Tener dolor de cabeza de vez en cuando es algo normal que a todos nos pasa. Sin embargo, un dolor incapacitante que ocurre con frecuencia puede deberse a la migraña, una enfermedad a la que a menudo no se le da la importancia que requiere.
Ocurre porque el cerebro reacciona a la sobreestimulación, provocando episodios de dolor de cabeza. Las señales previas a estos ataques suelen ser comunes en todas las personas con migraña y conviene saber identificarlos para actuar a tiempo y reducir su intensidad.
No obstante, se calcula que 1 de cada 4 personas con migraña no ha consultado nunca su dolencia con su médico, por lo que es muy posible que no sepan cómo actuar.
La migraña, mucho más que un dolor de cabeza
“Todo el mundo menosprecia a la migraña, aunque en realidad es algo mucho más complejo que un simple dolor de cabeza”, afirmaba el doctor Germán Latorre, del Grupo de Estudio de Cefaleas de la Sociedad Española de Neurología (SEN).
Lo que ocurre en esta enfermedad es que el cerebro es mucho más sensible a los estímulos que el del resto de las personas. Pueden ser estímulos muy diversos y son diferentes en cada persona e incluso pueden cambiar con el paso de los años en una misma persona.
La reacción del cerebro ante estos estímulos es enviar señales de dolor y generar inflamación. Los síntomas que indican que se acerca un ataque de migraña suelen ser parecidos y detectarlos es clave para saber actuar relajándose, descansando y evitando todo aquello que puede acentuar las migrañas.
Las cuatro fases de la migraña
"El número de pacientes con síntomas que nosotros llamamos premonitorios es muy alto. Suelen notarlos horas, o incluso días, antes del inicio de la crisis", explicaba el doctor Latorre.
Los ataques de migraña suelen pasar por 4 fases con una duración variable. Es importante reconocerlas ya desde la primera fase para activar el plan antimigraña que te ayudará a reducir la gravedad de la crisis.
Fase 1: Pródromo
Los síntomas de la migraña pueden ser de diferentes tipos, pero tal como señalaba el doctor, "normalmente están ligados a una disfunción del hipotálamo".
Esta parte del cerebro se encarga de regular diferentes funciones básicas del cuerpo y es por ello que la persona que sufre migrañas "puede sentir más hambre o sed de lo normal, unas ganas exageradas de orinar, edema o hinchazón, a veces irritabilidad, cambios de carácter y de humor y también en el ritmo intestinal, excesiva somnolencia...".
Por otro lado, los antojos de determinados alimentos son otro síntoma premonitorio de un ataque de migraña. “Días u horas antes de los ataques, los afectados sienten la necesidad de consumir alimentos hipercalóricos, entre ellos el chocolate. Se han hecho varios estudios rigurosos que lo demuestran”, nos explicaba el Dr. Latorre. Así, el chocolate no sería un causante de la migraña, como se ha apuntado en ocasiones, sino que sentir antojo por comerlo sería una señal de que se acerca una crisis.
Otros síntomas incluyen rigidez en el cuello, bostezos, cansancio y problemas para concentrarse.
Fase 2: Aura
Las migrañas con aura suceden en aproximadamente entre el 20% y el 30% de las personas que sufren de migraña, es decir, no todas las personas con esta enfermedad las sufren.
En caso de que sí haya aura, los síntomas se suelen presentar como máximo 1 hora antes de que empiece el dolor de cabeza e incluyen alteraciones visuales (visión borrosa, luces brillantes, pérdida de visión temporal...), alteraciones sensitivas (hormigueo, sensación de acorchamiento...) y problemas de lenguaje.
Fase 3: Cefalea
La tercera fase (la fase aguda) es la más incapacitante y es cuando aparece la niebla mental y el dolor de cabeza, que puede ser de moderado a muy intenso.
El dolor de cabeza puede ir acompañado de otros síntomas como visión borrosa, mareos, náuseas, sensibilidad extrema a los estímulos del entorno (como la luz, los sonidos, los olores) y al tacto.
También puede haber miedo al movimiento (kinesiofobia), pues al moverse el dolor de cabeza empeora.
Fase 4: Postdromo
Una vez terminado el ataque de migraña suele haber lo que se conoce de forma popular como la "resaca de la migraña", que se caracteriza por un gran cansancio, problemas de concentración y cambios de humor.
Factores que pueden desencadenar un ataque de migraña
Hay muchos factores diferentes que pueden contribuir a desencadenar una crisis migrañosa y no son los mismos para todo el mundo. Entre los más habituales están:
- El estrés
- Los cambios hormonales en la mujer
- La falta o el exceso de sueño
- El consumo de determinados alimentos
- Los cambios de tiempo
- El consumo de ciertos fármacos (como los derivados del óxido nitroso, que se usan para tratar la angina de pecho)
- La exposición a luces o ruidos intensos.
Si has detectado que alguno de ellos te afecta especialmente, conviene evitarlo siempre que sea posible.
Además, seguir una rutina de horarios (acostarte y levantarte a las mismas horas, tener un horario regular de comidas…) y hábitos saludables (de comida, evitar el abuso de excitantes como la cafeína…) te ayudará a evitarle sorpresas a tu cerebro
Cómo actuar frente a los primeros síntomas de un ataque de migraña
En función de cómo actuemos ante la aparición de las primeras señales de una crisis de migraña, esta será más o menos intensa.
El objetivo, en este caso, es no estresar el cerebro con estímulos que puedan potenciar el dolor de cabeza. Así, cuanta menos información exterior deba procesar el cerebro, mejor será.
"Lo ideal, tras la aparición de los síntomas premonitorios, es que el paciente pudiera irse a su casa a descansar, pero esto no siempre es posible", aseguraba el Dr. Latorre.
Ante los primeros signos de alerta, lo mejor es evitar todo lo que sabes que puede agravar tus crisis, parar y descansar.
"Tomar la medicación prescrita por tu médico cuanto antes también puede ayudarte a frenar el ataque de migraña", explicaba el especialista. Pero nos advertía que hay que hacer un buen uso de los fármacos, no abusar de ellos y consultar siempre con el médico antes de tomar cualquier tipo de medicación porque, tal y como aseguraba, "el consumo excesivo de analgésicos puede acabar empeorando el trastorno".