“Los ojos no pueden ver lo que la mente ignora”, dice el Dr. Mauricio Gonzáles, especialista en medicina interna, de urgencias y de obesidad en la ciudad de Nueva York. Y es cierto. Muchas veces tomamos suplementos o incluimos en nuestra rutina productos pensando que son saludables y buenos para la salud, ignorando posibles interacciones con otros medicamentos que tomamos de forma diaria.
Es el caso de los suplementos de cúrcuma, que, si bien se encuentra en la vanguardia por sus muchos efectos positivos sobre la salud, también suponen grandes riesgos para la salud si no se tiene en cuenta sus posibles interacciones negativas con otros medicamentos. Por suerte, el Dr. Mau ha despejado dudas aclarando cuáles son las precauciones que debemos tomar con este tipo de suplementos.
¿Para qué sirven los suplementos de cúrcuma?
Si nunca has tomado este tipo de suplementos, puede que te estés preguntando cuál es su utilidad real. Y es que, aunque cada vez son más populares, estos suplementos siguen siendo bastante desconocidos en muchos espacios alejados del mundo de la medicina. Por eso, antes de entrar en detalles, vamos a contarte cuáles son los beneficios de este tipo de suplementos que cada vez ganan mayor popularidad.
- Propiedades antinflamatorias. La cúrcuma tiene la capacidad de reducir la inflamación en el cuerpo gracias a la curcumina, su principal componente. Gracias a este efecto, puede usarse como suplemento paliativo en enfermedades degenerativas como la artritis, enfermedades cardiovasculares y determinadas condiciones metabólicas.
- Propiedades antioxidantes. La curcumina es un potente antioxidante que puede neutralizar los radicales libres en el cuerpo. De esa forma, puede reducir el daño oxidativo, ayudando a prevenir enfermedades crónicas y mejorando la salud en general.
- Mejora la salud digestiva. La cúrcuma se utiliza también para mejorar la salud digestiva en general, dado que puede estimular la producción de bilis (como veremos a continuación), facilitando así la digestión de las grasas y aliviando problemas como la indigestión o la hinchazón.
- Uso en osteoartritis. Como bien explica el Dr. Mau, una de las aplicaciones más respaldadas por la evidencia científica en el consumo de suplementos de cúrcuma es el control de la osteoartritis. Los estudios que cita el doctor demuestran que la curcumina puede ayudar a reducir el dolor y la necesidad de medicamentos antiinflamatorios no esteroides (AINES) en personas con este padecimiento
Posibles efectos adversos de los suplementos de cúrcuma
Pese a las muchas ventajas que puedan tener los suplementos de cúrcuma, hay algo que es indiscutible: si no tenemos precaución, pueden llegar a ser peligrosos a causa de sus posibles interacciones con otros medicamentos u productos.
Cabe destacar, como explica el Dr. Mau en su publicación, que estamos hablando siempre de cúrcuma en su forma purificada, y no de la especia culinaria. Además, casi todos los estudios se basan en suplementos de entre 1 y 4 g, por lo que es imposible hacer afirmaciones sobre la suplementación en otras dosis.
Lo que sí está claro es que debemos tener cuidado y que, como el propio especialista recomienda, consultes con tu médico siempre que vayas a empezar a tomar un suplemento como este.
Dicho esto, vamos a repasar esas tres grandes posibles interacciones de las que nos advierte en Dr. Mau en su vídeo para que puedas tomar las precauciones adecuadas.
Efectos anticoagulantes
La curcumina, que es el compuesto activo de la cúrcuma, ha demostrado tener propiedades anticoagulantes leves. Es decir, que puede reducir la capacidad de la sangre para formar coágulos. Esto puede ser beneficioso para la prevención de condiciones como la trombosis, en la que los coágulos sanguíneos pueden llegar a bloquear el flujo sanguíneo en las venas y arterias.
Pero cuando se usa en combinación con otros medicamentos que también tienen efectos anticoagulantes, esta propiedad puede potenciarse, aumentando el riesgo de sangrado excesivo.
Es por eso por lo que el Dr. Mau nos recomienda evitar combinar este tipo de suplementos con medicamentos como la aspirina, el clopidogrel, la Warfarina o los nuevos anticoagulantes orales, como el apixaban.
Efectos hipoglucemiantes
La curcumina, además de propiedades antiinflamatorias y antioxidantes, puede tener efectos hipoglucemiantes. Esto quiere decir que ayuda a que los niveles de glucosa en sangre se reduzcan. Es un efecto especialmente beneficioso para personas que buscan controlar sus niveles de glucemia.
Sin embargo, si te inyectas insulina para controlar tu diabetes o tomas medicamentos orales para esta condición, la curcumina puede alterar tus niveles de glucosa de forma excesiva, provocándote hipoglucemia, una condición peligrosa en la que los niveles de azúcar son anormalmente bajos.
Incremento de los ácidos estomacales
Por último, la curcumina puede influir en la producción de ácido gástrico, incrementando sus niveles en el estómago. Esto puede ser realmente problemático para personas que padecen afecciones relacionadas con excesos de ácido en el estómago, como la enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE) o úlceras pépticas.
Además, la curcumina puede interferir con la eficacia de ciertos medicamentos que están diseñados para reducir la producción de estos ácidos, complicando aún más la gestión de estas condiciones médicas.