Un estudio revela que no somos más felices los fines de semanas

Una investigación a partir del análisis de miles de personas ha constatado qué la sensación de bienestar y felicidad fluctúa no solo con las estaciones, sino también según el día de la semana o hasta según las horas del día. Y no, no somos igual de felices por la mañana que por la noche, ni el lunes es el peor día.

Pablo Cubí
Pablo Cubí del Amo

Periodista

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Mujer 40 paseando por la playa

Un estudio establece qué horas del día nos proporcionan más bienestar.

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La felicidad y el bienestar no son elementos constantes. Nadie puede ser feliz todo tiempo. Lo que intentamos es encontrar una cierta estabilidad emocional, con momentos de mejor ánimo y otros de algo menos. La esperanza es que no tengamos subidas y bajadas muy bruscas en ese estado y que la mayor parte del tiempo estemos en la parte alta.

Se sabe que estas variaciones de ánimo se producen por diversos factores que nos influyen: factores biológicos, sociales y ambientales. El estado de ánimo cambia según la estación del año y el día de la semana. Ahora un reciente estudio del departamento de Investigación del Comportamiento del University College de Londres ha constatado que estos cambios se dan incluso a lo largo del día.

Para ello han utilizado una base de datos a partir de las entrevistas que se hicieron sobre salud mental a cerca de 50.000 voluntarios durante y después de la pandemia, entre 2020 y 2022.

En qué momento del día eres más feliz

Los datos revelaron un patrón muy definido respecto a las horas del día en que hay más probabilidades de que nos sintamos felices. Esas son las primeras horas de la mañana. Y parece que da igual que seas más nocturno y diurno. El reloj biológico juega a favor de los mañaneros.

El estudio reflejó que las personas analizadas presentaban menos síntomas depresivos y de ansiedad y mayores niveles de satisfacción con la vida. A medida que avanza el día el bienestar disminuye y cuando llega la medianoche ha alcanzado su punto más bajo.

chicas verano lago

La exposición a la luz solar también influye en el estado de ánimo.

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Las explicaciones están en que por la mañana segregamos más cortisol (la hormona del estrés) para activarnos, lo que ayuda a estar más alerta. También hay más disponibilidad de serotonina y dopamina, dos de los neurotransmisores asociados a la felicidad y motivación.

La exposición a la luz solar también influye en el estado de ánimo. Mientras que el cansancio acumulado y la fatiga mental y física por la tarde reducen la sensación de bienestar.

Los fines de semana no son tan felices

El estudio del College de Londres no dejó resultados tan claros respecto a los días de la semana, aunque sí supuso algunas sorpresas. Los niveles de felicidad son relativamente estables. No cambian mucho sea un día u otro.

Hay una ligera tendencia estadística a que los lunes y los viernes los niveles de satisfacción sean más altos. Sin embargo, el tópico de que el fin de semana son los días más felices no es cierto. Los investigadores comprobaron que hay mucha variabilidad emocional.

El viernes parece un día lógico para sentirse mejor, al tener delante todo el fin de semana. Y el domingo es al contrario. Baja el ánimo porque se anticipa el fin del descanso. Otros datos tienen explicaciones menos claras: el lunes y el martes había niveles más altos de bienestar que el miércoles.

Los investigadores destacan sobre todo que las personas que tienen una semana con sus rutinas y un sentido de propósito laboral o de aficiones tienden a tener más estabilidad emocional. Es una estructura predecible que les permite que haya pocas variaciones sea cual sea el día de la semana.

Las variaciones estacionales influyen mucho

El estudio ha permitido confirmar aspectos que sí estaban bien estudiados y establecidos. Las estaciones tienen una gran influencia en el ánimo. Los meses de verano son los de mayor bienestar mental. Hay menos síntomas de depresión y ansiedad.

En invierno ocurre lo contrario. Y las explicaciones son obvias:

  • Ya hemos dicho que la luz del sol influye en el estado de ánimo, los días de mayor oscuridad es cuando menos opciones tenemos de aprovechar esas horas, que suelen pillarnos trabajando. La luz natural juega un papel clave en la producción de serotonina y en invierno hay un descenso significativo de esta hormona.
  • Falta de actividad física. El ejercicio influye en el bienestar. Con frío esta actividad al aire libre disminuye, lo que también repercute en la salud física y mental.
  • Reducción de la vida social. Las relaciones con los demás son fundamentales en la sensación de felicidad. Es habitual que haya más actividad en verano y que nos aislemos más en invierno.

Los investigadores del College, que han expuesto sus resultados en la prestigiosa revista científica British Medical Journal , concluyen que “la salud mental y el bienestar tienen a ser más bajos sobre la medianoche, a mitad de semana y en invierno, lo que debería tenerse en cuenta para planificar servicios de salud”.