El hígado se encarga de eliminar toxinas. Es el gran depurador de nuestro cuerpo y por eso es fundamental que lo cuidemos. Uno de los riesgos mas extendidos es el hígado graso, la enfermedad hepática más extendida en el mundo y también la más infradiagnosticada.
Se calcula que afecta a más de un tercio de la población. Como en la mayoría de casos no presenta síntomas evidentes (cansancio o pesadez en las comidas), no se le da importancia o se atribuye a un atracón, estrés u otros motivos.
Al hígado graso sí hay que prestarle atención porque aumenta el riesgo de hepatitis, cirrosis o cáncer de hígado. Hay formas de evitar su aparición o mejorar su pronóstico a través de la alimentación. Unos científicos quebequeses de la Universidad de Laval (Canadá) han descubierto una de las mejores.
Los beneficios que aporta el camu camu
Estos investigadores tenían sospechas de que el camu camu, una fruta exótica y muy ácida propia de la zona amazónica, podía ser beneficiosa por su interesante contenido nutricional.
Hicieron la prueba. Pidieron a treinta voluntarios que tomaran durante doce semanas extracto de camu camu o un placebo. Al final de la prueba, los que habían tomado el extracto de esta fruta había reducido en un 7,43% los lípidos (grasas) del hígado.
Los que tomaron el placebo y una dieta idénticas a los otros sufrieron un aumento del 8,4% de grasa hepática. “Supone una diferencia de más del 15,8%”, ha explicado el doctor André Marette, director del estudio.
Para este investigador, la clave está en los polifenoles que contiene el camu camu. Estos compuestos naturales de la planta “podrían ayudar a reducir la formación de gotas de grasa en el hígado y también podrían estimular la oxidación y desaparición de esta grasa”, ha explicado el doctor.
La explicación es probable que sea una combinación de ambos factores. Y eso explica la alta eficacia de este extracto.
No todos los suplementos sirven
Otro de los aspectos que ha puesto en evidencia la investigación es que no a todos los participantes les ha servido igual el extracto de camu camu. La explicación en este caso está en cómo interactúa con la microbiota intestinal.
“Nuestra hipótesis es que la microbiota intestinal influye en la respuesta a los polifenoles”, ha añadido el doctor Marette. La microbiota metaboliza las moléculas grandes de polifenoles que no pueden ser absorbidas por el intestino y las transforma en moléculas más pequeñas. Si no conseguir reducirlas, el cuerpo no puede asimilarlas y disminuir la grasa hepática.
Por eso, el siguiente reto de los investigadores es averiguar cuál es la microbiota ideal para que los polifenoles hagan el máximo efecto.
Otro punto que hay que tener en cuenta es que no todos los extractos de camu camu conservan las cantidades adecuadas de polifenoles. Hay que mirar bien la etiqueta. El profesor Marette apunta que una fruta equivalente podrían ser los arándanos. Falta hacer estudios con ella y los efectos de combinar arándanos y camu camu.
Por qué aparece el hígado graso
La aparición del hígado graso se relacionó durante mucho tiempo con un exceso de alcohol. Sin embargo, estudios posteriores comprobaron que es más habitual en personas que no toman alcohol.
Los motivos más probables de que aparezca son: el sobrepeso, niveles altos de colesterol y triglicéridos, la diabetes, la periodontitis, la pérdida de peso muy brusca y la contaminación.
Para evitar el riesgo, conviene reducir el consumo de alcohol, harinas y cereales no integrales, la bollería industrial y el exceso de grasa animal y lácteos enteros.
En España el número de afectados está entre el 20% y el 30% de la población, según datos de la Sociedad Española de Patología Digestiva. Es más común en las mujeres de edad mediana. Suponen el 70% de casos.
Otros alimentos que evitan el riesgo
Además de no ser habitual en nuestros mercados, el camu camu es muy ácido. No es una fruta para tomar sola. Se suelen preparar helados o mermeladas que suavicen su sabor. Por eso es más habitual su consumo en suplementos.
Además de esta fruta y los arándanos, hay otros alimentos que pueden ayudarnos a evitar el hígado graso. Las recomendaciones generales son:
- Aumenta el consumo de verduras frescas: apio, espinacas, escarola, rúcula.
- Alimentos antioxidantes: espárragos, brócoli, ajo y cebollas.
- Alimentos ricos en vitamina E: aceite de oliva virgen, aguacate o frutos secos.
- Ácidos grasos omega 3: presentes en el pesado azul y las nueces.