Dime qué tipo de amigos tienes y te diré si eres feliz, asegura Harvard

No todas las relaciones son iguales. Una investigación de la Universidad de Harvard resumió los tipos de amigos que hay y cuáles son las que nos proporcionan mayor felicidad.

Pablo Cubí
Pablo Cubí del Amo

Periodista

Actualizado a

AMIGAS EN LA PLAYA

Las relaciones son unos de los pilares sobre los que se sustenta la felicidad. Desde el momento en el que la Universidad de Harvard empezó a analizar los factores que influyen en el bienestar, esa fue una de sus conclusiones más significativas.

Ni relojes, ni coches, ni joyas, son nuestros amigos y familiares más queridos los que nos aportan una sólida riqueza para tener una vida plena, satisfactoria y feliz. Es el titular que deja la conocida investigación que lleva a cabo esta prestigiosa universidad: el Estudio de Desarrollo Adulto de Harvard, un programa que sigue a cientos de voluntarios y sus descendientes desde hace más de 85 años.

Cuando bajamos a la letra pequeña de la investigación, es cuando la cosa se pone más interesante. Los investigadores de Harvard han podido diferenciar también entre los diferentes tipos de relaciones de amistad que se establecen y las ha puntuado. De entrada, hay que decir que todas las amistades son significativas y no hay que dejarlas de lado. Todas aportan. Pero subrayan una especialmente.

Qué tipos de amistades hay

Los científicos de Harvard se han apoyado en un gigante para hacer sus análisis. Ni más ni menos que Aristóteles.  Fue este filósofo griego el que estableció los tres tipos de amistades. El profesor Arthur Brooks, uno de los mayores expertos actuales en comportamiento y felicidad, se basó en esta división para ponerla al día:

  • Amigos útiles. En este grupo estarían los colegas de trabajo con los que nos unen relaciones laborales. Son esas personas a las que podemos aportarles algo y ellos a nosotros para que el trabajo salga adelante. Tenemos unos objetivos comunes.

Esas relaciones nos ayudan a que las horas de trabajo no sean tediosas y aisladas. Nos permiten también ser más eficaces, por ejemplo, para avanzar más rápido o, en la construcción, para colocar una pieza juntos.

  • Amigos con los que disfrutas. Son esas relaciones de ocio, que el único beneficio que obtienes es pasar un buen rato. No hay más interés. Son los amigos que nos caen bien, nos divierten o tenemos aficiones comunes.

Son amistades por el mero placer de tenerlas. Es obvio que nos aportan también elementos positivos y hay que conservarlas.

  • Amigos perfectos. Esta es la categoría más difícil de definir y más fácil de conocer. Si nos basamos en las palabras de Aristóteles, las amistades perfectas “tienen un amor mutuo por algo que no solo los une, sino que eleva su comportamiento a virtud”.

Las relaciones son perfectas cuando nos hacen mejores. No se basan en la utilidad, como las primeras, ni meramente en el placer, como las segundas. Va un punto más allá. Si analizas tu vida, aparecen. Son pocas y muy significativas. A veces es solo una persona.

Las más importantes según Harvard

No es necesario ser un gran detective para deducir que, tal y como señala Brooks, las relaciones que hay que cuidar más son las amistades perfectas. Eso no significa que los otros dos grupos sean innecesarios.

Este profesor de Harvard insiste en que hay que cultivar y mantener todo tipo de amistades. El motivo es que esos otros dos grupos nos ayudan a avanzar en la vida. Nos permiten bienestar en parcelas sociales importantes. Lo que no hacen es darnos seguridad plena. Son amigos que pueden no aguantar una discusión o una crisis.

Como nos unen beneficios mutuos, si no se dan estos beneficios pueden desaparecer. Por ejemplo, si la empresa cierra, o si es un compañero de pádel y dejamos de practicarlo.

Brooks enfatiza que las amistades perfectas son las más importantes porque no dependen de ese beneficio. Son desinteresadas. Nos aportan apoyo emocional, comprensión y sentido de pertenencia. Estas amistades son tan potentes que pueden afectar a nuestra salud física y mental.

Cómo identificar las amistades perfectas

Como menciona Brooks, cada uno será el que identifique esas amistades perfectas. “Puede que no seas capaz de expresarlo con palabras, pero es muy probable que las reconozcas por cómo te hacen sentir estas amistades”, explica.

Si no acabas de tenerlo claro, algunas pistas que te pueden ayudar a identificarlas son:

  • Una conversación honesta. Son personas con las que tienes una conversación abierta. Te hacen sentir cómoda al expresas tus sentimientos más íntimos y no temes que te reproche o que tenga una actitud negativa.
  • Valores compartidos. Puede haber un enlace generacional, un pasado común, unos gustos parecidos, una misma religión que nos hermana. No obstante, es una pista más. No es un factor imprescindible coincidir en todo. De hecho, rara vez se da.
  • Un apoyo incondicional. Como es desinteresada, sabes que puedes contar sea cual sea las circunstancias. No temes que desaparezca.
  • Sentimiento de igualdad. No hay competencia ni envidia por los éxitos del otro. En todo caso, una envidia sana, que siempre se ve matizada por la alegría que suponen sus éxitos. Hay sobre todo amor y respeto.