En ocasiones, al abrir un huevo, nos encontramos con una pequeña sorpresa: una mota roja en la superficie de la yema o una manchita marrón en la clara. Aunque pueda parecer algo raro a primera vista, no hay ninguna razón para tirar el huevo.
Estas pequeñas manchas son completamente inofensivas y no afectan a la calidad nutricional del huevo, que es excepcional.
¿Por qué aparecen las manchas rojas en los huevos?
Las manchas rojas o marrones en los huevos son algo poco frecuente: se estima que ocurren solo en el 1% de los huevos.
La mayoría de los huevos con manchas se descartan antes de que lleguen al consumidor dado que los huevos comerciales suelen someterse a una prueba de trasluz en la que se utiliza una fuente de luz brillante para detectar imperfecciones dentro del huevo. Es por ello que las manchas son más frecuentes en los huevos caseros o de producción artesanal, que no suelen someterse a este tipo de pruebas.
La aparición de manchas en el interior de los huevos está relacionada con varios factores:
- La raza de la gallina: algunas razas son más propensas a producir huevos con estas manchas.
- El color de la cáscara: son más frecuentes en huevos de cáscara oscura. De acuerdo con un estudio publicado en la revista BMC Genomic Data en 2011, la incidencia de estas manchas es de alrededor del 18% en los huevos marrones, en comparación con solo el 0,5% en los huevos blancos. Las diferencias en el color y el grosor de la cáscara afectan a la visibilidad del interior durante la clasificación de los huevos y hace más probable la detección de las manchas y el descarte en los huevos blancos.
- La edad de la gallina: las gallinas de mayor edad, que están al final de su ciclo de puesta de huevos, y las gallinas más jóvenes que comienzan a poner huevos tienden a poner más huevos que contienen manchas de sangre.
- La alimentación y el estrés: algunas investigaciones apuntan a que una mala alimentación de la gallina (con déficits de vitamina A y vitamina D) y el estrés también pueden aumentar las probabilidades.
Hay distintos tipos de manchas y su origen es también diferente:
- Manchas rojas o de sangre: suelen aparecer en la yema del huevo y, al contrario de lo que se cree popularmente, no indican que un huevo haya sido fertilizado. Provienen de la ruptura de pequeños vasos sanguíneos en los ovarios de la gallina o en el oviducto, el conducto por el que pasan los óvulos desde los ovarios hasta salir fuera. También pueden aparecer en la clara del huevo, y en este caso significa que el sangrado se produjo después de que el óvulo se liberara en el oviducto.
- Manchas marrones: aparecen en la clara del huevo y pueden ser pequeños fragmentos te tejido del sistema reproductivo de la gallina o sangre que se ha oxidado.
¿Qué hacer si encuentras estas manchas en los huevos?
Una pequeña mota roja en la yema o una manchita marrón en la clara puede ser algo antiestético, pero no tiene otra importancia.
Si te encuentras una de estas manchas, simplemente puedes retirarla con un tenedor y disfrutar del resto del huevo sin preocupaciones, puesto que no comprometen la seguridad ni el valor nutricional del huevo, que sigue siendo un alimento tremendamente nutritivo.
Recuerda, no obstante, que consumir huevos crudos o poco cocidos (ya contengan manchas de sangre o no) aumenta el riesgo de salmonelosis, una infección con la bacteria Salmonella que puede provocar diarrea, fiebre y calambres abdominales. Es por ello que se recomienda comer los huevos bien cocidos.
¿Qué señales alertan de que un huevo no está en buen estado?
Determinadas señales sí que pueden alertarnos de que un huevo puede estar en mal estado y debemos desecharlo, por ejemplo:
- En la cáscara: grietas, una textura viscosa o polvorienta, o un color fuera de lo normal.
- En la clara: Un color inusual (rosado, verdoso o rojizo) indica que pueden contener bacterias que provocan su descomposición. También conviene descartar el huevo si la yema tiene una consistencia líquida o un aspecto demasiado transparente, o si al romper el huevo la yema se extiende demasiado.
- En la yema: si es demasiado grande o plana, si tiene un color opaco o no tiene una forma firme o redondeada.
Pruebas para comprobar la frescura del huevo
Hay algunas pruebas muy simples que puedes hacer tu mismo en casa y que pueden darte pistas sobre si el huevo es fresco y tiene, por lo tanto, menos probabilidades de estar en mal estado:
- Prueba de flotación: pon el huevo en un bol con abundante agua. Si se va al fondo, es muy probable que sea fresco. En cambio, si flota es una señal de que no es viejo. No significa necesariamente que sea malo, pero sí que es de menos calidad y tiene más números para estar en mal estado.
- Prueba de sonido: agita suavemente el huevo. Los huevos frescos no hacen sonido. Si notas un ruido de chapoteo, indica que el huevo ya no está fresco.
- Prueba del olfato: esta es una prueba definitiva. Si al romper el huevo notas un olor a podrido o sulfuroso, significa que se ha echado a perder y debes tirarlo.