Hace cuatro años, el Gobierno español tenía un plan estratégico para eliminar el sarampión y la rubeola de cara a este 2025. Era factible. Ambas enfermedades se habían controlado gracias al plan de vacunación. La Organización Mundial de la Salud ya declaró que España está en situación de eliminación del sarampión desde 2016.
No había casos. Siete en 2023, todos extranjeros. El año pasado se volvieron a diagnosticar, en total 217 infectados. Era un aviso. En los dos primeros meses de este ya se superado con creces el centenar. Y siguen sumando. Hay ocho brotes localizados. El más importante está en el País Vasco, en Bizkaia, con más de 50 personas infectadas.
Hasta la década de 1980 la tradición era favorecer que los niños se contagiaran para inmunizarse de por vida. Era el mal menor, pues la gravedad y mortalidad de esta enfermedad es más alta en adultos. Luego la aparición de la vacunación, muy generalizada en España, solucionó el problema. Hasta ahora.
Qué ha provocado el rebrote de sarampión
Hay varios factores que ayudan a explicar el incremento de casos en estos brotes:
- La globalización ha favorecido la importación de casos sobre todo de Marruecos y Rumanía, países con pocas vacunaciones e importantes brotes en la actualidad. También en Estados Unidos tiene un brote muy serio en Texas. El brote de Bizkaia empezó con un turista.
- El retroceso en la vacunación. Los niveles de vacunación a nivel mundial han descendido. Esto ha ayudado a que reaparezca y aumente un 20% los casos a nivel global. En España la tasa de no vacunados no es preocupante. Menos del 3% de bebés no tienen la primera dosis.
- La falta de segunda dosis. El problema es que se necesita una segunda dosis de refuerzo. La OMS considera un país seguro cuando hay al menos un 95% de niños con segunda dosis y en 11 de las 19 comunidades autónomas no se llega a este porcentaje.
- Perdida de inmunidad. Algunas personas pueden haber perdido la inmunidad conseguida de manera natural al contagiarse de pequeños o con la vacunación. No suelen tener una afectación seria, aunque sí son capaces de volver a contagiar.
- Una franja desprotegida. “En España, los adultos nacidos entre 1970 y 1980 ni pasaron la enfermedad ni están vacunados. En España se inició en 1981 la triple vírica”, ha explicado el doctor Vicente Baos. También puede haber adultos que creen recordar haberla pasado sin que fuera sarampión.
¿Debemos preocuparnos por el rebrote?
Los expertos no consideran que el sarampión vaya a volver como enfermedad generalizada. “No hay que preocupar a la población en este sentido; no vamos a peor”, ha asegurado la doctora Noemí López Perea, del Centro Nacional de Epidemiología, en una conferencia organizada por la agencia SMC España.
La mayoría de los casos en España son adultos y son contagios importados. El número de casos en Rumania es tan alto que en 2023 se estableció una epidemia nacional. El 88% de enfermos de la UE son rumanos. También los refugiados ucranianos han sido portadores de algunos casos desde el estallido de la guerra.
Otro de los expertos que participó en la conferencia, el pediatra Fernando Moraga-Llop, portavoz de la Asociación Española de Vacunología, puso el dedo en la irregular distribución de las vacunas.
“Se debería hacer un estudio de cobertura por barrios en determinadas ciudades grandes”, dijo. Puede haber una media de 97% de vacunados, porque hay vacunación total pero una zona pequeña baja la media: allí solo está el 50%.
Estos pequeños reductos son donde puede aparecer un brote que va sumando contagios. Por suerte, debido a estas características, suelen ser muy localizados. Peor situación tienen en países como el Reino Unido.
Cómo se detecta y se trata el sarampión
El sarampión lo provoca uno de los virus más contagiosos que existe. Se transmite por el aire, a través de las gotitas de saliva. Los síntomas iniciales son como una gripe: tos, secreción nasal, fiebre alta y conjuntivitis. Esa tos facilita el contagio.
El síntoma más característico, las erupciones rojas en la piel, no se hacen visibles hasta tres o cuatro días después de los primeros síntomas.
Es una enfermedad seria. Uno de cada cinco adultos contagiados acaba en el hospital y uno de cada diez niños tiene pérdidas auditivas. La mayor complicación es encefalitis, que sufre uno de cada mil infectados. La mayoría muere.
Más allá de las vacunas, no hay tratamiento específico contra el sarampión. Lo eliminan nuestras defensas. Por eso, si dudas de haberlo pasado o estar vacunado, la recomendación del doctor Moraga-Llop es “hacerse un análisis de anticuerpos y si no estás bien inmunizado, vacunarte”.