Los ejercicios de terapia miofuncional que recomienda el Dr. Carlos O'Connor, presidente de la Comisión de Roncopatía de la SEORL-CCC, para reducir los ronquidos

Si los músculos de la cara no están bien tonificados, el aire pasa con más dificultad y hay más riesgo de que vibre y aparezcan los ronquidos.

Eva Mimbrero
Eva Mimbrero

Periodista especializada en salud

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El sonido del ronquido se origina cuando el aire que respiramos vibra en las paredes de las vías aéreas. Las causas pueden ser variadas, desde el exceso de peso hasta medicamentos de uso común como los ansiolíticos y los relajantes musculares.

Entre todas las herramientas que existen para ayudar a reducirlos, entrenar los músculos de la cara es una de las que aporta más beneficios. Es la llamada terapia miofuncional y se basa en una serie de ejercicios que “tratan de normalizar un patrón alterado de los músculos de la cara, la boca y/o la lengua que puede favorecer los ronquidos, sobre todo debido a la falta de tono muscular”, explica a Saber Vivir el Dr. Carlos O'Connor, Presidente de la Comisión de Roncopatía y Trastornos del Sueño de la Sociedad Española de Otorrinolaringología (SEORL-CCC). El Dr. O'Connor ha formado parte del desarrollo de una aplicación móvil basada precisamente en estos ejercicios.

En qué casos se recomienda la terapia

Antes de la aprobación de la app, realizaron un ensayo clínico con personas roncadoras en el que obtuvieron muy buenos resultados. “Nuestro grupo sigue realizando estudios, y hemos visto que estos ejercicios reducen la grasa de la lengua y las posibles complicaciones derivadas del uso de férulas de avance mandibular", remarca.

Si los músculos de la cara no están bien tonificados, el aire pasa con más dificultad y hay más riesgo de que vibre

"En cambio, si el ronquido se debe a unas amígdalas grandes, a un tabique nasal desviado o a la obesidad, esta terapia tendría un papel testimonial. En definitiva, puede ser un buen complemento a otras terapias, aunque su eficacia varía según el caso”, nos aclara el experto.

La gimnasia facial que ayuda a frenar los ronquidos

El doctor O'Connor recomienda dedicar 20 minutos al día a ejercicios de terapia miofuncional, preferiblemente antes de acostarse. Cabe destacar que es el otorrino quien debe indicar si convienen o no en función de cada caso. Los ejercicios deben ser siempre supervisados por un logopeda. Los siguientes son un buen ejemplo de ello y se centran en movimientos linguales.

  • Activa los músculos de la lengua. Apóyala en el suelo de la boca y cepilla la zona central, del fondo a la punta, con un cepillo de dientes de cerdas suaves 6 veces. Dirige la lengua hacia la comisura derecha del labio y apóyala en el interior de esa mejilla. Cepilla el borde izquierdo de la lengua otras 6 veces, y repite con el lado contrario.
  • Llévala al paladar. Abre la boca y eleva la lengua como si quisieras tocar con ella la campanilla. Vuelve a la postura inicial y repite 4 veces. A continuación vuélvela a subir, pero esta vez déjala plana contra el paladar, presionándolo. Aguanta los segundos que puedas, baja y repite hasta sumar 3 minutos. 
  • Presiona la parte inferior. Toca con la punta de la lengua tus dientes delanteros e inferiores, y presiona el suelo de la boca con ella. Aguanta lo que puedas y repite hasta sumar 3 minutos. Una versión más avanzada consiste en pronunciar, en esta posición, la vocal “a” de forma intermitente.

No se ronca igual en todas las fases del sueño

Lo hacemos más durante el sueño profundo, la fase conocida como N3. En la etapa intermedia (N2), la que se da justo antes, también es frecuente que aparezcan estos molestos sonidos. En cambio durante la REM (justo después), en la que soñamos, roncamos mucho menos, según concluye un estudio publicado en PLOS One. Esto podría explicar algunos de sus síntomas asociados. Las fases N2 y N3 son fundamentales para consolidar la memoria y favorecer un correcto aprendizaje; por eso, las personas que sufren paradas respiratorias al dormir (apneas) y que son roncadoras pueden tener dificultad para concentrarse y más despistes.