Dormir es uno de los pilares fundamentales de un estilo de vida saludable. Sin embargo, no le prestamos la atención que deberíamos. A estas alturas ya todos sabemos que no dormir lo suficiente o sin calidad de sueño es el origen de numerosos problemas de salud, tanto física como mental. A rasgos generales, ya existen numerosos estudios que relacionan la falta de sueño con la depresión o con los trastornos de ansiedad.
A pesar de las advertencias, la Sociedad Española del Sueño asegura que más de la mitad de los españoles (un 58%) confiesa dormir mal, y hasta un 13% afirma que no descansa nada. En general, los españoles dormimos una media de 6,8 horas entre semana, siendo entre 7 y 9 horas lo que recomiendan los expertos. Además, 7 de cada 10 personas se despiertan al menos una vez por la noche.
Teniendo en cuenta estos datos, es necesario implementar hábitos que nos ayuden a conciliar el sueño más fácilmente y, por lo tanto, a mejorar nuestra salud y calidad de vida. Aurelio Rojas, cardiólogo y enemigo público del estrés y el azúcar, nos ha dejado claro cuál es el hábito que recomienda implementar en nuestra rutina para descansar mejor y liberar el estrés justo antes de dormir.
EL HÁBITO QUE LOS CARDIÓLOGOS RECOMIENDAN HACER ANTES DE DORMIR
Según Aurelio Rojas, la mejor pastilla para dormir es... ¡Leer! "Las personas que leen justo antes de irse a dormir reducen su estrés en un 68%", asegura el cardiólogo. De hecho, este porcentaje indica que es mucho más efectivo que otros hábitos como hacer ejercicio o escuchar música relajante.
Lo mejor de todo es que no es necesario invertir mucho tiempo en hacerlo. "Tan solo 6 minutos de lectura antes de irte a la cama pueden hacer magia en tu mente", declara el experto. De hecho, muchas personas aseguran que se quedan dormidas rápidamente con tan solo leer un par de páginas. Con tan solo seis minutos tu cuerpo entra en un modo de descanso profundo.
¿Por qué la lectura ayuda a dormir?
“Para conseguir una buena calidad del sueño, se recomienda establecer una serie de hábitos que se repitan diariamente para tratar de condicionar al cuerpo a que inicie todos los procesos hormonales y biológicos que van a inducir el sueño”, explica el doctor en psicología Alejandro Guillén-Riquelme.
Y es que nuestro cuerpo relaciona leer con la relajación y el descanso. “Si cogemos como rutina leer 15 o 20 minutos antes de dormir, nuestro cuerpo va a entender que estamos iniciando nuestro ritual de noche y va a responder con relajación y cansancio”, añade el doctor Guillém-Riquelme.
Para nuestra mente, la lectura es un ejercicio muy beneficioso. Según TherapyChat, nos ayuda a:
- Reducir el estrés.
- Potencia la conectividad entre neuronas. La lectura hace que se activen en zonas neuronales del lenguaje y del pensamiento simbólico.
- Relaja el cuerpo. Cuando leemos solo mantenemos activa la mente. Los músculos, en cambio, se predisponen al descanso.
ESTA ES LA mejor postura para leer en la cama
Lo ideal es leer antes de meterte en la cama. Si pensamos en una postura recomendable, la mejor opción es sentarnos en una silla ergonómica que cuide nuestra postura y, al acabar, meternos en la cama. De hecho, leer de lado o boca abajo fuerza demasiado las cervicales y la espalda.
Pero si de todas formas deseas leer en la cama, puedes tomar precauciones para que la lectura sea lo más correcta y evitemos dolores cervicales o de espalda a futuro.
- Evita de lado o boca abajo. Las posturas que nos obligan a doblar el cuello provoca que carguemos los hombros y las cervicales.
- Si te sientas y apoyas la cabeza en el cabecero de la cama, añade siempre soporte a la cabeza con una almohada. O boca arriba, con un cojín en la nuca y otro bajo las rodillas, para que la espalda esté totalmente apoyada y las piernas se relajen.
- El libro debe estar a unos 35-40 centímetros de nuestros ojos para evitar problemas de vista. Intenta que no sea muy grueso y te canses al cogerlo.
- La luz debe situarse detrás de nuestra cabeza.
- Una base articulada es lo mejor si piensas pasar mucho rato leyendo. Su mecanismo permite regular y adaptar totalmente el respaldo para que puedas mantener una posición ergonómica.