguna otra cepa probiótica".

Por último, recuerda a sus seguidores que para prevenir la diarrea del viajero se recomienda tomar probióticos una vez al día antes de llegar a destino y durante nuestra estancia en él.

¿Y si ya ha comenzado?

A pesar de las medidas preventivas que podemos aplicar, es posible que no consigamos librarnos de sus síntomas. De modo que, aunque ya hemos comentado que no se trata de un problema de salud grave, un tratamiento adecuado puede ayudar a aliviar los síntomas, e incluso a acortar su evolución, la cual, dicho sea de paso, no es muy larga, unos cuatro o cinco días. 

La Fundación Española del Aparato digestivo recoge las principales líneas de actuación frente a la diarrea del viajero: 

1. Rehidratación y dieta. Lo importante es no deshidratarse. En cuanto la diarrea comienza, se debe aumentar la toma de líquidos. Si la diarrea continúa más allá de 24 horas, bebe sobres de rehidratación oral (1 sobre en 1 litro de agua) y come normalmente, evitando inicialmente lácteos y prefiriendo alimentos como arroz cocido, fruta pelada, tostadas de pan, sopas y galletas saladas.

Si no dispones de sobres de rehidratación oral, puedes rehidratarte con una preparación casera hecha con 1 litro de agua y añadir 6 cucharaditas rasas de azúcar y 1 cucharadita rasa de sal.

La cantidad de líquidos recomendada es: en niños menores de 2 años 1/4-1/2 vaso (50-100 ml) después de cada deposición; entre 2 y 10 años, 1/2-1 vaso (100-200 ml) después de cada deposición; y en el caso de los adolescentes y adultos, sin límite.

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2. Antidiarreicos. Además de la rehidratación, para mejorar los síntomas se puede tomar loperamida, ya que disminuye la motilidad. Ahora bien, es importante tomar nota de los consejos de la FEAD de no administrarse a los niños menores de 2 años, y en ningún caso cuando se trata de diarrea con sangre o si se acompaña de fiebre alta. La dosis es de 2 comprimidos (4 mg), seguidos de 1 comprimido (2 mg) después de cada deposición diarreica sin pasar de 8 comprimidos al día.

3. Antibióticos. El uso de antibióticos, como el de cualquier otro medicamento, está supeditado a la prescripción de un médico. Ahora bien, la FEAD aconseja llevar en el botiquín los medicamentos que recomiende el facultativo. Además, desde la Fundación señalan que las diarreas leves se tratan solo con antidiarreicos, y las moderadas con una dosis de antibióticos que se puede repetir a las 12 h (junto con antidiarreicos). Y si a las 24 h persiste se continuará durante 3 días. Por último, las más graves se tratan durante cinco días.