La 5 reglas para calzarte a partir de los 60 según los podólogos

A partir de cierta edad, la elección del calzado puede marcar la diferencia. Saber elegir los zapatos adecuados es clave para la salud podológica, y por eso los expertos tienen claro cuáles son los puntos imprescindibles a tener en cuenta.

Celia Perez León
Celia Pérez León

Redactora especializada en salud y nutrición

Actualizado a

calzarse

A partir de los 60, elegir el calzado adecuado puede marcar la diferencia no solo en la comodidad, sino también en la salud y la seguridad. 

iStock

Son muchos los aspectos que se deben tener en cuenta a la hora de elegir calzado a partir de los 60. A esta edad pueden aparecer deformaciones en los pies, puntos de dolor molestos, inestabilidad a la hora de caminar y hasta una disminución en la capacidad a la hora de calzarnos de manera independiente.

Todos estos aspectos, junto a otros tantos, son los que los expertos recomiendan tener en cuenta a la hora de elegir calzado. Porque adquirir un zapato adecuado a partir de los 60 puede marcar la diferencia no solo en términos de comodidad, sino también de seguridad.

¿Qué hay que tener en cuenta para elegir calzado a partir de los 60?

Con el paso de los años, los pies y las piernas pueden sufrir modificaciones y deformaciones a causa de la edad. Otros problemas asociados a la edad, como la artritis o dolores puntuales pueden ser también puntos clave a tener en cuenta a la hora de elegir el calzado adecuado para un adulto mayor.

En particular, la comunidad científica coincide en estas cinco reglas que debería cumplir cualquier zapato que pueda considerarse adecuado para una persona a partir de los 60 años.

El ajuste adecuado

A lo largo de la vida adulta, los pies pueden cambiar de tamaño y de forma. Por eso es importante medir los pies regularmente, pudiendo así elegir un calzado que no sea demasiado ajustado ni demasiado suelto.

Un estudio realizado por la Universidad de Newcastle (Australia) demostraba que el uso de calzado inadecuado (demasiado grande o pequeño) en adultos mayores estaba directamente asociado a un mayor riesgo de dolor y lesiones en los pies.

Soporte y amortiguación

Además de considerar los cambios experimentados en el pie con el paso de los años, es importante a partir de determinadas edades elegir zapatos que proporcionen un buen soporte del arco y una suela amortiguada, que reduzca el impacto en las articulaciones.

La Asociación Americana de Podología Médica recomienda elegir zapatos con soporte estructural, que pueden contribuir a reducir la fatiga muscular y a prevenir el riesgo de caídas.

Calzado con suelas antideslizantes

A partir de los 60 años, los riesgos asociados a una caída incrementan considerablemente. Por eso, estudios como el realizado por la Universidad La Trobe (Australia) en 2006 apuntan que el uso de zapatos con suelas antideslizantes es crucial para prevenir las caídas en adultos mayores.

Este tipo de suelas se vuelven especialmente necesarias cuando se transita habitualmente por superficies húmedas o mojadas, como suele suceder en ciudades de costa o en partes del mundo especialmente lluviosas.

Evitar zapatos estrechos y tacones

Aunque el uso de este tipo de calzado depende mucho del estado de salud de la persona en cuestión, los expertos desaconsejan su uso a partir de los sesenta años. Como norma general, la doctora Jacqueline Sutera, experta en podología, aconseja evitar los tacones de 2,5 cm, como medida para minimizar el riesgo de caída y deformidades en los pies a lo largo de la adultez.

Este consejo se vuelve especialmente importante a partir de determinadas edades, en las que las caídas comienzan a representar un riesgo mayor para la salud.

Los zapatos estrechos, en general, pueden contribuir también a causar deformidades y dolor, por lo que tampoco son recomendables.

Materiales transpirables y flexibles

Para acabar, los expertos recomiendan utilizar siempre calzado fabricado con materiales transpirables, como el cuero o la malla, para evitar problemas de sudoración y hongos, algo que se vuelve especialmente importante durante la edad adulta.

Pautas a la hora de elegir calzado

La APMA (American Podiatric Medical Association) recomienda, además de tener en cuenta las reglas previamente mencionadas a la hora de escoger calzado, seguir estas pausas para escoger bien:

  • La prueba 1-2-3. Al probar calzado, se debe presionar en ambos lados del área del talón para asegurar que permanece rígido y no colapsa. La segunda prueba consiste en comprobar la flexibilidad de la puntera, doblando el zapato. Este no debe doblarse demasiado en la zona mencionada, pero tampoco debe ser demasiado rígido o inflexible. Para acabar, se debe intentar girar el zapato y este no debe torcerse en el centro.
  • Consulta con un profesional. Antes de cambiar de zapato, se recomienda acudir a un profesional que pueda medir el pie para tener en consideración los cambios que puedan haberse producido con la edad. Es recomendable comprar calzado de la medida del pie más grande.
  • Calcetines. Al comprar calzado, se debe utilizar los calcetines que se planean utilizar con los zapatos, para poder probarlo de forma adecuada antes de comprarlos.
  • Calidad. Antes de comprar calzado, es importante verificar la marca, para comprobar si tiene la aceptación de diferentes asociaciones de podología. En este sentido, invertir algo más de dinero a la hora de comprar zapatos puede ahorrarnos, a la larga, graves problemas de salud.