Detectada en España la presencia masiva de una garrapata que puede transmitir enfermedades graves

La garrapata transmisora de la grave fiebre hemorrágica de Crimea-Congo también está en España. Se ha detectado su presencia masiva en entornos de ciudades como Barcelona, por ejemplo. Los expertos piden que se pongan carteles de advertencia sobre qué podemos hacer.

Pablo Cubí
Pablo Cubí del Amo

Periodista

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ISTOCK

Los especialistas en control de plagas han alertado sobre la necesidad de que se pongan nuevas medidas ante el aumento de la presencia de un tipo de garrapata, la del género Hyalomma, que se está extendiendo en España. No se trata de una garrapata sin más, sino de una especie de riesgo puesto que es uno de los medios de transmisión de la peligrosa fiebre hemorrágica de Crimea-Congo.

La presencia de la garrapata no es nueva. En primavera de 2022 hubo dos personas muy graves (una falleció) que se contagiaron de esta enfermedad tras ser picados por la garrapata en la comarca del Bierzo, en León.

La alerta llega ahora por el importante aumento que se ha detectado en un estudio en zonas muy pobladas de Cataluña, como los alrededores de Barcelona.

Por qué es peligrosa la garrapata Hyalomma

El estudio que se acaba de actualizar en Cataluña ha confirmado que se expande rápidamente la presencia de la garrapata Hyalomma lusitanicum (uno de los dos tipos de esta especie que hay en España). Se ha detectado en lo que es todo el área metropolitana de Barcelona, que es una de las más densamente pobladas del país.

Otros estudios previos también habían detectado su presencia en zonas extensas de las dos Castillas, Extremadura y Andalucía. Y en menor grado en Galicia. Estos incrementos que la han convertido en una plaga se deben sobre todo a dos factores:

  • El aumento de la temperatura, ya que antes no aguantaban los fríos inviernos.
  • La presencia de animales como el jabalí y el conejo también cerca de entornos urbanos. Estos animales son huéspedes habituales de garrapatas.

La particularidad de esta especie de garrapata es que no es pasiva como otras. La mayoría de garrapatas están en plantas a la espera de que pase rozando una persona o un animal. La Hyalomma no espera, sino que en cuanto detecta la presencia (gracias a la respiración, por ejemplo) corre hacia ella.

Más allá de que puede provocar irritación y alergias en la piel, las garrapatas son un problema porque pueden transmitir infecciones, como la enfermedad de Lyme. Y esta especie además se sabe que es el vector transmisor de esta fiebre hemorrágica Crimea-Congo, con una tasa de mortalidad desconocida, pues varía del 3% al 40% según el país.

En qué consiste la fiebre hemorrágica

Esta enfermedad, transmitida por un virus, se contagia mayoritariamente a través de la garrapata, aunque también por el contacto de las secreciones y fluidos del paciente. No hay ni vacuna ni tratamiento específico efectivo. Al paciente se le intentan frenar los síntomas y ayudar al sistema inmune a luchar contra la enfermedad.

Por tanto, la prevención de esta fiebre hemorrágica se basa en hospitalización y aislamiento de los enfermos y reducir en los posible la población de garrapatas y evitar su picadura. Esta es la razón por la que los expertos han querido hacer una llamada de atención.

Ahora es el momento, porque entre abril y julio la garrapata pasa por su estado adulto y es cuando busca huéspedes para poder alimentarse y poner sus huevos.

Pese a que en España se han dado 8 casos desde 2020, hay que aclarar que en los análisis hechos en las garrapatas de la zona de Barcelona y Tarragona no se ha detectado el virus de la fiebre hemorrágica.

Cómo evitar la picadura de la garrapata

Lo que más preocupa a los expertos es que la garrapata se extiende junto a colegios y empresas situados no en el centro urbano pero en la periferia. También en zonas de caminos campestres. Así que la primera opción sería avisar a la gente: Poner carteles advirtiendo a las personas de que durante estos meses se debe tomar precauciones”, proponía el especialista Carlos Pradera, en La Vanguardia.

Estas precauciones son las mismas que con cualquier otro tipo de garrapatas:

  • No dejar los brazos y piernas descubiertos, llevar calzado cerrado, no sandalias, y mejor con calcetines largos. La ropa en colores claros les atrae menos.
  • No salirse de los caminos señalizados y, en todo caso, vigilar bien al desvestirnos, sobre todo en los pliegues de la piel, como la ingle, las axilas o detrás de las orejas.
  • Utilizar repelentes específicos, especialmente si hacemos camping. Aplicados en la ropa y en zonas específicas como el cuello y detrás de las rodillas.

En el caso de que detectemos una garrapata, no hay que alarmarse ni intentar quitarla en seguida de cualquier manera. Puedes dejar la cabeza dentro y empeorar la herida. Para quitarla, se ha de arrancar cogiéndola de la cabeza con una pinzas finas y tirando con determinación.

Una detección temprana es crucial para evitar que nos contagien este tipo de enfermedades. Si tienes mascota, es importante también tenerlos muy controlados y aplicarles antiparasitarios externos.