Las dietas ricas en frutas y verduras frescas son siempre recomendables, especialmente por su aporte de vitaminas. Esta es una pauta que los médicos nutricionistas mantienen desde siempre. Sin embargo, como en todo, hay matices.
Lo ha puesto en evidencia un estudio llevado a cabo en Estados Unidos y que ha desmontado la creencia de que cualquier cantidad de vegetales es positiva, sea quien sea el consumidor. Sin ser una sorpresa para los investigadores, que ya lo sospechaban, sus resultados reflejan que hemos de tener cuidado con la vitamina B9, también conocida como ácido fólico o folato.
¿Significa que hemos de reducir los alimentos que la contienen? La respuesta más probable es que no sea necesario reducir su consumo a no ser que seas un adulto que basas tu dieta en alimentos enriquecidos con ácido fólico. Si tienes una dieta variada, lo normal es que tus cantidades sea correctas.
Por qué hay que vigilar el folato
El folato es importante para muchas funciones del cuerpo. La principal es la creación de glóbulos rojos, que son los que llevan el oxígeno por la sangre a todo el cuerpo, y para el crecimiento de las células. Durante el embarazo se vigila mucho porque es fundamental suministrar ácido fólico al feto. Muchos estudios apuntan la conveniencia de que la madre ha de tener un aporte extra.
Sin embargo, no hay tantos estudios que expliquen la necesidad de tomar grandes cantidades de folato en otras etapas de la vida. Lo que han visto los investigadores del complejo universitario Texas A&M es que una reducción de la cantidad de folato puede ayudar a tener un metabolismo más saludable.
El estudio se ha realizado con modelos animales, aunque es razonable pensar que ocurre lo mismo con las personas. “Si bien un mayor contenido de folato es crucial durante los primeros años de vida para el crecimiento y el desarrollo, una ingesta más baja más adelante en la vida puede beneficiar la salud metabólica y la longevidad”, ha explicado el profesor Michael Polymenis, director del estudio.
Lo que observaron es que una cantidad más reducida de alimentos que contienen folato hacía disminuir el crecimiento de nuevas células, pero ofrecía una mayor flexibilidad metabólica. Según Poymenis esto permite tener un envejecimiento más saludable.
Cómo afecta a nuestro organismo
Lo que querían los investigadores es comprobar los efectos en adultos mayores. Para ello eliminaron el folato en varios animales a una edad que, proporcionalmente, correspondía con la que tendría una persona mayor. También se utilizaron animales con igual edad a los que no se les varió la dieta para comparar.
La investigación descubrió las hembras del estudio conseguían quemar mejor las grasas y carbohidratos. “Cuando duermes, tu metabolismo quema grasa. Y cuando estás despierto y activo quemas más carbohidratos para obtener energía más rápida”, explica el profesor Polymenis.
A medida que envejeces esta transición entre quemar grasas y carbohidratos se hace con menos eficacia. Sin embargo, en los animales del estudio esta flexibilidad metabólica se mantuvo. Mantuvieron su peso y grasa corporal estable hasta la vejez.
En el caso de los machos, también se comprobó mejora. Los animales envejecidos mantenían niveles de energía y actividad física mejores pese al paso del tiempo.
Cómo podemos modificar la dieta
Este estudio no ofrece recomendaciones generalistas sobre cómo tenemos que ajustar nuestra dieta. Lo que hace es abogar por un estudio personalizado de la dieta. Recomiendan lo que se conoce como “nutrición de precisión”. Ese es el pilar sobre el que investigan los científicos de este grupo, perteneciente a la facultad de Agricultura y Ciencias de la Vida.
El folato está muy presente en las verduras de hoja verde, y en otras verduras como el aguacate y los guisantes, en las habas y en frutas como naranjas, plátanos o piña.
La cantidad recomendada media son 400 microgramos, que consigues tranquilamente con una dieta variada que incluya vegetales frescos. Algunos alimentos industriales, como los paquetes de cereales de desayuno, añaden ácido fólico (que es el folato sintético). En Estados Unidos incluso se obligó por ley a añadirlo, porque la dieta media dista mucho de ser equilibrada.
En Europa el problema no es tan grave. Y aunque en los niños y jóvenes estos alimentos enriquecidos con ácido fólico pueden ser útiles, en las personas mayores puede no solo no ser necesario sino perjudicial, como refleja esta investigación.
De todas formas, "todavía tenemos más que investigar en esta área, y no abogaríamos por la erradicación absoluta del folato de la dieta para nadie", añade el profesor Polymenis.