La hipertensión o tensión arterial alta ocurre cuando la presión de la sangre en los vasos sanguíneos es demasiado alta. Por lo general, hablamos de hipertensión cuando hay una presión arterial sostenida de 140/90 mmHg o más.
Uno de los problemas de esta enfermedad es que no provoca síntomas, con lo que a menudo no se le pone remedio, aunque va causando daño en los vasos sanguíneos y aumenta el riesgo de varios problemas de salud, como enfermedades cardíacas, derrames cerebrales e insuficiencia renal.
Según la Sociedad Española de Hipertensión-Liga Española para la Lucha contra la Hipertensión Arterial (SEH-LELHA), 14 millones de españoles sufren hipertensión y unos 4 millones estarían sin diagnosticar.
Una vez detectado el problema, se trata de atajarlo y, para ello, sabemos que una dieta baja en sal y la práctica regular de ejercicio moderado pueden ayudar a recuperar unos registros saludables.
En cuanto a la dieta, es importante señalar que no solo se trata de reducir la sal que echamos al plato, sino de evitar o reducir muchos otros alimentos que por su contenido en determinadas sustancias, no solo el sodio, se configuran como un enemigo "oculto" para la salud cardiovascular. Hemos recogido 9 alimentos que suben la tensión y que prueban que la culpa no es siempre de la sal.
Los fritos suben la tensión arterial
Además de los ingredientes que escojamos, la forma de cocinar puede hacer que el plato que estemos preparando nos suba la tensión arterial o que, por el contrario, resulte de lo más saludable.
La técnica culinaria que debemos evitar por muchas razones es la fritura, ya que favorece el sobrepeso y las patologías cardiovasculares, entre ellas la hipertensión.
Esto se debe a que cuando freímos un alimento, el resultado final siempre posee mayor contenido graso que el alimento del que parte, ya que la fritura consiste en la inmersión completa de un alimento en un medio lipídico caliente (grasa o aceite). Por este motivo, son preferibles las preparaciones al vapor, al horno o cocidas.