No es nuevo que personajes famosos y no tan famosos aseguren tener una edad más joven de la que pone en su partida de nacimiento para intentar engañar sobre el inexorable paso del tiempo al resto de la sociedad. Esos años que cumplen y no quieren cumplir es lo que se considera la edad cronológica, los años que hace que vivimos.
Esa edad no tendría que preocuparnos en exceso. A fin de cuentas, son años de experiencia y siempre es mejor cumplirlos que dejarlos de cumplir. A quien no podemos engañar por mucho que repitamos que tenemos menos años es a nuestro cuerpo. Nuestros órganos, nuestras células, tienen su propio reloj.
Ese reloj sí tendría que preocuparnos mucho más que el otro. Es el que marca la edad biológica. Una edad que no coincide exactamente con la cronológica. Por eso vemos gente que aparenta menos años de los que tiene y otros que aparentan más. La buena noticia es que ese reloj puede retrasarse si nos lo proponemos. ¿Cómo? La ciencia ha descubierto cuatro estrategias que nos devuelven al menos seis años.
Estrategia 1: hazte rico o come mejor
Un estudio que llevó a cabo el University College de Londres reveló que las personas con más poder económico tenían de media una edad biológica más joven que las personas de su misma edad con sueldos más modestos.
Decir a estas alturas de la vida que una mejor educación, estatus social y sueldo ayudan a que vivamos más años y parezcamos más jóvenes sirve de bien poco, más allá de dar envidia. Sin embargo, el estudio reveló algo significativo. Las personas más empobrecidas tenían peor edad biológica porque tuvieron en la vida más riesgo de enfermedades como la obesidad, la diabetes tipo 2 o problemas cardiacos.
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Detrás de todas estas patologías había en la mayoría de casos una mala alimentación. Así pues, además de que los ricos tienen más acceso a pruebas diagnósticas, lo realmente importante es que mayoritariamente adoptaban una dieta más sana y equilibrada.
Otros estudios confirman que esa es la mejor estrategia posible. Si comes alimentos frescos das frescura a tus células. Si comes vitalidad, ganas vitalidad. Por el contrario, con los alimentos ultraprocesados y azucarados, te apagas: por cada gramo de azúcar extra, avanza tu edad biológica.
Estrategia 2: tómate la vida con más calma
Otro estudio de la Universidad de Columbia ha sido el que ha descubierto que las personas que se tomaban la vida con calma tenían una edad biológica seis años más joven que su edad cronológica.
No se trata de decir simplemente “no te pongas nervioso”. Los científicos de este estudio constataron que el secreto es cambiar tu manera de enfrentarte a la vida. Dar menos importancia a las cosas. Como se suele decir, para qué agobiarte si al final no vas a salir vivo.
No es una broma. Comprobaron que ir así por la vida supone reducir el estrés crónico, que es uno de los factores que más envejecen nuestras células. También reduces la presión sanguínea, otro factor de riesgo. Si comes con calma, también comes mejor y menos cantidad. Y duermes mejor, básico para mantenerte joven y activo.
Estrategia 3: toma omega 3 y vitamina D
Este consejo es especialmente útil para las personas de más edad, pues es en personas de más de 70 años que se ha podido comprobar científicamente sus beneficios.
Unos ensayos realizados en Suiza, en los que se dio a un grupo de voluntarios suplementos de omega 3 y vitamina D, vieron que sus células envejecían más lentas que otro grupo de control.
Tampoco hay que emocionarse en exceso. Ese retroceso en la edad biológica no llegó al medio año. Lo importante es que confirmó otros muchos estudios donde se destaca la importancia de los ácidos grasos omega 3 como protectores de nuestras células.
La recomendación es tomar al menos una vez por semana pescados grasos ricos en omega 3, como el salmón o el arenque, y ponernos de diez a veinte minutos al sol, para recibir la vitamina D. No más que los rayos envejecen nuestra piel.
Estrategia 4: no te quedes en casa
Esta es una recomendación con doble sentido y los dos muy útiles. El ejercicio físico regular, especialmente el entrenamiento de resistencia, es fundamental para mantener la masa muscular y la salud cardiovascular, factores clave para mantenernos jóvenes más tiempo.
Por otro lado, la vida social, las relaciones, son fundamentales en nuestra salud mental y nuestro bienestar. Eso es algo que no podemos olvidar, porque influyen mucho también en la edad biológica.
Si has conocido a una persona con problemas psicológicos, solitaria, que acostumbra a estar de mal humor o irascible, suelen aparentar más edad. Las personas felices se ven más radiantes.