Aunque en España nunca le hayamos dado importancia a los horarios de las comidas, muchos nutricionistas nos vienen advirtiendo de que la alimentación sí que tiene horarios. Para nosotros, los países del norte de Europa siempre nos han parecido los "bichos raros" por comer a las 12:00 h o cenar a las 17:00 h. Ahora, es nuestro estilo de vida y nuestro horario el que se pone en juicio ante los expertos en la materia. Y es que se nos dice que hay que mirar al norte para aprender a cenar.
Se ha investigado en más de una ocasión cómo afecta al metabolismo las cenas tardías y hasta qué punto se les podía echar la culpa del sobrepeso. El problema surge en España cuando la cena no solo es tardía, sino que es también copiosa. El nutricionista Luis Alberto Zamora advierte que: “Las horas a las que desayunamos, comemos y cenamos pueden aumentar nuestra salud cardiovascular y es importante saber cuáles son las mejores.”
Cómo afecta el horario de las comidas
Cuándo y qué comemos en distintos momentos del día influye en la capacidad de cada uno para perder kilos. “Cuando los órganos que participan en la digestión no están sincronizados, se produce un peor vaciamiento gástrico y se acumulan más grasas” advierte la nutricionista María T. López.
Por su parte, el nutricionista Luis Alberto Zamora volvía a confirmar que para estar sano no solo es importante qué comemos, sino también cuándo lo hacemos. A primera hora de la mañana segregas hormonas que activan el metabolismo para quemar calorías y conseguir la energía que necesitas para funcionar. Por la noche, sin embargo, las células encargadas de almacenar grasa (los adipocitos) están en modo "descanso" y no trabajan tanto para quemar, por lo que conviene huir de las grasas y los azúcares.
Pero no solo hay que tener en cuenta los horarios para mejorar nuestro metabolismo, sino porque también pueden aumentar nuestra salud cardiovascular. Según explica Luis Zamora: "El mejor momento para desayunar es sobre las 8 de la mañana, cuando llevemos al menos una hora desde que nos ha dado el sol.” Esto es debido a que nuestro cuerpo ya está completamente despierto y el cortisol se encuentra es su punto óptimo.
Por otro lado, la comida es importante realizarla antes de las 14 horas, ya que los picos de azúcar son menos frecuentes y la insulina es más efectiva. "Atender a las horas puede convertirse en nuestro seguro de vida", declara el nutricionista.
Para acabar, el nutricionista insiste reiteradamente que las cenas se deben hacer antes de las 21 horas, ya que realizarlas más tarde aumenta un 28% nuestro riesgo cardiovascular. Es fundamental tener en cuenta también que hay que dejar un margen de dos horas entre la cena y la hora de acostarse para poder hacer bien la digestión.
LAS VENTAJAS DE CENAR TEMPRANO
En una investigación realizada por los científicos de Harvard especificaron que dos hormonas, la grelina y la leptina, son las que controlan el hambre y la sensación de saciedad. Por la noche, los niveles de ambas hormonas bajan. Por lo tanto, cenar más tarde conlleva el riesgo de comer más de la cuenta, ya que se tiene más hambre y menos sensación de estar lleno.
Además, las personas de dicha investigación que comían más tarde favorecían que el metabolismo creara más tejido adiposo, el que almacena la grasa, que se quemen calorías más lentamente y que aumente la grasa.
Observando los resultados de las personas que tomaron la cena mucho antes, que es lo habitual de los países nórdicos de Europa, ocurre todo lo contrario. Para estas personas, el metabolismo se mantenía activo y jugaba a su favor. Cuando se cena a la hora adecuada, las calorías ingeridas se queman antes y, por tanto, no se acumulan en forma de kilos de más en el cuerpo.
Lo mismo ocurre si no duermes lo suficiente. Las personas que se acuestan tarde y duermen poco ingieren más calorías en la cena que en el desayuno y, por tanto, acumulan más grasa. Si no descansas lo suficiente disminuye la producción de leptina, que reduce la sensación de apetito, y aumenta la producción de grelina, la hormona que se produce en el tejido gástrico y que hace que sintamos el estómago vacío.