Si alguna vez has tenido hipo, seguramente lo asocias con esa sensación un tanto molesta de “hip” repetitivo, que al principio puede parecer divertido, pero rápidamente se convierte en una verdadera incomodidad.
Cuando dura poco
El hipo es una contracción involuntaria (no lo podemos controlar) y repetitiva del diafragma, el músculo que separa el tórax del abdomen y que juega un papel clave en la respiración.
El cierre rápido de las cuerdas vocales da lugar al característico sonido. Algunos expertos creen que podría ser un vestigio de nuestra etapa temprana de desarrollo, diseñado para expulsar el aire atrapado en el tubo digestivo.
Entre las causas comunes está cambiar de postura de forma brusca y comer rápido sin beber suficiente agua, lo que hace que los alimentos no se muevan bien por el esófago. También influye tomar bebidas carbonatadas o alcohol, ya que resultan especialmente irritantes para el diafragma. Los cambios bruscos de temperatura en el estómago, por ejemplo, al beber algo muy frío o muy caliente, es otro factor desencadenante.
Esas situaciones activan los nervios implicados en el reflejo del hipo: el nervio frénico, que controla el diafragma, y el nervio vago, que conecta el cerebro con el abdomen. Precisamente porque el nervio vago queda irritado, también puede darse tras someterse a una cirugía abdominal.
Si persiste horas o días
El hipo agudo puede durar varias horas y, cuando ocurre, nos está avisando de que tenemos estrés, ansiedad, reflujo gastroesofágico o algún dolor que está activando ese reflejo.
- No suelen ser casos preocupantes, pero si es recurrente, sí hay que hablarlo con el médico. Además, es una buena razón para abordar y tratar la causa última que lo está provocando.
- Cuando el hipo dura más de dos días se conoce como hipo persistente, y lo habitual es que se acompañe de síntomas como dificultad para respirar, sudoración, dolor en el pecho o pérdida de peso. Todo eso podría ser señal de un problema más serio que debe ser atendido con celeridad.
¿Ciertos fármacos pueden causarlo?
Así es. Algunos medicamentos, como los siguientes, dan hipo como efecto secundario:
- Anestésicos generales como los que son usados durante las cirugías, es posible que puedan irritar los nervios del diafragma.
- Corticoides, como la dexametasona, pueden alterar la señal química del sistema nervioso.
- La quimioterapia, en ocasiones, causa desequilibrios de electrolitos que llevan a tener hipo.
- Barbitúricos y otros medicamentos para tratar la ansiedad o inducir el sueño alteran la acción cerebral.
Cómo frenar el hipo en casa y en la consulta
Las técnicas se centran en estimular los nervios vago y frénico.
- Aguantar la respiración aumenta los niveles de dióxido de carbono en la sangre y relaja el diafragma.
- Beber agua fría lentamente también puede ayudar al activar el nervio vago, lo que interrumpe las contracciones involuntarias.
- Provocar un reflejo nauseoso suave, presionando con cuidado la parte posterior del paladar, o apretar muy suavemente los ojos cerrados permite estimular este mismo nervio.
Cuando los remedios caseros no son suficientes, se utilizan medicamentos como la clorpromacina (un antipsicótico que relaja los músculos del diafragma), el baclofeno, un relajante muscular que se usa para tratar espasmos graves, y la metoclopramida, que mejora el vaciamiento gástrico y reduce el reflujo.
En los casos más extremos, pueden ser necesarias otras
intervenciones. El bloqueo quirúrgico del nervio frénico es una opción que se considera cuando ha fallado todo lo demás. Pero es fundamental tratar la causa que genera el hipo persistente, que puede incluir infecciones, desequilibrios metabólicos o incluso tumores.
a veces puede haber un problema serio detrás
Existe otro tipo de hipo, el refractario, que persistey no desaparece con ningún método practicado en casa, lo cual indica con mayor contundencia la existencia de un problema serio.
- Los problemas gastrointestinales severos, como una gastritis o reflujo crónico, son una de sus posibles causas. También neurológicos, como un tumor o un ictus, que son situaciones que afectan directamente a los nervios implicados en el hipo.
- ¿Puede ocurrir por una diabetes descompensada? Efectivamente, ese trastorno metabólico, al igual que la insuficiencia renal o una alteración de la tiroides, puede estar detrás de estos casos.
- Igualmente puede acompañar a un infarto de miocardio o junto a un tumor en el tórax o el abdomen que comprima ciertos nervios. Son situaciones más extrañas, pero posibles.