El bruxismo es el hábito de apretar los dientes de modo inconsciente. Es más habitual de lo que pueda pensarse y su número va en aumento. Según un informe del Consejo General de Dentistas, en cinco años ha pasado de afectar al 6% al 23% de la población. También se ha de decir que en medio ha habido la pandemia.
Y es que el estrés diario y la ansiedad son dos de sus principales causas. Aunque hay un bruxismo diurno, la mayoría de casos (hasta el 80%) se produce por la noche, mientras dormimos. Eso lo hace todavía más difícil de detectar, hasta que ya sufrimos sus efectos.
Pese a las molestias musculares y el dolor que suele provocar, menos de una cuarta parte de los afectados acude al dentista o al fisioterapeuta. Mucha gente convive con el bruxismo sin tratarlo, quizá pensado erróneamente que no se puede hacer nada.
Qué complicaciones tiene el bruxismo
El bruxismo nocturno no tiene fácil solución puesto que su origen está en diversos factores. Además del estrés, problemas de sueño, la mala alineación dental, algunos medicamentos antidepresivos y el exceso de cafeína, de alcohol o el tabaco se relacionan con la aparición de este trastorno.
Si no se actúa para intentar paliarlo o suavizar sus síntomas, los problemas de salud pueden ir en aumento. Al forzar la mandíbula y los dientes durante mucho tiempo aparece desgaste dental (los dientes se fracturan o aplanan), dolor de mandíbula, que también puede extenderse a la cabeza o a las cervicales.
También puede haber problemas de oído o alteraciones en la calidad del sueño, mareos y problemas para tragar.
Si el bruxismo está relacionado con el estrés, puede ser útil combinar técnicas de relajación con psicoterapia o el uso de férulas dentales nocturnas que protegen los dientes. La fisioterapia también nos será muy útil.
Cómo puede ayudar la fisioterapia
La fisioterapia puede aliviar muchos los síntomas y mejorar la calidad de vida. En concreto puede conseguir con una serie de ejercicios estos cinco beneficios:
- Relajar la musculatura gracias a los masajes en los músculos de cara, cuello y mandíbula.
- Reducir el dolor de toda la zona.
- Mejorar el movimiento de la mandíbula si se ha producido una hipertrofia de los músculos afectados, como los maseteros, que son los de las mejillas.
- El fisioterapeuta puede ayudarte a mejorar la postura facial y ofrecer ejercicios para evitar tensiones innecesarias.
Seis ejercicios de automasaje facial
Con el primer objetivo en mente, el de relajarla musculatura, la fisioterapeuta Cristina Lestegás, ha compartido en sus redes sociales una serie de seis ejercicios.
“Hazlos siempre con la boca entreabierta para que tu articulación temporo-mandibular esté relajada”, señala la experta.
- Haz círculos en las sientes con los dedos.
- Sitúa dos dedos justo delante de las orejas, en la articulación mandibular: “Presiona suavemente mientras abres y cierras la boca”.
- En la misma posición, mueve la barbilla a un lado y al otro.
- Arrastra los dedos desde la articulación mandibular hacia abajo, hasta el ángulo inferior de la mandíbula.
- Con los dedos en esta posición, masajeaesta zona de la mandíbula en círculos.
- Coloca los nudillos bajo la barbilla y deslízalos hasta las orejas con una presión suave.
Otro automasaje para relajar la mandíbula
No es lo único que Cristina Lestegás recomienda para el bruxismo. Otras tres técnicas de automasaje muy sencillas y complementarias que nos propone son las siguientes:
- Frota primero las manos unos segundos para darles calor y apoya cada palma en un lado de la cara, como en gesto de sorpresa. Repite varias veces relajando los músculos de la boca.
- Apoya las manos en el esternón como si estuvieran notando los latidos del corazón. Empújalas suavemente hacia abajo mientras levantas la barbilla.
- Agarra las orejas y tira de ellas hacia los lados. Después agarra la parte superior de la oreja y tira hacia arriba.
“Repite cada día esta secuencia de ejercicios si sufres de bruxismo, rigidez de la mandíbula o cefalea tensional”, aconseja la experta en fisioterapia y yoga.