El control regular de los niveles de azúcar en sangre es fundamental para todas las mujeres, no solo para aquellas con diabetes.
La glucosa tiene un impacto significativo en diversos aspectos de la salud femenina, y su control frecuente puede prevenir complicaciones a corto y largo plazo.
Fluctuaciones de glucosa durante el ciclo menstrual
Los niveles de azúcar en sangre suelen experimentar variaciones a lo largo del ciclo menstrual. Por lo general, cuando los estrógenos aumentan (aproximadamente una semana antes de la menstruación) los niveles de glucosa tienden a disminuir. Esta caída puede provocar antojos por alimentos dulces, algo habitual entre muchas mujeres durante este período.
También se ha observado que un aumento temporal de la progesterona puede causar resistencia a la insulina en las células, lo que puede resultar en un aumento de los niveles de azúcar en sangre.
Esta interacción entre las hormonas y la glucosa es compleja y bidireccional: así como los cambios hormonales afectan a los niveles de azúcar, las alteraciones en la glucosa pueden impactar el equilibrio hormonal y, en consecuencia, la salud general de la mujer.
La sensibilidad femenina al exceso de azúcar
El Dr. Abel Mariné, Catedrático de Nutrición y Bromatología de la Universidad de Barcelona, enfatiza que el problema no es el azúcar en sí, sino su consumo excesivo. "El azúcar no es tóxico, es el exceso de azúcar el que tiene efectos negativos en la salud", afirma. "Se trata de no abusar, pues demasiada sacarosa puede llevar a la obesidad, lo que también se relaciona con trastornos coronarios y síndrome metabólico".
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda un consumo muy moderado de azúcar: establece como tolerables unos 50 g de sacarosa al día y como aconsejables un máximo de 25 g. Sin embargo, muchas personas superan con creces estas recomendaciones en su dieta diaria.
Diversos estudios sugieren que el organismo femenino podría ser más sensible a los excesos de glucosa, y se ha observado que su descontrol en algunos casos causa más problemas en mujeres que en hombres.
Problemas de salud asociados al exceso de azúcar
- Mayor predisposición a la obesidad: el exceso de glucosa puede acumularse en forma de grasa corporal. Las mujeres tienden a almacenar aproximadamente un 10% más de grasa que los hombres, lo que aumenta su riesgo de obesidad, especialmente en la zona abdominal. Esta tendencia a acumular grasa puede derivar con más facilidad en obesidad, que a su vez está relacionada con una serie de problemas metabólicos y hormonales.
- Problemas cardiovasculares: la acumulación excesiva de grasa corporal aumenta el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2, lo que a su vez incrementa entre 3 y 7 veces el riesgo de enfermedades coronarias en mujeres, una proporción mayor que en los hombres. Este riesgo se eleva aún más después de la menopausia debido a la disminución en la producción de insulina y el aumento en la resistencia a esta hormona. Según un artículo publicado en la revista Endocrinología y Nutrición, la hiperglucemia contribuye al aumento de triglicéridos y colesterol LDL ("malo") en sangre. También se produce una mayor acumulación de grasa alrededor de vísceras como el corazón y un incremento de la presión arterial, lo que provoca un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares.
- Infecciones vaginales: un alto nivel de azúcar en sangre puede favorecer el crecimiento excesivo de hongos en la mucosa vaginal. Cuando esto sucede, se altera el equilibrio de la flora vaginal y, consecuentemente, el pH, lo que favorece la proliferación de infecciones por hongos. Por esta razón, reducir el consumo de azúcar es una de las recomendaciones cuando se experimentan infecciones vaginales recurrentes.
- Síndrome de ovario poliquístico (SOP): este trastorno hormonal afecta entre el 6% y el 10% de las mujeres en todo el mundo y puede causar acné, pérdida de cabello, aumento de vello e infertilidad. Aunque la obesidad es un factor contribuyente, un estudio publicado en el American Journal of Clinical Nutrition demostró la eficacia de dietas con bajo índice glucémico para prevenir el SOP. Esto explicaría por qué en muchas mujeres con este desorden (entre el 50-70% de los casos) se observa un aumento en los niveles de insulina.
- Tumores ginecológicos: investigaciones han sugerido que niveles elevados de glucosa pueden aumentar el riesgo de ciertos tipos de cáncer ginecológico. Según publicó la Universidad de Córdoba, una mayor concentración de glucosa en sangre podría predisponer (si se suma a otros factores de riesgo) a padecer cáncer de ovario. También se ha observado un mayor riesgo de cáncer de mama en mujeres que consumen muchos alimentos ricos en almidones (que provocan un aumento de azúcar tras su ingestión) y productos azucarados. Además, un reciente estudio del Albert Einstein College of Medicine de Estados Unidos ha constatado que las mujeres con más azúcar en sangre tienen mayor riesgo de sufrir cáncer colorrectal.
- Fatiga y agotamiento: la hiperglucemia provoca la liberación de hormonas del estrés como el cortisol y la epinefrina para intentar reducir los niveles elevados de azúcar. Estas fluctuaciones hormonales pueden causar sensación de fatiga, dolores de cabeza y cambios bruscos en el estado emocional, incluyendo irritabilidad y estrés. Algunos expertos sugieren que estos cambios también pueden afectar negativamente el deseo sexual femenino.
¿Las mujeres tienen más antojos por lo dulce?
Se ha demostrado que las mujeres tienen una mayor inclinación hacia los alimentos azucarados, especialmente durante la fase premenstrual del ciclo menstrual.
Las hormonas son las responsables, al menos en parte, ya que su incremento en la fase premenstrual les lleva a comer más y a tener preferencia por alimentos dulces, debido a la caída del nivel de azúcar en la sangre.
Síntomas que indican niveles altos de azúcar
Se calcula que el 50% de las personas que padecen diabetes tipo 2 lo desconoce porque la hiperglucemia puede pasar desapercibida. Una prueba de glucosa es la mejor manera de confirmar los niveles, pero prestar atención a ciertos signos puede proporcionar pistas importantes:
- Hambre voraz acompañada de pérdida de peso: es habitual en las personas que padecen hiperglucemia sentir hambre intensa entre comidas y, aun así, experimentar pérdida de peso. A veces, esto puede ir acompañado de náuseas.
- Sed intensa y aumento en la frecuencia urinaria: estos son síntomas clásicos asociados con altos niveles de azúcar en sangre.
- Otros síntomas: como somnolencia, problemas de visión borrosa y piel reseca.
Dado lo anterior, es altamente recomendable que todas las mujeres se realicen chequeos periódicos para controlar sus niveles de azúcar en sangre, independientemente de si tienen un diagnóstico de diabetes o no. Mantener un equilibrio adecuado en los niveles de glucosa no solo ayuda a prevenir enfermedades crónicas, sino que también mejora el bienestar general y la calidad de vida.