Dra. Mª Dolores De la Puerta: "Los alimentos que a la microbiota le gustan especialmente son la fibra, los fermentados y los polifenoles"

Una microbiota saludable es fundamental para que nuestras defensas estén en plena forma y asimilemos bien los nutrientes. Para cuidar estas bacterias beneficiosas hay tres tipos de alimentos que son especialmente útiles. Nos lo recuerda la doctora María Dolores de la Puerta.

Pablo Cubí
Pablo Cubí del Amo

Periodista

Actualizado a

mujer tomando café

Los polifenoles del café o del té están entre los nutrientes que benefician la microbiota.

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La microbiota intestinal se ha convertido con los años en uno de los factores más importantes de nuestra salud no solo digestiva, sino general. Las investigaciones que han ido apareciendo desde mediados del siglo XX han confirmado que son algo más que unas bacterias que intervienen en la descomposición de los alimentos que ingerimos.

Son billones de microorganismos, bacterias y también hongos, virus y protozoos. Su variedad es inmensa. Tan grande que queda mucho por saber de ellos. Por eso, lo que en principio se llamaba flora intestinal ha ido evolucionando a microbiota, que los engloba más. Y no solo eso, los científicos ya prefieren referirse al microbioma, que incluye todo el ambiente en el que se mueven.

Esta microbiota o microbioma coexiste con nuestro cuerpo desempeñando funciones esenciales para la salud, como la digestión, la extracción de vitaminas y la regulación de nuestras defensas. También influye en la salud mental y un largo etcétera.

El 90% de las enfermedades se relacionan de un modo u otro con la microbiota. Así que es importante asegurarnos de que nuestra microbiota esté bien.

Los alimentos que ayudan a la microbiota

Estos microorganismos se alimentan de lo que comemos nosotros. Sin que pensemos en ello, cuando nos alimentamos parte de lo que comemos se lo damos a ellos. De hecho, algunos alimentos nosotros no los necesitamos. Los comemos por nuestras bacterias para que puedan realizar sus funciones y nos ayuden a mantenernos saludables.

@cope_es 🦠🥛 ¿La leche de vaca es tan buena como creemos? Dolores de cabeza, cansancio, #alergias… La Dra. María Dolores de la Puerta, experta en #microbiota,♬ sonido original - COPE

Es lo que ha recordado la doctora María Dolores de la Puerta, durante una entrevista en la cadena COPE. Hay alimentos que nos ayudan a mejorar la salud intestinal y otros que la perjudican y puedan hacerla enfermar, potenciando la aparición y el crecimiento de bacterias dañinas.

“Hay tres tipos de alimentos que a la microbiota le gustan especialmente: la fibra, los alimentos fermentados y una molécula que a la microbiota le encanta y que son los polifenoles”, ha explicado la doctora.

En el lado contrario estarían los alimentos que van a influir más en perjudicarla. Son ya conocidos: los ultraprocesados, porque contienen aditivos, conservantes y colorantes. Ninguno de ellos útil. Además, el azúcar blanco (muy habitual en estos productos industriales) también es perjudicial en exceso.

Qué comer para ayudar a la microbiota

La fibra es el principal alimento de la microbiota. Es lo que come ella y no nosotros. Cuando tomamos fibra lo que hacemos es sobre todo alimentarla. Como bien sabes, la fibra la conseguimos de los cereales integrales. De ahí que conviene desterrar el pan blanco de nuestra dieta.

La microbiota y el cáncer

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También nos aportan mucha fibra las legumbres, las verduras, como la lechuga, y las frutas, especialmente la parte de la piel, que muchas veces descartamos.

“Los alimentos fermentados son el yogur, la cuajada, el kéfir o el queso”, recuerda la doctora De la Puerta. Estos alimentos ayudan a repoblar la microbiota, porque contienen microorganismos vivos útiles como los que ya tenemos. Por eso se les llama alimentos probióticos.

Finalmente, los polifenoles se encuentran sobre todo en fruta, verdura y algunos otros alimentos. También sirven de alimento a las bacterias beneficiosas y fomentan su crecimiento. A la vez, colaboran al frenar el crecimiento de bacterias dañinas.

Las bacterias metabolizan los polifenoles y generan compuestos que tienen propiedades antiinflamatorias y antioxidantes, ayudando a las células a regenerarse.

La doctora ha recomendado conseguir polifenoles tomando sobre todo: frutos rojos, granada, aceite de oliva, cacao, café o té, setas y champiñones.

Las dudas sobre la leche de vaca

Otro de los temas que plantea la experta es la conveniencia de la leche como bebida. Es un alimento que no todo el mundo tolera bien. Tratada en forma de queso o yogur es menos problemática.

“No soy partidaria de la leche de vaca líquida en un contexto de desorden de la microbiota”, puntualiza. Su recomendación cuando la persona tiene problemas digestivos o tiene inflamación es eliminar su consumo. Y “empezar con un lácteo fermentado de cabra u oveja, que se tolera mejor que la proteína de la leche de vaca”, añade.

En sí, la leche de vaca no perjudica a la microbiota. Lo que pasa es que la tolerancia varía. Sigue siendo un alimento muy nutritivo, con grasas y proteínas saludables. Las personas intolerables a la lactosa, un tipo de azúcar natural que se encuentra en la leche, son las que van a verse más afectadas, con hinchazón y problemas intestinales.

Si te gusta la leche y no te sienta mal, no dejes de tomarla. Eso sí opta por leche de buena calidad, preferiblemente orgánica o sin procesar en exceso, que puede ser más beneficioso para la microbiota.