Adam Grant, profesor, psicólogo y una de las mentes más brillantes de la Universidad de Harvard, analizó cómo desarrollar la confianza en uno mismo. Se sabe que la autoconfianza es clave para enfrentar la vida con éxito. Sin actitud segura y resiliente, las adversidades nos superan. No se trata solo de evitar derrumbarse ante los contratiempos, sino de aprovechar las oportunidades que nos llevan más allá de nuestra zona de confort.
Quienes se atreven a explorar lo desconocido tienen muchas más posibilidades de alcanzar el éxito y disfrutar de una vida más plena y feliz. Por ende, Adam Grant realizó sus investigaciones con un grupo que históricamente se ha enfrentado a muchas barreras: las mujeres. Su trabajo demuestra que, aunque factores como la genética y la educación influyen considerablemente, existen formas de fortalecer nuestra seguridad personal, incluso en situaciones adversas.
EL EJEMPLO DE LAS MUJERES
"Tuve suerte" o "estaba en el momento adecuado" son algunas de las frases que las mujeres dicen al realizar logros profesionales. Al profesor Adam Grant le sorprendió la manera que las mujeres tienden a mostrar una falta de confianza en sí mismas, atribuyendo sus éxitos a factores externos.
Al contario de los hombres, quienes rara vez minimizan su propio mérito. De hecho, la periodista de la BBC Katty Kay le confesó que compañeras suyas llegaron a rechazar oportunidades laborales importantes, argumentando que no estaban preparadas para asumir un ascenso. Curiosamente, este tipo de inseguridades se observan principalmente en el ámbito profesional, no tanto en el personal o familiar.
Evidencia científica
Un estudio realizado por la Universidad de Columbia reveló que los hombres tienden a sobreestimar sus capacidades en un 30%, mientras que muchas mujeres subestiman su propia competencia, considerándose menos capaces de lo que en realidad son.
La raíz del problema parecía ser una falta de confianza, entendida como la capacidad de transformar pensamientos en acciones. Una de las razones detrás de esta inseguridad es que las mujeres suelen percibir mayores riesgos al actuar, especialmente por el miedo al fracaso. Este temor se ve alimentado por comentarios sociales despectivos, como “mujer tenía que ser” o “¿ves cómo no son iguales?”, que refuerzan estereotipos negativos.
Por contra, Grant decidió estudiar a aquellas mujeres que habían logrado superar estas barreras y destacarse por su alta autoconfianza, rompiendo con las tendencias estadísticas.
5 HÁBITOS QUE COMPARTEN LAS MUJERES CON AUTOESTIMA
Adam Grant se ha enfocado en entender qué distingue a las mujeres con alta autoestima y seguridad en sí mismas, con las que no. En su análisis, ha identificado cinco características esenciales que no solo son válidas para ellas, sino que pueden aplicarse a cualquier persona que busque fortalecer su confianza:
- Superar los errores rápidamente. Muchas personas con baja autoestima, incluidas muchas mujeres, tienden a quedarse atrapadas en sus fallos. Grant insiste en que es fundamental aceptar los errores como parte del proceso, aprender de ellos y luego dejarlos atrás. Prepararse para fallar sin que esto detenga el avance es clave. Aunque los errores puedan ralentizar el progreso, no deben paralizarlo; lo importante es seguir adelante.
- Tener un objetivo claro. Las mujeres seguras marcan sus propias metas. Mantienen su enfoque en ese propósito, resistiendo las críticas externas y las dudas internas. Su determinación les permite avanzar sin rendirse ante los obstáculos.
- Salir de la zona de confort. El miedo a lo desconocido puede llevar a muchas personas a quedarse en un entorno familiar, incluso cuando ya no encuentran bien en él. Grant recuerda el libro ¿Quién se ha llevado mi queso?: "si no te atreves a explorar nuevas posibilidades, te quedarás atrapado en lo mismo". Solo enfrentando la incertidumbre se puede progresar hacia algo mejor.
- Rodearse de personas constructivas. El entorno cercano de las mujeres con autoestima está formado por personas que les aportan valor: amigos que creen en ellas con comentarios positivos o críticas constructivas. Esto no significa rodearse de aduladores, sino de gente que fomente el crecimiento personal con consejos útiles y apoyo genuino.
- Reconocer sus propios logros. Como hemos mencionado antes, Grant subraya la importancia de valorar los méritos personales, grandes o pequeños. La mayoría de experiencias son triunfos que deben reconocerse como tales. Aprender a darles valor fortalece la autoconfianza.
NO TE COMPARES, COMO LEMA DE LA AUTOESTIMA
El consejo es claro: no te compares con los demás, no te exijas más allá de tus límites y, sobre todo, no te subestimes. Cada persona tiene sus propias bazas y, si las aprovechas, pueden convertirse en tus mayores ventajas para alcanzar el éxito.
Christine Lagarde, exdirectora del Fondo Monetario Internacional y una de las mujeres más influyentes del mundo, decía: "Sé auténtica y no renuncies a las cualidades que te hacen valiosa." Y es que muchas mujeres poseen habilidades excepcionales que, lejos de ser una debilidad, pueden ser una poderosa ventaja en cualquier ámbito profesional o personal.
Además, mientras que algunos comportamientos como la arrogancia o la bravuconería suelen estar asociados con un exceso de testosterona, las mujeres seguras de sí mismas tienden a mostrar una mayor inteligencia emocional. Esta habilidad para gestionar emociones y relaciones es un atributo valioso que puede abrir muchas puertas.
El error, tanto para mujeres como para hombres, está en pensar que deben competir en el mismo terreno que el arquetipo masculino del éxito: figuras autoritarias, ejecutivos agresivos o líderes dictatoriales. Sin embargo, el verdadero poder reside en reconocer las propias fortalezas y jugarlas con inteligencia.
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