Dormir bien es sinónimo de calidad de vida, pero no siempre es fácil conseguir descansar adecuadamente. El insomnio es un problema cada vez más extendido en el mundo moderno. Las razones son varias. El consumo de estimulantes, como la cafeína, es cada vez más frecuente, las pantallas alteran nuestro ciclo de sueño y el costumbrismo por un ritmo de vida estresado tampoco ayuda a que el descanso sea reparador. ¿Sabías que dormir poco puede afectar considerablemente a tu capacidad para tomar decisiones y resolver problemas?
Según un estudio realizado por el neurocientífico británico Adrian Owen, cuando no dormimos lo suficiente, nuestro cerebro no rinde al completo. Seguro que ya lo habrás notado algún día que otro. Por eso, si sientes que tienes problemas recurrentes para dormir o notas que vives agotado, el cardiólogo Aurelio Rojas nos comparte los tres errores más comunes cometemos antes de dormir y cómo corregirlos para mejorar la calidad de tu descanso.
ERROR 1: HACER EJERCICIO MUY TARDE
"El ejercicio es esencial, pero si lo haces muy tarde, tu cuerpo se activa en lugar de descansar. ¡No hagas ejercicio intenso después de las 8 p.m.!", advierte el cardiólogo. Por otro lado, varios análisis confirman que si el ejercicio acaba antes de las dos horas previas al momento de acostarse, este te ayuda a dormirte más rápido y aumenta la duración del sueño.
Es decir, si el ejercicio es intenso, pero se hace temprano por la tarde, conseguirás conciliar el sueño antes. Sobre todo si tienes un estilo de vida sedentario, notarás una gran diferencia a la hora de dormir. Por ejemplo, el ejercicio intenso de 30 a 60 minutos, en general, ya basta para mejorar el sueño. Un estudio de la Universidad Concordia, en Montreal, asegura que el ejercicio que consigue mejores resultados en cuanto al descanso posterior es el ciclismo.
ERROR 2: POSPONER LA ALARMA
"Posponer la alarma solo desajusta tu reloj biológico y hormonal", declara el Dr. Rojas. Lo ideal es ponerse la alarma cuando realmente te tengas que levantar y asegúrate que al menos sean 7-8 horas mínimo.
Cuando una alarma te interrumpe el sueño aumenta la presión sanguínea y se acelera la frecuencia cardiaca por un estallido del sistema nervioso simpático. "Ninguna otra especie tiene la costumbre antinatural de terminar el sueño de forma tan prematura y artificial", explica el neurocinetífico Matthew Walker. Pero lo que es peor aún es el botón de repetición. Porque, si escuchar la alarma una sola vez ya sobresalta el corazón, imagina que esto se repita varias veces en un corto periodo de tiempo.
ERROR 3: COMER TARDE
"Si comes demasiado o muy cerca de la hora de dormir, tu intestino sigue trabajando en lugar de descansar, afectando a tu sueño", advierte el cardiólogo. Evita comer al menos dos horas antes de acostarte. Digerir alimentos eleva la temperatura corporal y eso retrasa el inicio del sueño. Y es que la disminución térmica es lo que nos ayuda a descansar.
Mientras estamos durmiendo, nuestro sistema digestivo trabaja más lento y la digestión se hace mucho más pesada. Además, los jugos gástricos tienden a subir al esófago. Ten en cuenta a la hora de planificar el menú que es preferible que te decantes por las cenas ligeras, para que el estómago y el intestino trabaje sin tener que sobrecargarse. Por ejemplo, pescado a la plancha, tortilla a la francesa, cremas o sopas... Son algunas de las preparaciones más adecuadas para la cena. Tu cuerpo lo agradecerá.
"Te recomiendo utilizar frutas a última hora como el kiwi o el plátano ricas en vitamina C y triptófano para favorecer la secreción de melatonina y serotonina", aconseja el Dr. Rojas.