Los 12 cereales que debes incluir en tu dieta (con y sin gluten)

Todos conocemos cereales como el trigo, el arroz o el maíz. Sin embargo, hay muchos otros que es menos habitual que formen parte de la dieta, como el bulgur, el teff o el amaranto. Te descubrimos sus propiedades.

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Eva Carnero

Periodista especializada en bienestar y nutrición

Maria Carmen Japaz
Maria Carmen Japaz

Dietista Nutricionista

Actualizado a

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El amaranto es fuente de proteínas y resulta especialmente interesante para los deportistas.

En su conjunto, los cereales son una parte importante de la dieta habitual de las personas. Pero hay algunos muy populares, como el maíz, el arroz, el trigo, o la avena; otros que han ido ganando terreno en los últimos años, como la espelta, la quinoa o el trigo sarraceno; y otros que, pese a sus propiedades saludables, apenas se conocen, como pueden ser el mijo, el bulgur, la cebada o el teff.

A continuación verás 12 cereales que deberían formar parte de cualquier dieta completa y equilibrada. Esperamos que esta información te sirva para romper la inercia y no tardes en incorporarlos en tu alimentación diaria. En el caso de ser celíaco también cuentas con un muchas opciones.

¿por qué se recomiendan los cereales integrales?

Los expertos en nutrición aseguran que para aprovechar al máximo sus virtudes nutricionales hay que consumir los cereales integrales, es decir, enteros, ya que así conservan todos sus nutrientes y su fibra insoluble.

En concreto, estos son algunos de los beneficios más sobresalientes vinculados a su consumo.

  • Reduce la incidencia del cáncer colorrectal en un 17%, según un Estudio realizado en el Imperial College de Londres y publicado en British Medical Journal.
  • Previene los infartos. Las personas que consumen más cereales integrales sufren un 30% menos de enfermedades cardiovasculares.
  • Disminuye las posibilidades de sufrir diabetes tipo 2. Por el contrario, el consumo de harinas refinadas favorece su aparición.
  • Ayuda a controlar el peso y evita que la grasa se acumule en el abdomen, según un estudio publicado en Public Health Nutrition.