Un estudio revela que la soledad no deseada multiplica el riesgo de ictus a partir de los 60 años

La relación entre la percepción que tenemos de la soledad y la salud cardiovascular parece que es más estrecha de lo que se pensaba. Una investigación reciente sugiere que este factor emocional podría dañar la salud física.

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Eva Carnero

Periodista especializada en bienestar y nutrición

Actualizado a

mujer sola

La soledad no deseada y prologada en el tiempo multiplica el riesgo de ictus.

A priori, parece que lo natural sería relacionar la soledad, entendida esta como sentimiento y no como una situación personal, con la salud mental. Sin embargo, cada vez son más los estudios que encuentran claras conexiones entre ese sentimiento y nuestro estado físico.

Así, uno de los más recientes, publicado en la revista eClinical Medicine (The Lancet), ha asociado la soledad no deseada mantenida en el tiempo con un riesgo un 56% mayor de sufrir un ictus en personas de más de 50 años (67,4 años de media). El estudio ha utilizado datos del periodo 2006-2018 del Estudio de Salud y Jubilación (HRS) de Estados Unidos. 

Los participantes que se identificaron como personas solitarias tenían un 25% más de probabilidades de sufrir un ictus que los que no lo hicieron. 

Por otro lado, en aquellos que manifestaron sentirse solos de forma constante, el riesgo de sufrir un ictus era un 56% mayor que los que no se sentían aislados de forma crónica.

Sus autores pudieron extraer dos conclusiones principales: por un lado, que cuando la soledad se experimenta de forma crónica, esta puede desempeñar un papel importante en la incidencia del ictus, que ya es una de las principales causas de discapacidad y mortalidad a largo plazo en todo el mundo; y por otro, que las personas que experimentan soledad temporal no muestran un riesgo tan elevado.

sentirse solo en españa

Partiendo de esta idea, lo interesante sería relacionar las conclusiones del estudio americano con los datos de la soledad en España. De esta manera, nos acercaríamos a un nuevo dato, aquel que aglutina el número de personas que debido a su soledad no deseada están dentro del porcentaje de candidatos a sufrir un evento cardiovascular, como por ejemplo, un ictus, pasados los 60 años.

Así, según datos del Barómetro de la soledad no deseada en España 2024, uno de cada cinco ciudadanos españoles sufre soledad no deseada en el presente y un 13,5% padece soledad crónica, es decir, que esa soledad se experimenta desde hace dos años o más.

soledad no deseada

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La prevalencia de esa soledad es mayor entre las mujeres (21,8%) que entre los hombres (18%); y aunque es más habitual en la primera juventud (34,6% de los jóvenes de entre 18 y 24 años confiesan sentirse solos), las cifras también son elevadas en las franjas de edad que van desde los 55 años a los 75 o más, donde la soledad afecta a entre el 15% y el 20% de este grupo poblacional.

Con estos datos sobre la mesa, se infiere que el 20% de la población española (ese porcentaje que se siente aquejado de soledad no deseada), cuenta en su haber con un factor de riesgo más de sufrir un ictus en torno a los 65 años.

La soledad no es buena para el corazón

Vaya por delante que la influencia de este factor emocional en la salud cardiovascular de las personas no es ni única ni determinante, sino que viene a sumarse a los factores más importantes, los cuales tienen que ver con la dieta, el ejercicio físico y los hábitos de vida. 

Ahora bien, también es cierto, que esta puntualización no le resta importancia a los resultados del estudio, el cual sin duda se muestra como un excelente punto de partida para seguir avanzando en esa línea de investigación. 

la contradicción sueca

Si atendemos a los conocidos rankings que posicionan los países en función de la felicidad de sus habitantes, comprobaremos que la mayoría de ellos sitúan a los suecos en los primeros puestos. Sin embargo, se estima que la mitad de la población sueca vive sola y que, según un estudio de la Cruz Roja sueca, el 40%, además afirma sentirse solo.

Aunque no es posible establecer vínculos claros entre la soledad y los diagnósticos específicos de salud mental, el número de adultos jóvenes que recibieron tratamiento por sufrir enfermedades psiquiátricas en Suecia aumentó casi un 70% en la última década, según las cifras publicadas por la Junta Nacional de Salud y Bienestar del país en 2018.

mujer mediana edad expresion felicidad

ISTOCK

Por último, conectamos la tercera variable, la salud física. Según OMS, Suecia se encuentra entre los primeros países con mayor esperanza de vida. En concreto, ocupa el cuatro puesto, detrás Japón, Suiza y San Marino, con una esperanza de vida promedio de 82 años. 

Por tanto, en los suecos tenemos una población que vive en soledad, que se siente sola y que, sin embargo, tiene una esperanza de vida por encima de la media. Además de ser, dicho sea de paso, una de sociedades más felices del planeta. 

En consecuencia, una de las conclusiones que podríamos sacar confirma que la soledad no deseada es un factor de riesgo más a tener en cuenta a la hora de prevenir y tratar ciertas enfermedades y trastornos cardiovasculares. Sin embargo, a la vista está que no es determinante.