Una buena higiene del sueño con hábitos encaminados a dormir mejor es clave para lograr un descanso reparador. Controlar la ansiedad, seguir unos horarios de sueño, no realizar ejercicio intenso a última hora del día, no hacer cenas copiosas o no exponerse a la luz azul de las pantallas antes de dormir son algunos de los pilares para mejorar el descanso.
A la lista de pautas para dormir mejor y de alimentos o productos naturales que también pueden ayudar a combatir la ansiedad y a conciliar el sueño se suma una nueva recomendación: la utilización de mantas pesadas. Pero ¿qué son exactamente y qué utilidad tienen estas mantas que pesan tanto?
qué es una manta pesada
Las mantas pesadas pueden pesar entre 4 y 15 kg. Para conseguir el efecto deseado su peso debe rondar el 10% de tu masa corporal.
Suelen tener el aspecto de un edredón y están rellenas de microperlas o granos de vidrio tratado (también las hay rellenas de bolitas de plástico). Algunas tienen además capas adicionales de tela para aumentar el peso.
El peso está distribuido homogéneamente por toda la manta gracias a las costuras que reparten perfectamente el material de relleno. En el caso de los niños, existen mantas entre 2 y 4 kg de peso que son aptas para niños a partir de 10 kg.
Beneficios de dormir con una manta pesada
El peso adicional y bien repartido por todo el cuerpo que genera la manta crea una suave presión localizada sobre los músculos que te relaja como si fuera un masaje, señala Blanky, compañía pionera en la fabricación de mantas pesadas en España y Portugal.
Se ha demostrado que esa presión general sostenida reduce el cortisol y aumenta los niveles de serotonina y dopamina, lo que calma el sistema nervioso y logra una sensación de bienestar. Así pues, la diferencia entre usar una manta pesada y dormir con edredón es que la primera:
- Ayuda a reducir la tensión y el estrés.
- Produce un efecto relajante.
- Ayuda a conciliar el sueño y, con el uso diario, se regula el ciclo del sueño.
- Ayuda a mantenerse en un sueño profundo.
- Reduce la ansiedad.
Qué dicen los estudios sobre el efecto de la mantas pesadas
Un reciente estudio de la Academia Americana de Medicina del Sueño publicado en septiembre de 2020 ha probado que cerca del 60% de los pacientes con insomnio que durmieron durante al menos 4 semanas con una manta pesada redujeron en más de un 50% su ISI (Índice de Severidad del Insomnio) en comparación con el grupo de control.
"Los resultados de este estudio preliminar son realmente esperanzadores para valorar las mantas pesadas como posible opción de tratamiento en pacientes con insomnio", asegura el Dr. Javier Albares, director de Medicina del Sueño Doctor Albares del centro médico Teknon.
"Cuantas más herramientas terapéuticas tengamos para tratar el insomnio mejor, y quizá podríamos plantearnos que las mantas pesadas puedan ser una de estas alternativas", concluye.
Otros estudios internacionales e investigaciones de la Universidad de Massachussets revelan que el uso de manta pesadas incrementa la sensación de comodidad en un 76% de los usuarios, reduce los niveles de ansiedad en un 63% y el 88% de los usuarios asegura dormir mejor.
Las mantas pesadas llevan utilizándose durante más de una década en el ámbito terapéutico para tratar trastornos como el autismo. Aunque el uso de mantas pesadas no aumentaba la duración del sueño en estos niños, sí dormían más tranquilos.
Un estudio reciente del Departamento de Neurociencia del Instituto Karolinska de Estocolmo concluye que puede ser una ayuda en el tratamiento de patologías psiquiátricas como la depresión, el trastorno bipolar o la ansiedad.
pros y contras de las mantas pesadas
Cada vez hay mayor evidencia científica sobre los beneficios del uso de este tipo de mantas, aunque obviamente no a todo el mundo les funciona.
Hay quien se agobia con la sensación de pesadez, se acalora o incluso siente claustrofobia, aunque lo aconsejable es darse un tiempo para acostumbrarse. En todo caso, para que funcione tienes que sentirte bien usándola y debe relajarte. Cabe decir que las mantas pesadas no tienen ninguna contraindicación. Así pues, es cuestión de probar.