Doctor Garattini, médico de 96 años: “Nunca como al mediodía, pero no renuncio a un capricho a media tarde”

El objetivo hacia la vejez es vivir con la mayor calidad posible. Es lo que pregona el doctor Silvio Garattini, médico y farmacéutico, que a sus envidiables 96 años explica que su secreto es evitar los medicamentos: “Mis fármacos son los cines, teatros y actividades sociales”. Tampoco le dice que no a un buen postre.

Pablo Cubí
Pablo Cubí del Amo

Periodista

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Personas mayores felices

El objetivo de los buenos hábitos no es solo vivir más años, sino vivirlos feliz y con salud.

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Uno de los grandes retos mundiales en salud es que lleguemos a cumplir el mayor número de años posibles con relativa buena salud y que seamos independientes. La ONU ha puesto en marcha un plan que pretende eso: reducir los años de dependencia.

Ha comprobado que ya estamos logrando alargar la esperanza de vida de manera notable. Preocupa que se alarga con un coste social y económico enorme, porque gran parte de estos ancianos son dependientes. No se pueden valer por sí solos. Cifras que aumentan cada año. ¿Cómo se puede reducir su número?

Un ejemplo perfecto es el del doctor Silvio Garattini, fundador y presidente del Instituto de Investigación Farmacológica de Milán. A sus 96 años, sigue activo y en plena forma. Algo que no pueden decir muchos de sus compatriotas. “Italia es el país de la UE con el número más grande de ancianos, pero si vemos cuántos tienen una esperanza de vida saludable bajamos mucho en el ranking”.

Cómo llegar a la vejez con salud

Este médico, que también es farmacéutico y un brillante investigador, tiene claro cuál ha sido la mejor baza que has de seguir para ser tan longevo como él. “Evita el mercado médico”, zanja. En una entrevista al diario Corriere della sera, critica que se haya orientado la medicina hacia los tratamientos, creando un gran mercado. Presume de no medicarse ni haber necesitado un antibiótico desde hace 40 años.

“Nos olvidamos de una cosa fundamental: muchas enfermedades dependen de nuestro estilo de vida -dice-. Tenemos millones de personas con diabetes tipo 2, una enfermedad que afecta a la visión, el corazón y los riñones. Una enfermedad evitable. Hay que volver a la prevención.”

Si nos da pereza o tenemos dudas, nos invita a pensar en la última vez que estuvimos enfermos. Cómo los días de cama o el dolor que nos provocó dejaron en segundo plano todo lo demás. Pensemos en eso convertido en un problema permanente y se nos quitará la pereza de llevar una vida más sana.

Insiste en que la clave es educación y educación. En las escuelas y en las casas se ha de insistir en hábitos saludables. También los médicos han de ser educados. “No solo han de recetar medicamentos, también buenos hábitos: caminar al menos tres kilómetros al día y conservar el peso”.

Los buenos hábitos de alimentación

Este científico no intenta ofrecer recetas mágicas. “Si necesitara medicamentos los tomaría”, admite. Para no necesitarlos, su consejo es sencillo. Seguir la dieta mediterránea, que aporta poca carne y grasas y favorece las frutas, verduras y pescados.

“La dieta debe ser variada y moderada. Las calorías deben ser proporcionales a lo que haces. No importa cuántas veces comes al día, sino el total de calorías. Yo, por ejemplo, no como a mediodía”, dice. Eso no le obsta a darse pequeños caprichos.

 “El cerebro necesita 90 gramos de azúcar al día, y yo nunca digo no a un pequeños postre en la cena”, añade. Hay que señalar que el doctor Garattini apenas desayuna y la cena es su comida principal, que en Milán es más temprana que en España, entre las siete y las ocho.

En resumen su menú diario sería:

  • Desayuno: solo toma dos cafés por la mañana.​
  • Almuerzo: bebe un zumo de naranja y, en ocasiones, come un par de galletas.​
  • Cena: incluye un primer plato o una porción de pescado con verduras, y siempre un postre.

No dejes nunca la actividad y las relaciones

Otro factor fundamental es mantener las relaciones sociales y la actividad. Considera fundamental que siga habiendo algo que te apasione y que te incite a levantarte cada mañana. En su caso no ha dejado de ir al trabajo y de dar conferencias.

Una vez te jubilas, puedes buscar nuevas o viejas aficiones, o continuar por tu cuenta tu relación laboral. Y también es importante no romper los lazos sociales cuando dejas tu actividad laboral.

Se remite a un estudio que hizo su propio instituto, en el que siguieron a personas de más de 80 años durante más de una década. “Aquellos que mantenían pocas relaciones sociales tenían más riesgo de problemas cognitivos”, explica.

"Yo en Milán tengo todo lo que necesito: cines, teatros, conferencias y ayuda para organizar actividades", añade.

Otra de las claves es el amor. “Influye más de lo que se cree. Tengo cinco hijos; creo que he amado mucho y que me han amado.” También considera importante no llenarse de odio y seguir fiel el precepto de no hacer a los otros lo que no te gustaría que te hicieran a ti.