El alimento que tienes que comer siempre de postre para evitar la caries

Un buen cepillado de dientes y el uso del hilo dental son imprescindibles para reducir el riesgo de caries, pero también hay una fruta que actúa como un cepillo de dientes natural y ayuda a regular el pH de la boca.

Diana Llorens
Diana Llorens

Redactora especializada en salud, nutrición y bienestar

Actualizado a

dientes sin caries

Comer esta fruta de postre ayuda a arrastrar los restos de comida y a regular el pH de la boca.

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Unos dientes fuertes y sanos y unas encías cuidadas no solo te aseguran una bonita sonrisa, son también claves para una buena salud bucal y, por ende, de una buena salud general. Y es que está comprobado que la enfermedad de las encías (que se conoce como periodontitis) se asocia, por ejemplo, a enfermedades cardiacas y respiratorias.

La acumulación de placa dental es la principal causa de los problemas de encías y también de la caries. Para evitarlo, es fundamental una buena higiene dental, que incluya el cepillado después de cada comida, el uso diario del hilo dental y las visitas periódicas al dentista. Además, hay una fruta que puede ayudarte mucho a mantener tus dientes limpios y brillantes.

Arrastra la placa dental

Después de comer, son muchos los restos de comida que pueden quedar atrapados entre los dientes. Si no se eliminan, pueden favorecer la aparición de caries, una enfermedad que destruye de forma irreversible el diente y que ocurre debido a los ácidos que generan las bacterias de la placa dental al metabolizar los azúcares que comemos.

Comer de postre una manzana te ayudará a arrastrar los restos de comida y a limpiar la superficie de los dientes. Y es que ya dice el refrán que “una manzana al día mantiene al doctor en la lejanía”, algo que podríamos extender también al dentista.

Manzana

La manzana actúa como un cepillo de dientes natural. Su textura fibrosa ayuda a “desenganchar” las partículas de comida y la placa dental de la línea de las encías y entre los dientes. Además, las manzanas contienen unos compuestos llamados polifenoles que pueden reducir la formación de placa y de caries porque evitan que las bacterias se adhieran a los dientes.

Asimismo, las manzanas contienen vitamina C, que favorece la salud de las encías y refuerza nuestras defensas, lo que nos hace menos vulnerables a las enfermedades, como la caries o la enfermedad de las encías.

Regula el pH de la boca

Pero los beneficios de comer manzanas van más allá: masticarlas como postre estimula la producción de saliva, que además de ayudar a arrastrar las partículas de comida atrapadas, regula temporalmente el pH de la boca. La saliva es una sustancia naturalmente alcalina y ayuda a neutralizar el ácido de la boca, que como mencionamos antes, es responsable de la aparición de la caries.

Además, tienen un contenido en azúcar (fructosa) más bajo que otras frutas, lo que minimiza la producción del ácido que, como hemos comentado antes, destruye el diente.

Hay que tener en cuenta que, aunque masticar manzanas puede restaurar temporalmente el pH de la boca, seguirá siendo necesario un buen cepillado de dientes después de cada comida para eliminar todas las partículas de comida (incluidas las de la propia manzana). 

Manzana, la mejor alternativa a los dulces

Como siempre nos han dicho de pequeños, si comemos mucho azúcar tenemos más probabilidades de tener caries. Esto es especialmente así en aquellas personas que toman azúcar fuera de las comidas, entre horas, y que comen con frecuencia dulces que se pegan en los dientes (como las galletas o los caramelos blandos).

Además, hay que tener en cuenta que, de entre todos los diferentes tipos de azúcares, se ha visto que la sacarosa (el azúcar de mesa) es el que más se relaciona con la caries, mucho más que la fructosa (el azúcar que contiene la fruta).

Por todo ello, la fruta (y en especial la manzana) es una buenísima alternativa a los alimentos azucarados (galletas, pasteles, bollería…), que además de dejar azúcares pegados a los dientes, nutricionalmente aportan muy poco.

Cómo cepillarse bien los dientes

Qué hacemos mal al cepillar los dientes

La mayoría mojamos el cepillo al poner la pasta de dientes.

Aunque, como hemos visto, las manzanas pueden ayudarnos a cuidar nuestra salud bucal, en ningún caso sustituyen al cepillado o al hilo dental (o cepillo interdental). Estos son, de acuerdo con el Consejo General de Dentistas de España, imprescindibles.

Sin embargo, cepillarse los dientes no consiste solo en pasar el cepillo por cada diente, la técnica importa y mucho. Para cepillarte bien los dientes, sigue estos consejos:

  • Cepilla primero las caras externas de los dientes, barriendo cada uno de ellos desde la encía hacia el diente. Después haz lo mismo con la cara interna de los dientes. Y por último, pasa el cepillo por la parte “plana” de los dientes (la que tritura la comida), con movimientos horizontales.
  • El cepillado debe durar un mínimo de dos minutos porque se considera que ese es el tiempo mínimo para limpiar bien todos los dientes.
  • La lengua también acumula bacterias y debes cepillarla una vez ya has pasado por todos los dientes. Hazlo empezando por el fondo de la lengua y "barriendo" hacia fuera. 
  • Cepíllate los dientes después de cada comida (idealmente unos 20 o 30 minutos después de comer), como mínimo dos veces al día: una debe ser necesariamente por la noche y con una pasta dentífrica fluorada.
  • Cambia tu cepillo cada dos o tres meses, o siempre que veas que las cerdas están desgastadas.

En cuanto al uso del hilo o seda dental, debes saber que los dentistas lo consideran imprescindible cada noche, después del último cepillado del día:

  • Debes pasarlo por cada espacio interdental, moviéndolo hacia arriba y hacia abajo y frotándolo contra la superficie del diente.
  • Si el espacio entre los dientes es ancho, debes usar un cepillo interdental para asegurarte de que se limpian bien los dientes.
  • Igual que en el caso del cepillado, el uso del hilo dental debe durar un mínimo de dos minutos.