Antes de saber qué debe contener tu botiquín ten en cuenta algo: puedes usar una caja, un maletín, un estuche o incluso una bolsa, pero asegúrate siempre de que su contenido esté aislado del exterior para que no entre suciedad ni humedad. No conviene que tenga contraseñas ni candados para cerrarlo; ten en cuenta que su acceso debe ser fácil y rápido ante situaciones de emergencia. Por eso mismo debes guardarlo fuera del alcance de los niños.
Este es el material de primeros auxilios imprescindible.
Material para asegurar la higiene
Es muy útil disponer de unas toallitas y un gel de lavado por fricción son útiles por si en un momento dado no tienes acceso a agua y jabón. Recuerda no utilizarlos directamente sobre las heridas.
Utilizar unos guantes de látex o de nitrilo (en caso de alergia) es una buena forma de evitar que se propaguen las infecciones; úsalos siempre que vayas a realizar una cura. Añade también unas mascarillas para prevenir contagios.
Qué necesitas para las curas
No te pueden faltar tiritas de diferentes tamaños y gasas estériles, esparadrapo, suero fisiológico (para limpiar heridas y retirar motas de polvo de los ojos), desinfectantes cutáneos (como povidona yodada o clorhexidina), agua oxigenada y alcohol.
No estaría de más que tuvieras unas vendas elásticas (para inmovilizar) y otras hemostáticas (para detener los sangrados), así como unos apósitos para rozaduras y ampollas. También unas pinzas sin dientes para retirar astillas superficiales, tijeras de punta redondeada y un termómetro.
Medicamentos contra el dolor, fiebre o malestar general
Incluye analgésicos y antitérmicos, como el paracetamol, o antiinflamatorios, como el ibuprofeno (si no existe contraindicación médica).
Los parches de gel de enfriamiento son muy útiles para bajar la fiebre rápido; solo tienes que colocarlos directamente sobre la piel caliente (en la frente, por ejemplo). Y si con eso no es suficiente, los puedes utilizar conjuntamente con medicación antipirética. No olvides que cuando la temperatura supera los 39,5º debes acudir a un hospital o a un centro médico.
Una crema antiinflamatoria para aliviar dolores musculares también es conveniente.
Otros fármacos para una emergencia
Te irá bien tener una pomada para las picaduras. Cómprala en forma de crema antihistamínica, ungüento o roll on, lo que te resulte más cómodo. Todas suelen llevar en su composición hidrocortisona, mentol y calamina, sustancias con propiedades antiinflamatorias y analgésicas que alivian los síntomas si te pica un insecto.
Si tienes facilidad para marearte en cualquier tipo de transporte, un antiemético, de venta libre en farmacias, te ayudará. Recuerda que hay que tomarlo antes de iniciar el viaje como prevención, ya que una vez que han aparecido los síntomas, es más difícil controlarlos.
Otros dos medicamentos que es muy útil tener a mano son una pomada para quemaduras, un antihistamínico, para controlar una posible reacción alérgica, y un antidiarreico.
Es fundamental que lo revises cada año y mires las fechas de caducidad de los distintos productos para eliminar y sustituir los que hayan caducado.
Qué necesitas en caso de enfermedad crónica
- Si sueles tener la tensión alta, un tensiómetro o aparato para medir la presión arterial es imprescindible, ya que te dirá si los valores son preocupantes. Cuando son iguales o superiores a 180/120 mmHg, es necesario que te vea un médico cuanto antes.
- Si tienes problemas respiratorios, como asma o insuficiencia respiratoria ya diagnosticada, un pulsioxímetro (un aparato en forma de pinza que se pone en el dedo) te dirá la saturación de oxígeno que tienes en ese momento. Si el valor que aparece en la pantallita es igual o inferior a 90 %, deberás acudir a un hospital de inmediato.