Sofía Mendoza, nutricionista y experta en salud de la mujer: "Nunca tomes el café sin haber desayunado. Esto hace que te suba muchísimo el cortisol"

El café no afecta por igual a todas las personas ni en todos los momentos. Además, en el caso de las mujeres, tal y como apunta la nutricionista Sofía Mendoza, han de tenerlo especialmente en cuenta. Su recomendación es sobre todo que no lo tomes en ayunas.

Pablo Cubí
Pablo Cubí del Amo

Periodista

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Mujer tomando café

El café es mejor no tomarlo recién levantados y en ayunas.

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Con relativa frecuencia aparecen nuevos estudios científicos que apuntan posibles beneficios o perjuicios de tomar café cada día. No nos ha de sorprender puesto que se trata de una de las bebidas más consumidas en el mundo. Por tanto, su estudio puede afectar a mucha gente, crea gran interés y mueve mucho dinero.

En general, la evidencia sugiere que el consumo moderado de café, que son dos o tres tazas diarias, es positivo y reduce el riesgo de algunas enfermedades. Sin embargo, es fundamental tener en cuenta que la tolerancia individual a la cafeína varía y que también importan las condiciones de salud específicas de cada persona y la variedad de café.

Sofía Mendoza, nutricionista y experta del ciclo hormonal ha señalado que las mujeres han de tener muy presente su ciclo menstrual al tomar café, y en su dieta en general, porque las hormonas que lo rigen no son las mismas.

Cambio de dieta en el ciclo menstrual

Durante la fase ovulatoria, justo posterior al periodo, aumenta el estrógeno. Por eso, la nutricionista Mendoza recomienda que entonces reduzcas los niveles de hidratos de carbono. Es decir, los alimentos que suben la glucosa. “Sobre todo que sean altos en fibra para que los metabolicemos fácil”, ha apuntado.

Las grasas saludables, como el salmón, el aguacate o las nueces son muy importantes para la producción de estrógenos y deben estar presentes especialmente estos días.

En la fase lútea, que va desde la ovulación hasta la siguiente regla, unos 14 días de promedio, los estrógenos bajan y no tienes tanta fuerza. Predomina otra hormona, la progesterona y necesita un entorno más calmado.

“Es importante no sobre estresar al cuerpo, ya que el umbral del cortisol (la hormona del estrés) está más sensible”, ha explicado Mendoza en declaraciones a La Vanguardia. La recomendación esos días es dormir más y comer hidratos de carbono complejos como boniato o arroz integral.

La relación del café y la fase lútea

Si en la fase lútea le das a tu cuerpo alimentos que promuevan la creación de estrógenos cuando necesitas progesterona “es cuando se darán los fuertes síntomas de la menstruación o picos de cortisol”, ha advertido la nutricionista.

“Algo esencial que también recomiendo es nunca tomar café sin haber desayunado antes -ha aconsejado-. Esto hace que te suba muchísimo el cortisol. Si lo cambias notarás mejora instantánea.”

mujer con café

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Esa recomendación se hace especialmente importante si después de tomar el café vas a hacer deporte o tienes una jornada laboral particularmente intensa. Los niveles de cortisol se pueden disparar a unas cantidades poco recomendadas. Recuerda que el estrés excesivo es perjudicial.

Las personas que son nerviosas por naturaleza y que disfrutan tomando café pueden optar por el café descafeinado o al menos reducir ese exceso de cortisol con la recomendación de la nutricionista. No tomar café con el estómago vacío. Otro consejo es no tomarlo inmediatamente tras levantarnos, pues en ese momento se produce un pico de cortisol para ponernos en marcha y no es necesario más excitantes.

¿Qué dicen los estudios del café?

Respecto a la evidencia científica, los estudios más recientes han identificado tanto beneficios como perjuicios. Estos son los más significativos:

  • Reduce el riesgo de alzhéimer y párkinson. La cafeína y otros compuestos del café parecen tener propiedades neuroprotectoras que contribuyen a este efecto. En esto coinciden por varios análisis.
  • Disminuye el riesgo de diabetes tipo 2. Tanto el café con cafeína como el descafeinado tienen sustancias que parecen mejorar la sensibilidad a la insulina, la sustancia que lleva el azúcar a las células, y ayudar así a evitar picos de glucosa.
  • Protege el hígado y el corazón. Aunque tradicionalmente se pensaba que el café no era bueno para la salud cardiovascular, los estudios más recientes indican lo contrario. También los antioxidantes presentes en podrían proteger de enfermedades hepáticas.
  • Plantea problemas gástricos. El café aumenta la secreción gástrica y puede plantear molestias y agravar el problema de personas con úlceras, reflujo gástrico o gastritis.
  • Afecta al sueño y crea adicción. Tomar café por la tarde se relaciona con problemas de sueño y ansiedad. También se ha visto que el consumo regular puede crear adicción en algunas personas, una dependencia física que provoca irritabilidad, cansancio y dolor de cabeza cuando no se toma.

Como en muchos aspectos de la nutrición, la moderación y la personalización son fundamentales para que el café nos aporte el máximo de beneficios y el mínimo de riesgos.