Esto es lo que la lengua dice sobre tu estrés y cómo solucionarlo en unos minutos

¿Sabías que tu lengua puede estar revelando tu nivel de estrés? La pedagoga y experta en gestión del estrés Esperanza Sebastián nos explica cómo comprobarlo, qué indica y las técnicas para aliviar la tensión en pocos minutos.

Pablo Cubí
Pablo Cubí del Amo

Periodista

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chica saca la lengua

La manera de poner la lengua puede revelar el nivel de estrés que acumulamos.

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El estrés es una reacción de nuestro cerebro más primitivo que se activa para poner todo el cuerpo en alerta ante una situación de peligro. En nuestros antepasados fue vital para la supervivencia.

Las hormonas del estrés, el cortisol y la adrenalina, entre otras, ponían en marcha toda una serie de procesos para centrar todos los esfuerzos en escapar de los depredadores o enfrentarse a ellos.

Lo que pasa es que la sensación de estrés se activa en situaciones laborales o personales. El nivel de estrés no es tan elevado y sí mucho más seguido. A veces es estrés crónico. Puede ser tan habitual y sutil que incluso podemos no ser conscientes.

Lo explica la pedagoga Esperanza Sebastián, coach y experta en gestión positiva del estrés, que intenta concienciar sobre este estrés inadvertido y cómo descubrirlo. Nos ofrece una de sus posibles señales.

La lengua te avisa del estrés

Cuando estamos estresados se activa el sistema nervioso simpático. Es el que prepara el organismo para huir o hacer frente a la amenaza. “Este estado aumenta la tensión en músculos como los de la mandíbula y la lengua”, explica Sebastián. Esto lleva a movimientos involuntarios de apretar la mandíbula. O a presionar la lengua contra los dientes delanteros superiores (los incisivos).

Estas reacciones se conocen como bruxismo o tensión mandibular. Son formas inconscientes de liberar parte de esa tensión que se va acumulando. De natural, la lengua descansa en su base inferior.

“Reconocer estos signos físicos es clave para aprender a regular nuestras emociones de manera efectiva y evitar que el estrés impacte negativamente en nuestra salud”, dice la experta.

Cómo afecta la tensión a nuestra salud

La presión constante de la lengua y la tensión mandibular puede tener diversas consecuencias directas en la boca:

  • Desplazamiento leve de los dientes. Puede incluso acabar en una mala oclusión de la boca por este desplazamiento.
  • Dolor y tensión muscular en la zona. Acabar generando dolor en la articulación, que incluso se extiendan a dolor de cabeza.

El estrés también debilita los dientes y acelera la caries y enfermedades de las encías, porque la boca se seca más y sueles tomar más azúcar.

Mujer dolor mandíbula

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Además, el estrés crónico no se limita a un problema puntual de la boca. Hay numerosas investigaciones que han encontrado que la presencia constante de cortisol en el torrente sanguíneo aumenta el riesgo de:

  • Enfermedades cardiovasculares, alteraciones del sistema inmune, con una bajada significativa de las defensas, riesgo de trastornos mentales (ansiedad o depresión), problemas digestivos (puede también verse alterada la microbiota, las bacterias intestinales).
  • Puede suponer una peor calidad del sueño, que a su vez inicia una cadena de otros posibles problemas de salud, y acelera el envejecimiento prematuro de nuestras células.

La lista no acaba aquí ni mucho menos. Por todo ello, es importante ser conscientes de ese estrés crónico y ponerle remedio.

Qué hay detrás de la presión de la lengua

“El cuerpo utiliza su propio lenguaje para expresar lo que la mente no logra manifestar con palabras” dice Sebastián. La tensión muscular revela un trasfondo emocional. Comprender su origen ayuda a gestionar mejor el estrés y mejorar la salud emocional.

Detrás de la presión de la lengua puede haber tres motivos:

  • Contención emocional: la lengua se considera simbólicamente una de las herramientas de expresión. “Cuando se afrontan emociones que no se saben expresar adecuadamente, se puede somatizar apretando la lengua contra los dientes como si estuviera ‘reteniendo’ palabras o emociones”, explica.
  • Ansiedad reprimida: también es una forma de autorregulación no verbal, de liberar tensiones que el cuerpo utiliza ante situaciones de estrés o emociones intensas.
  • Inseguridad y autocontrol: en personas perfeccionistas o muy vigilantes, este hábito podría simbolizar un esfuerzo por mantener el control o "morderse la lengua" ante situaciones que perciben como amenazantes.

Ejercicios para aliviar la tensión

La coach Sebastián propone varias estrategias para aliviar la tensión física. “Son sencillas, efectivas y fáciles de llevar a cabo en nuestra rutina diaria”, apunta.

Para relajar la mandíbula:

  • Abre y cierra la boca lentamente, sin forzar el movimiento, permitiendo que los músculos se estiren de forma natural.
  • Desliza la mandíbula de un lado a otro.
  • Hacer pequeños círculos, primero en un sentido y luego en el otro, manteniendo la respiración fluida.

Para relajar la lengua:

  • Saca la lengua lentamente todo lo que se pueda sin forzar, mantenla unos segundos y vuelve a meterla suavemente.
  • Mueve la lengua de un lado a otro, manteniendo un ritmo lento y relajado.
  • Haz círculos con la punta de la lengua, primero en un sentido y luego en el otro.

Masaje facial en 3 pasos:

Usa los dedos índice y medio para hacer movimientos circulares pequeños en las articulaciones de la mandíbula, justo frente a las orejas.

Coloca los pulgares dentro de la boca y presionar suavemente hacia afuera, masajeando los músculos internos de las mejillas. Relajarás los carrillos.

Masajea las sienes con movimientos circulares, aplicando una presión moderada.