En los últimos años, la esperanza de vida es un dato que no ha hecho más que crecer en todo el mundo. También el de la población española. De hecho, en la actualidad vivimos de media, en torno a 83 años. Lo cual no está nada mal. Ahora bien, todavía es más interesante comprobar cómo ha aumentado la población centenaria en nuestro país. Y es que según el Instituto Nacional de Estadística, en la actualidad, alrededor de 20.000 mujeres y hombres han superado los 99 años de edad.
Bien, pues de todos ellos, unos 2.000 son gallegos, una cantidad significativa, sobre todo, si comparamos la cantidad de habitantes de esta comunidad autónoma con el resto.
Estos datos convierten a Galicia en la "zona azul" española, utilizando el término que Dan Buettner, investigador de National Geographic, creó para referirse a los lugares del planeta con mayor densidad de población centenaria.
Un dato tan envidiable como este, bien merece la pena investigar acerca de su origen. En este sentido, si tiramos del hilo, una de las principales razones que explican la longevidad gallega es la alimentación.
La dieta que alarga la vida
La mayoría de los gallegos siguen lo que se conoce como dieta Atlántica, un patrón alimentario que numerosos estudios asocian con un menor riesgo de mortalidad. Ahora bien, ¿en qué consiste exactamente? En general, esta alimentación es rica en productos frescos y de origen local. Sobre todo, está basado en pescado, lácteos, carne, legumbres, verduras y patatas.
En el marco de esta dieta, en esta ocasión pondremos el foco en una de las verduras con más consumidores en esta región: los grelos.
La superverdura gallega
De enero hasta finales de marzo, los grelos están en su mejor momento. Durante estos meses es habitual disfrutar de esta verdura en platos tan típicos de la gastronomía gallega como el caldo, el pote gallego, el cocido, y cómo no, el lacón con grelos.
Este protagonismo no es algo de ahora, ni siquiera de hace unas décadas Los grelos y su uso en la cocina viene de muy lejos, miles de años. De hecho, es tal su arraigo en estas tierras, que cuentan con la Indicación Geográfica Protegida (GP), una distinción que garantiza su calidad y origen gallego. Y es que, los grelos son unos vegetales únicos, no solo por su sabor y frescura, también por ser una rica fuente de nutrientes y por sus numerosos beneficios para la salud.
Potente antioxidante, y mucho más
Su aspecto es similar al de las espinacas, pero su sabor es muy distinto. Son ligeramente amargos, y su textura es fibrosa. A continuación detallamos su composición nutricional y algunos de sus efectos de los grelos en la salud, en concreto, aquellos que ayudan a sumar años y calidad de vida en quien los consume:
- Alto contenido en antioxidantes. En primer lugar, destaca su aporte en antioxidantes, compuestos que protegen las células del daño causado por los radicales libres, lo que le convierte en un gran aliado para frenar el envejecimiento.
- Aporta pocas calorías. Como no podía se de otra manera, los grelos, igual que todas las verduras, se caracterizan por su bajo contenido en calorías. Por eso, son ideales para formar parte de una dieta de control de peso o para perder unos kilos extra, evitando así el sobrepeso, enemigo de la longevidad.
- Son muy nutritivos. Todo lo contrario a los alimentos con calorías vacías, aquellos que no aportan nada excepto calorías. Los grelos están llenos de vitaminas y minerales. Entre ellas, la vitamina C, vitamina K, vitamina A; y minerales como el calcio o el hierro. También son una valiosa fuente de fibra, lo que es perfecto para prevenir el estreñimiento, y lo que es más importante para el equilibrio de la microbiota intestinal y, en última instancia, para la salud física y mental.
- Cuida del corazón: Gracias a su contenido de fibra, potasio y antioxidantes, los grelos mejoran la salud cardiovascular. Algo decisivo cuando hablamos de una dieta enfocada a cumplir años.
- Promueven la salud ósea: La función principal de la vitamina K está relacionada con la coagulación de la sangre. Ahora bien, también participa en la absorción del calcio, lo que incide directamente en la salud de los huesos, aspecto especialmente importante cuando nos hacemos mayores.
Cómo se cocinan los grelos
Ahora que ya conocemos de primera mano las razones para comer grelos, vivas o no en Galicia, veamos las diferentes maneras de cocinarlo:
- Salteados: Calienta un poco de aceite en una sartén grande a fuego medio-alto. A continuación, añade los grelos lavados y troceados y saltea durante unos 5-7 minutos, o hasta que estén tiernos pero aún crujientes. Si agregas un poco de ajo picado o algún otro condimento le darás un toque único y personal a tu receta.
- Hervidos: Pon agua a hervir, y cuando el agua esté en ebullición, añade los grelos y cocínalos durante unos 10 o 15 minutos, o hasta que estén tiernos pero aún crujientes. Una vez cocidos, escúrrelos y están listos para servir.
- En sopas o guisos: En este caso, se trata simplemente de añadirlos a una de tus recetas. De esta forma, sumarás sabor y salud a tus guisos.
- Al vapor: Coloca una vaporera sobre una olla con agua hirviendo y agrega los grelos lavados y previamente troceados. Tapa la vaporera y cocina durante unos 5-7 minutos, o hasta que estén tiernos. Una vez listos, puedes añadir un poco de sal y aceite de oliva. Ya puedes servirlos.