UNA BUENA SALSA TIENE TRUCO
Cualquier plato resulta más sabroso y apetecible cuando se combina con una buena salsa. El único problema es que puede disparar las calorías del plato, por eso muchas veces optamos por no añadirla. Y es cierto que hay preparaciones excesivamente energéticas, como la mayonesa o la salsa rosa, que pueden triplicar el aporte calórico de una ensalada verde, una verdura al vapor o un pescado a la plancha.
Sin embargo...
- Una salsa de yogur (con cúrcuma, mostaza, etc.) o de frutos rojos no solo suma pocas calorías, sino que enriquecerá tus recetas con sus nutrientes.
- El secreto a la hora de prepararlas está en elegir bien los ingredientes y tomarlas en su justa medida (una cucharada sopera es más que suficiente para realzar el sabor de un plato sin enmascararlo).
- Incluso salsas calóricas como la bechamel, la tártara o la de queso pueden aligerarse.
Salsa vinagreta
Te brindamos una opción extra fácil de preparar y muy saludable:
- Sencilla. Aceite, vinagre y sal son sus ingredientes básicos (tres partes de aceite por una de vinagre).
- Versátil. Admite muchas variaciones. Por ejemplo, si añades zumo de limón, pimienta, cebollino y mostaza obtienes una vinagreta de mostaza.
- Calórica. Solo una cucharada de aceite de oliva ya aporta 90 kcal, por lo que no conviene que te excedas al consumirla.