El ejercicio más fácil y beneficioso que puedes practicar en vacaciones: activa la circulación y libera endorfinas

¿Buscando un ejercicio sencillo con el que mantener tu cuerpo activo estas vacaciones? Esta opción es divertida, relajante, fácil de hacer y activa la circulación de tu sangre. Perfecta para mantenerte en forma este verano.

Celia Perez León
Celia Pérez León

Redactora especializada en salud y nutrición

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pasear orilla

Caminar por la orilla de la playa nos ofrece un ejercicio de bajo impacto, excelente para las articulaciones, el desarrollo de la musculatura y la circulación. 

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Cuando el calor aprieta, mantenernos en forma se convierte en un reto aún más exigente. Se recortan las horas en las que podemos hacer ejercicio al aire libre sin exponernos al sol abrasador y las altas temperaturas, y el cansancio que provoca el estrés térmico hace que suponga un doble reto ponerse en marcha.

Por suerte, hay algunos ejercicios especialmente veraniegos que no solo te ayudarán a seguir manteniéndote en forma estos meses de calor, sino que pueden ser incluso más beneficiosos que aquellos que practicabas antes. Es el caso del ejercicio que te recomendamos hoy, que activa tu circulación, libera endorfinas y es genial para las articulaciones. ¿Quieres saber en qué consiste?

El mejor ejercicio para el verano

El calor no es un buen aliado del ejercicio físico. Si te gusta dedicar las tardes a pasear para mantenerte activa o hacías algún tipo de deporte al aire libre, sabes de qué estamos hablando. Y cuanto más suben las temperaturas, más urgente se hace adaptar las rutinas deportivas que seguimos durante el resto del año a los meses de calor.

Por suerte, no todo está perdido. El verano, y las vacaciones en lugares pintorescos, nos ofrecen grandes alternativas para ponernos en forma y cuidar del cuerpo mientras las altas temperaturas atacan.

Es el caso del ejercicio que te recomendamos hoy, que no es otro que caminar por la orilla del mar. Con los dedos tocando el agua, al ritmo que mejor se adapte a tu estado físico y durante al menos treinta minutos. Sus efectos son muy beneficiosos, y tan solo debes tener algunas precauciones.

Consejos para hacer una caminata por la playa de forma segura

Caminar por la playa es uno de esos ejercicios que no solemos poder hacer en los meses de invierno, bien porque vivamos lejos del mar, bien por las altas temperaturas, y que en verano puede convertirse en nuestro mejor aliado para mantenernos en forma. Solo debes tener en cuenta algunas precauciones:

  • Es mejor hacerlo a primera hora de la mañana. Además de evitar las temperaturas más altas y garantizarte una menor exposición a los rayos UVA, la playa suele estar menos concurrida y podrás disfrutar de un entorno más relajante y agradable.
  • Terreno plano. A la hora de planificar tu caminata, busca tramos de playa donde la arena sea más firme y plana, en especial cerca de la orilla, donde el agua la compacta. Esto reducirá el riesgo de torceduras. Recuerda, además, que es importante caminar con los pies tocando el agua para conseguir todos sus beneficios.
  • Caminar descalza. Caminar descalza puede fortalecer los músculos de los pies y mejorar tu postura. Pero si la playa que tienes disponibles tiene rocas u otros objetos afilados que puedan hacerte daño, opta por usar unas sandalias o zapatos acuáticos para tu caminata.
  • Protección solar. Incluso aunque elijas las primas horas del día, es importante que te apliques protector solar resistente al agua para proteger tu piel de los rayos del sol. No olvides áreas claves, como el cuello, las orejas o los pies.

Beneficios de caminar en la playa

¿Lo tienes todo? Entonces es hora de ponernos en marcha y disfrutar de una buena caminata junto a la orilla del mar. Este ejercicio nos proporciona muchos beneficios, tanto físicos como emocionales, entre los que destacan los siguientes:

Mejora la circulación sanguínea

Si sigues nuestros consejos y caminas con los pies tocando el agua, la resistencia del mar y el masaje natural que proporciona la arena hará que tu circulación sanguínea se active en las piernas.

Esto es especialmente beneficioso para el retorno venoso y la prevención de problemas circulatorios que, además, suelen empeorar considerablemente en los meses de calor.

Liberación de endorfirnas

La actividad física moderada, como caminar, desencadena inevitablemente la liberación de endorfinas. Estos neurotransmisores actúan como analgésicos naturales, mejorando el estado de ánimo.

A esto debemos sumarle el contacto con el sonido rítmico de las olas y la brisa marina, que tienen un efecto calmante en el cerebro. Gracias a ello, esta caminata puede resultar muy eficaz para reducir los niveles de cortisol, la famosa hormona del estrés.

Además, la exposición a entornos naturales está asociado a una disminución de síntomas de ansiedad y depresión, como prueba un estudio realizado por la Universidad de Stanford en 2015.

Músculos y articulaciones

Caminar por la arena, con la leve resistencia del agua, requiere de un mayor esfuerzo de parte de los músculos de las piernas y del núcleo. Esto ayuda a fortalecerlos y tonificarlas.

Además, esa leve resistencia del agua que conseguimos al caminar por la orilla ayuda a trabajar las articulaciones con un nivel bajo de impacto.

Equilibrio y coordinación

Dado que la superficie de la orilla de la playa es inestable a causa de la arena, esta caminata obliga a trabajar a los músculos estabilizadores del cuerpo, mejorando así el equilibrio y la coordinación.

Esto es especialmente interesante para personas de más de 50 años o aquellas que estén rehabilitándose tras una lesión muscular.

Estimulación sensorial

La caminata descalza por la orilla de la playa ofrece una estimulación táctil que puede mejorar la propiocepción. Es decir, la percepción del cuerpo en el espacio, algo que es esencial para mejorar las habilidades físicas. Esta estimulación es también muy importante para la salud de los pies.

Además, la arena que toca nuestros pies actúa como exfoliante natural, eliminando las células muertas de la piel y mejorando la salud cutánea.

Incremento de la vitamina D

La exposición al sol durante estas caminatas matutinas puede aumentar los niveles de vitamina D que captamos, algo esencial para la salud ósea, el sistema inmunológico y el bienestar natural. Y es que la vitamina D juega un papel fundamental en la regulación del estado de ánimo y en la prevención de la depresión.