El café es una de las bebidas más populares en la sociedad. Aproximadamente, se consumen en todo el mundo 2.250 millones de tazas al día. Y es que, al contrario de lo que muchos puedan pensar, los estudios demuestran sus efectos positivos en la salud. Está demostrado que al consumir café aumenta el metabolismo corporal (más con cafeína que sin) y mejora el rendimiento cerebral. Además, el grano de café contiene propiedades digestivas al estimular el estómago y el hígado, y aumentar la secreción de los jugos digestivos y biliares.
También se ha visto que aunque exista un mito al respecto, no aumenta la presión arterial. Es beneficioso para mejorar la calidad de la microbiota intestinal, porque hace aumentar el número de bacterias que son antiinflamatorias y disminuir los niveles de algunas que son dañinas. Eso sí, no vale cualquier tipo de café ni cualquier forma de tomarlo. Además de beberlo con moderación y sin azúcar, el médico de Harvard Saurabh Sethi destaca los errores más comunes de las personas al tomar café.
LOS ERRORES MÁS COMUNES QUE COMETES AL TOMAR CAFÉ
El café es maravilloso para el cerebro, el intestino y el hígado. "Los polifenoles del café aumentan las bacterias intestinales beneficiosas. Además, aumenta la concentración y la memoria, reduciendo así la posibilidad de padecer Alzheimer", explica el Dr. Sethi.
El problema surge cuando la gente lo toma mal. Uno de los errores más usuales es añadirle azúcar al café. El aumento de azúcar en la sangre aumenta la inflamación. Si aún no te has habituado a su sabor, considera mejor otras opciones como la fruta del monje o la estevia. El segundo error más habitual es no usar café orgánico. Y es que el cultivo de café conlleva muchos pesticidas que no se recomienda consumir. El café orgánico es mucho más caro, por lo que la mayoría de gente lo descarta a la hora de comprarlo. Pero si buscas opciones que no sean perjudiciales, el café natural en grano es el mejor que puedes tomar.
Por otro lado, si sufres de acidez estomacal, opta por un café tostado oscuro. Su contenido en cafeína es menor, por lo que te resultará más suave para el estómago. "Pero si no tienes problemas de acidez, elige el tostado claro, ya que contiene la máxima cantidad de polifenoles y antioxidantes", recomienda el experto.
¿CUÁNTAS TAZAS DE CAFÉ SE RECOMIENDAN?
Esta bebida contiene, además de cafeína, numerosas sustancias antioxidantes como, por ejemplo, diferentes compuestos fenólicos. La cafeína ayuda a mejorar el rendimiento físico y mental. Este es el motivo por el que se utiliza para elaborar fármacos contra las cefaleas. Además, la cafeína es un broncodilatador débil y reduce la fatiga de los músculos respiratorios, por eso, se incluye en algunos fármacos para reducir los síntomas del asma.
Eso sí, la cafeína tomada en exceso (más de 4 tazas al día) resulta perjudicial. Y es que puede provocar insomnio, nerviosismo, aumento de la diuresis y molestias gastrointestinales. Incluso, en algunas personas sensibles a la cafeína, los síntomas aparecen cuando se consumen cantidades muy pequeñas (tipo 250 mg por día).
¿Qué café es más saludable?
Sin duda, el café tostado natural. Este se obtiene a partir de los granos crudos que se someten a un procesado térmico de tostado a altas temperaturas en un corto periodo de tiempo. En cambio, el torrefacto no tiene nada que ver. A estos granos de café se les añade azúcar (hasta un 15%) para conseguir que se caramelice y potenciar el sabor.
Por otro lado, aunque el café soluble pueda parecer poco natural, no lo es. Para el café instantáneo se machacan los granos de café tostados y deshidratados. Por eso, el café no va a ser menos saludable, pero sí menos interesante en cuanto al punto de vista organoléptico y nutricional porque, además de eliminar muchos compuestos aromáticos y volátiles, se pierden algunos de sus antioxidantes.