En ocasiones, no siempre, los cambios en el color, la forma o el crecimiento de las uñas, así como en el aspecto del cabello, pueden proporcionarnos una información muy valiosa acerca del estado en que se encuentra el resto de los órganos de nuestro cuerpo. Estas alteraciones pueden constituir pistas de ciertas enfermedades.
Por tanto, estar atento a la apariencia de las uñas, puede ayudarnos a determinar un diagnóstico temprano de algunas enfermedades, lo que implica poder iniciar un tratamiento lo antes posible.
1. Manchas amarillas
Una de las causas más conocidas del tono amarillo que, en ocasiones, toman las uñas, es el contacto con el humo del tabaco. Pero, no es la única, también la toma de ciertos medicamentos y una alimentación deficiente en vitaminas puede provocarlas.
Por otro lado, las manchas amarillas pueden ser un síntoma de enfermedades respiratorias, de un edema persistente (linfedema), así como de enfermedades dermatológicas como la psoriasis o el liquen plano.
2. Manchas blancas
Otra de las señales que podemos encontrar en las uñas es la aparición de manchas blancas. Estos típicos puntos blancos que observamos en niños y adultos se deben a pequeños golpes en la uña y carecen de importancia clínica.
Esta alteración también es común en personas que padecen psoriasis, por la acumulación de células que se adhieren a la uña. En este caso, el dermatólogo debe tratar el problema.
En el caso de que el blanqueamiento sea total, puede ser un síntoma de enfermedades más graves como la cirrosis o la úlcera péptica. Es más, podría indicar que nuestro organismo tiene pocas defensas o ninguna, es decir, que presenta un estado de inmunosupresión.
3. Crecimiento lento
La velocidad del crecimiento de las uñas depende de muchos factores, entre ellos, el tabaquismo, la desnutrición, las enfermedades crónicas, infecciones agudas graves, y ciertos medicamentos. Ahora bien, la causa más común suele ser la carencia de vitaminas y oligoelementos.
Para evitarlo es indispensable aportar al organismo aminoácidos y vitamina A. Igualmente hay que aportar de forma regular y suficiente vitaminas del grupo B, ya que favorece la incorporación de calcio a las uñas.
4. Despegamiento de una uña
Aunque no es habitual, a veces la uña se despega, lentamente y sin dolor, y finalmente se cae dejando espacio para la uña nueva.
El proceso puede ser debido a un golpe y en este caso se puede reparar el daño colocando una uña postiza. El médico tratará el problema si el despegamiento se debe a otras causas como psoriaris, eccemas o anemia.
5. Uñas frágiles y quebradizas
Existen muchas causas que pueden provocar que las uñas pierdan su fuerza y se quiebren fácilmente.
Puede ser síntoma de enfermedades dermatológicas, como la psoriasis, pero también podría indicar la presencia de enfermedades sistemáticas como la carencia renal.
Asimismo, la fragilidad de las uñas puede estar provocada por la edad, la utilización de productos químicos o la falta de vitaminas en nuestro organismo. En este caso, se precisa de un estudio cuidadoso para encontrar el tratamiento que devuelva la dureza a nuestras uñas.
6. Forma de cuchara
En el caso de que notes que tus uñas han adoptado una forma cóncava, en forma de cuchara, puede que se deba a anormalidades renales, esqueléticas o glaucoma.
También se asocia este tipo de deformidad de la uña al déficit prolongado de hierro. Ante la sospecha, se recomienda realizar un análisis para poder tratar la anemia si fuera necesario.
Ahora bien, en el caso de los niños, las uñas en forma de cuchara son habituales y se corrigen espontáneamente durante los primeros años de vida.
Por otro lado, en los adultos se puede presentar esta alteración si se padece una carencia de vitaminas o por la manipulación de disolventes y productos de limpieza.
7. Aparición de líneas
Una línea única transversal que cruza la uña por completo indica un golpe, o un fuerte sufrimiento del organismo.
Por otro lado, si observamos múltiples líneas, entonces puede ser debido a un empuje agresivo de la cutícula (la capa de piel que protege la uña), o también a una micosis o infección vírica.
8. Coloración anormal
Cuando las uñas adquieren un color pardo-negro, lo habitual es que previamente se haya producido un fuerte golpe. Sin embargo, en algunas ocasiones este tipo de coloración puede ser debido a la presencia de tumores, tanto malignos como benignos.
Por otro lado, el tono marrón-café de las uñas suele indicar una insuficiencia renal crónica.
Por último, el color que adquiere la lúnula (la parte blanca en forma semicircular que tenemos en la raíz de las uñas) también puede ser significativo. Por ejemplo, la lúnula roja puede estar presente en las personas que padecen insuficiencia cardíaca.