¿Picaduras en la playa? Así debes actuar

El 75 % de las atenciones médicas en los puestos de socorro son por picaduras de animales acuáticos. Es importante saber cómo actuar mientras pueden atenderte.

doctora blanca rodriguez ayala
Dra. Blanca Rodríguez Ayala

Medicina general

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niños bañandose playa
ISTOCK

Son muchos animales los que nos pueden picar, pero los más habituales son la medusa, el erizo de mar y el pez araña. La mayoría de las veces no requieren de atención médica urgente, pero hay que saber qué hacer, sobre todo teniendo en cuenta que la sensibilidad se incrementa con el número de picaduras: si te ocurre más de una vez, la reacción siguiente puede ser más severa.

Si te pica una medusa 

Más de la mitad de las picaduras se deben a las medusas, y cada vez son más frecuentes en las playas, probablemente a causa del cambio climático y de las altas temperaturas. Una forma de protegerte de ellas es aplicar correctamente el protector solar, ya que diversos estudios han llegado a la conclusión de que la crema forma una película entre el tejido del animal y nuestra piel que dificulta la penetración del veneno en caso de contacto. En los tentáculos es donde acumulan su toxina por lo que, si tienes que manipularla, cógela por el cuerpo, y recuerda que, incluso una vez muertas, pueden seguir siendo peligrosas si las tocas. 

Notarás un dolor muy intenso, hay quien lo describe como un fuerte latigazo, que puede durar hasta 2 semanas, y que habitualmente va acompañado de picor. Lo normal es que en las horas siguientes aparezca una erupción, con una marca de color púrpura similar a un tatuaje de henna, alguna ampolla (sobre todo en niños), e inflamación.  

Si te ocurre:

  • Lava la zona con agua salada o con suero salino. Si la zona irritada está cerca de los ojos, utiliza el suero (el agua de mar los irritaría en exceso). 

  • No intentes retirar los tentáculos con las manos, ayúdate de unas pinzas, de guantes o de algún material que evite el contacto directo.  

  • Aplica hielo durante 5-10 minutos, siempre utilizando un paño o una bolsa que proteja del contacto con la pie. Esto ayudará a calmar el dolor, a degradar el veneno y a disminuir la inflamación. 

  • En casa, para evitar que la herida se infecte, mantenla limpia y seca. Aplica algún antiséptico, como la povidona yodada, un par de veces al día, hasta que cicatrice. 

Si se trata de un erizo de mar 

Ten cuidado si te mueves por las rocas. Los erizos de mar suelen estar adheridos a ellas y en los fondos marinos, por lo que podrías pisarlos y clavarte sus gruesas púas.

Si te sucede:

  • Ayúdate de unas pinzas para su extracción. Luego empapa unas compresas en vinagre y aplícalas sobre la zona, esto ayudará a disolver las espinas más superficiales que puedan haber quedado.
  • Si piensas que no has podido extraerlas todas, no intentes “hurgar”, ya que podrías empeorar la herida; mejor acude a un centro sanitario para que te las quiten.
  • Ten en cuenta que estas espinas son muy frágiles y podrían romperse con la manipulación, por lo que no es raro que quede algún trozo más profundo clavado.
  • Una vez están todas fuera, puedes notar una leve molestia durante los siguientes días, pero ya no un dolor intenso, ni tampoco sensación de pinchazo.
  • Es importante, para evitar infecciones, limpiar bien la zona con agua y jabón, y desinfectarla con algún antiséptico. Los baños de agua caliente te ayudarán a mejorar los síntomas. No te rasques.  

¿Y si es un pez araña? 

La arena mojada puede esconder estos peces (ocultos para cazar) que, si los molestas o los pisas, atacan inoculando su veneno a través de puntiagudas espinas. La mejor forma de prevenirlas es utilizar un calzado acuático apropiado para caminar por la orilla.  

Si te pican en brazos y piernas suele ser menos peligroso, pero si lo hacen en el cuello o en el tronco, es más fácil que la sustancia tóxica llegue a la sangre a través de los vasos sanguíneos y la cosa se complique. Puedes sospechar que este pez es el causante de tu picadura, ya que tras el contacto aparece un dolor muy intenso, punzante, que cada vez va a más, para finalmente irradiar a toda la extremidad. En ocasiones se acompaña de fiebre, vómitos, dificultad para respirar y, en los casos más graves, pueden aparecer convulsiones.  

Si te ocurre:

  • Lo primero que debes hacer es inmovilizar el miembro afectado.
  • Luego sumérgelo en agua caliente, evitando quemarte, o bien aplica compresas calientes durante 30-60 minutos.
  • Las estructuras proteicas de su veneno se destruyen con el calor, por lo que debes aplicar la máxima temperatura que aguantes, unos 45º. 
  • Al tratarse de una situación más complicada, la consulta médica es obligatoria, y los cuidados hasta recibir asistencia distan mucho de los de las especies anteriores. Por ejemplo, en este caso, no debes aplicar nunca frío, pues favorecerías la propagación del veneno a otras localizaciones.  
  • Si la espina clavada es visible y accesible, retírala con una pinza, pero nunca directamente con los dedos.  

Si no tienes la vacunación contra el tétanos al día, házselo saber a tu médico ya que la toxina tiene un efecto potencialmente tetanígeno que afecta al sistema nervioso central, provocando espasmos musculares que pueden poner en riesgo nuestra vida.

Independientemente de cuál sea el animal que te haya picado, si aparecen complicaciones hay que acudir de inmediato a urgencias o llamar al 112, sobre todo si sufres palpitaciones, convulsiones, temblores, dificultad para respirar, fiebre elevada, dolor insoportable, o pérdida de conocimiento. 

Ten en cuenta que la sensibilidad aumenta con el número de picaduras, lo que significa que, si te ocurre más de una vez, la reacción puede ser más severa. 

Desterrando mitos 

  • Aplicar orina sobre la picadura no se contempla como opción, incluso podría resultar contraproducente agravando las lesiones de la piel y extendiendo el veneno. 
  • No utilices el barro ni la arena como ungüento, favorecerás que la picadura se infecte.  
  • Lavarte con agua dulce si te pica una medusa es un error. Al tratarse de una solución hipotónica, actúa reactivando los cnidocitos (células causantes del picor), lo que ayuda a descargar el veneno extendiéndolo, y empeorando los síntomas. 
  • Exponerse al sol tampoco es buena idea ya que la radiación genera más daño, al estar la piel más sensible.  
  • Frotar y rascar con las manos o con una toalla, aunque son actos impulsivos, debes evitarlos para no empeorar el cuadro, ya que se propagaría el veneno y aumentarían los síntomas. 
  • Los antihistamínicos tópicos, como geles y cremas, no son efectivos. Si es necesario, siempre tómalos vía oral y bajo prescripción médica.  
  • Los torniquetes y cortes alrededor de las heridas para extraer posibles “pinchos” solo debe realizarlos personal cualificado, de lo contrario podrías empeorar la situación.