El jengibre se ha usado tradicionalmente con diversos fines medicinales y actualmente cada vez hay más evidencia científica que avala sus propiedades curativas en diversos trastornos de la salud.
Es uno de los usos que más popularidad ha ganado en los últimos tiempos para combatir síntomas de los resfriados y gripes, en especial el dolor de garganta. Pero ¿funciona realmente? ¿cómo hay que tomarlo? Lo analizamos a continuación.
Beneficios del jengibre para el dolor de garganta
El jengibre (Zingiber officinale) es una planta de la familia de las zingiberáceas (igual que la cúrcuma) originaria del sudeste asiático. Lo que usamos, tanto en la cocina como para fines medicinales, es el tallo horizontal subterráneo (el rizoma).
Hace siglos que el jengibre se usa como remedio tradicional para distintas dolencias y en los últimos años diversas investigaciones han corroborado efectos positivos para las náuseas, para los problemas digestivos o para enfermedades inflamatorias como la artritis. Y es que el jengibre tiene propiedades antioxidantes, antimicrobianas y antiinflamatorias.
El médico de familia Alberto Sanagustín explica en su canal de YouTube (que cuenta con más de 2,25 millones de suscriptores) que puede tener beneficios antiinfecciosos, tal y como se ha visto en estudios de laboratorio en los que se han investigado los extractos secos de jengibre contra algunas bacterias. No obstante, hace falta más investigación para confirmarlo.
“También se ha utilizado, por ejemplo, en gripes o en resfriados, pero sobre todo para ayudar por sus efectos antiinflamatorios”, explica. Este efecto antiinflamatorio es lo que puede contribuir a aliviar el dolor de garganta.
Preparación del té de jengibre paso a paso
El jengibre está disponible en diversos formatos: la raíz, en polvo, en forma de suplemento… Una de las mejores formas de tomarlo para aliviar el dolor de garganta es en forma de té o decocción. De este modo, además de disfrutar de sus propiedades antiinflamatorias, te hidratarás, uno de los factores más importantes para la recuperación de los resfriados y otros problemas respiratorios.
Para preparar un té de jengibre, el Dr. Alberto Sanagustín recomienda utilizar dos o tres centímetros de raíz de jengibre y 500 mililitros de agua (unas dos tazas).
Cómo preparar un té de jengibre:
- Lava, pela y corta en rodajas el trozo de jengibre o rállalo.
- Pon el agua en un cazo en el fuego.
- Cuando el agua hierva, introduce el jengibre. Baja el fuego y cuécelo a fuego lento durante 15 a 20 minutos para que sus compuestos se vayan diseminando por el agua.
- Apaga el fuego y déjalo que enfríe un poquito antes de colarlo para desechar los trozos de jengibre que queden. El líquido resultante es el que hay que beber.
Si quieres, puedes usar un edulcorante. “Hay gente que le echa un poquito de azúcar o que le pone un poco de jarabe de arce o incluso alguna rodaja de limón o un poco de zumo de limón”, sugiere el doctor.
En caso de que no tengas raíz de jengibre, también puedes hacerlo con jengibre en polvo. En este caso, para 250 mililitros de agua puedes usar media cucharadita de jengibre.
Otras maneras de aliviar el dolor
La mayoría de las veces, el dolor de garganta se debe a una infección vírica, con lo que tomar antibióticos no va a ayudar a curarlos, pues estos sirven para combatir las bacterias.
Más allá del jengibre, hay otros remedios que pueden aportar un gran alivio en caso de dolor de garganta, como estos que recomienda la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (SEMFyC):
- Buena hidratación: la deshidratación puede contribuir a la irritación de las mucosas y a la tos, que irrita aún más la garganta. Bebe en abundancia (de agua, tés, infusiones…), vigilando que el líquido no esté demasiado frío ni caliente. Evita el alcohol y café, que pueden contribuir a la deshidratación.
- Gárgaras: hacer gárgaras con un vaso de agua con una cucharadita de sal puede ayudar a reducir la hinchazón y la irritación en la garganta.
- Caramelos: chupar caramelos sin azúcar estimula la producción de saliva, lo que mejora tanto la hidratación como el flujo de mucosidad en la garganta.
- Vahos: tal como señalan desde la SEMFyC, “los vahos y vaporizaciones (humidificador) pueden aliviar o prevenir algunas irritaciones de la garganta causadas por la respiración de aire seco con la boca abierta”.
- Evita fumar: el tabaco no hará más que irritar la garganta y agravar el dolor.
- Medicamentos: de acuerdo con la SEMFyC, el paracetamol y el ibuprofeno pueden ayudar en caso de fiebre o dolor, a las dosis que recomiende el médico. Por otro lado, si te recetan antibióticos, recuerda que, aunque ya te encuentres bien, debes seguir tomándolos hasta cumplir todo el tratamiento completo para evitar recaídas y complicaciones.
En caso de que tengas fiebre (por encima de 38,5 °C), sospeches que puedes tener anginas, pus en la garganta, ganglios dolorosos en el cuello o notes un dolor intenso al tragar, debes acudir al médico para que te haga una exploración y valore si necesitas algún tipo de tratamiento.