La temperatura de nuestro cuerpo cuando no estamos enfermos varía levemente a lo largo del día y es ligeramente diferente en hombres y mujeres y en función de factores como la edad, el sitio donde se tome la temperatura, la actividad que estemos realizando o nuestro estado emocional, entre otros. No obstante, suele estar dentro de un intervalo que se considera normal.
Tradicionalmente se consideraba que la temperatura corporal normal era de 37 °C, pero esta cifra ahora ha disminuido. Y es que las investigaciones más recientes indican que nuestra temperatura corporal normal es más baja que la de hace un par de siglos. Entonces, ¿cuál es la nueva temperatura corporal “normal”?, ¿cuáles son las razones de que haya bajado? Lo analizamos.
¿Qué es la temperatura corporal?
La temperatura de nuestro cuerpo es el resultado del calor que genera para mantener sus funciones vitales (el metabolismo, la actividad muscular, etc.) y el que pierde (a través del sudor, la respiración o la radiación cutánea).
Nuestro cuerpo funciona mejor dentro de un rango de temperatura bastante estrecho. Si la temperatura es demasiado alta o demasiado baja hay funciones vitales que se ralentizan y dejan de ser eficientes. Los casos extremos (tanto de temperatura baja como alta) pueden provocar la muerte.
La temperatura corporal es más baja de lo que se creía
Durante mucho tiempo se ha considerado que la temperatura corporal “normal” es de 37 °C (medida en la axila), algo que se basa en lo establecido en el año 1868 por el médico alemán Carl Reinhold August Wunderlich, que popularizó el uso de las tablas de temperatura en la medicina y el uso del termómetro. Para llegar a esta temperatura corporal “normal”, Wunderlich calculó el promedio de las temperaturas de 25.000 pacientes.
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No obstante, varios estudios recientes indican que nuestra temperatura corporal ha disminuido con el tiempo. Es decir, es más baja que la que tenían nuestros antepasados.
En concreto, un estudio publicado en el año 2023 en la revista JAMA Internal Medicine indica que la temperatura corporal suele estar por debajo de los 37 °C que se consideraban normales. “La mayoría de las personas, incluidos muchos médicos, todavía creen que la temperatura normal de todos es de 37 °C. De hecho, lo que es normal depende de la persona y la situación, y rara vez llega a 37 °C”, asegura Julie Parsonnet, una de las autoras.
Los investigadores analizaron 618.306 lecturas de temperatura oral de adultos estadounidenses entre los años 2008 y 2017 y descubrieron que sus temperaturas normales oscilaban entre los 36,3 °C y los 36,8 °C, con un promedio de 36,6 °C.
De acuerdo con Parsonnet y su equipo, la temperatura corporal promedio ha disminuido en aproximadamente 0,028 °C cada década desde el siglo XIX, pero ¿a qué se debe la disminución?
¿Por qué ha bajado nuestra temperatura corporal?
Por un lado, hay que cuestionarse si las mediciones realizadas en el siglo XIX eran las correctas, dado que probablemente los termómetros no eran tan precisos como los actuales. Además, en esa época la temperatura se tomaba en la axila y no en la boca, como en los nuevos estudios. Pero hay otras razones:
- Los avances en la atención médica que se han producido desde el siglo XIX son, sin duda, responsables de las menores tasas de infección e inflamación crónica, algo que puede subir unas décimas la temperatura.
- Una disminución de la tasa metabólica basal (es decir, la energía que nuestro cuerpo gasta en reposo), que puede deberse a un mayor peso actual o a cambios en el estilo de vida a lo largo del tiempo.
- El aumento del uso de antiinflamatorios como la aspirina y el ibuprofeno, que tienden a bajar la temperatura.
- Un uso más generalizado de la calefacción y el aire acondicionado, que ayuda a reducir el nivel metabólico y, con él, la temperatura corporal.
Nuestra temperatura normal es variable
La temperatura corporal normal no es un número exacto y, como decíamos al principio, es diferente para cada persona. Además, varía a lo largo del día: es más baja por la mañana y alcanza su punto máximo al final de la tarde.
También cambia en función de la edad. Por ejemplo, la temperatura normal de los bebés suele ser más alta que la de los adultos porque sudan menos y tienden a retener más calor corporal. También las mujeres en edad reproductiva tienden a tener una temperatura ligeramente más alta que los hombres. Con el tiempo, la temperatura de hombres y mujeres va pareciéndose más y en las personas mayores es prácticamente igual.
La alimentación, el consumo de alcohol, el clima, la actividad física, tomar ciertos medicamentos (como los betabloqueantes o los antipsicóticos), algunas enfermedades crónicas (como el hipotiroidismo) también pueden influir en la temperatura.
Así, más que fijarnos en la temperatura corporal normal promedio, lo más importante es saber cuál es nuestra temperatura normal personal. Para ello, podemos tomarnos la temperatura en diversas ocasiones cuando nos encontramos bien y de este modo nos será más fácil detectar cualquier anomalía.