El jengibre es un alimento muy interesante que puede añadirse a muchas rectas diferentes. Pero, quizá, una de las mejores formas de introducirlo en la dieta es por medio de infusiones. Este tipo de preparados a base de jengibre se usan especialmente para calmar dolores de garganta o para aliviar el malestar gastrointestinal, pero no es lo único interesante que pueden ofrecernos.
Esta infusión es muy buena para la circulación, fortalece el sistema inmunológico y tiene propiedades antiinflamatorias, por lo que puede ayudarnos a prevenir ciertas enfermedades, como la hipertensión, o aliviar síntomas de otros padecimientos, como la artritis. Solo queda algo por preguntarnos. ¿Podría ser mejor? Y la respuesta es sí, gracias a estas combinaciones que aportan sabor y beneficios muy diversos.
Infusión de jengibre y limón
Si quieres darle a tu infusión de jengibre un toque cítrico y refrescante, esta es la tuya. Esta combinación es excelente para la digestión, puede aliviar las náuseas y tiene un efecto muy positivo sobre el sistema inmunológico. Las propiedades antioxidantes del limón se combinan con las antiinflamatorias del jengibre para dar como resultado una infusión saludable y refrescante.
Cómo preparar esta infusión:
- Corta unas rodajas finas de jengibre fresco y añádelo en una olla con agua caliente.
- Añade el limón y lleva la mezcla a ebullición.
- Apaga el fuego y deja que repose entre 5 y 10 minutos antes de colar y beber.
- Si prefieres una infusión fría, sirve con hielo y unas rodajas de limón frescas.
Infusión de jengibre y miel
No hay nada más dulce y reconfortante que una infusión de miel y jengibre. Esta mezcla es perfecta para dolores de garganta, aunque también tiene otros muchos beneficios para la salud. La miel aporta a la infusión propiedades antimicrobianas y antiinflamatorias, que se ven reforzadas por las que ya ofrece el jengibre. Si estás pasando por una gripe o un resfriado, te sabrá a agua bendita.
Cómo preparar esta infusión:
- En una olla con agua caliente, añade unas rodajas finas de jengibre.
- Lleva el agua a ebullición, apaga el fuego y deja que repose entre 5 y 10 minutos.
- Cuela el resultado y sírvelo en una taza mientras siga caliente.
- Añade una cucharada de miel y remueve para que se integre en la infusión.
Infusión de jengibre y canela
Si te gustan las infusiones especiadas y ligeramente dulces, esta te aportará una calidez única, a la vez que favorece tu salud gracias a las propiedades de sus ingredientes. Y es que tanto la canela como el jengibre son ampliamente reconocidos por sus propiedades antiinflamatorias y antioxidantes. Juntos, pueden ayudar a regular los niveles de azúcar en sangre y a mejorar la circulación.
Cómo preparar esta infusión:
- En una olla con agua caliente, añade unas ramitas de canela y unas rodajas de jengibre fresco.
- Lleva a ebullición la mezcla, apaga el fuego y deja que repose unos 5 o 10 minutos.
- Cuela el resultado y sírvelo caliente.
- Si lo prefieres, puedes añadir en una tetera con agua caliente una mezcla de jengibre y canela en polvo, aunque el resultado no será igual de intenso que si sigues los pasos anteriores.
Infusión de jengibre y manzana
Esta infusión no solo es muy buena para la salud, sino que además tiene un toque refrescante y frutal que la hace muy especial. Es una mezcla perfecta para la digestión, ya que tanto la manzana como el jengibre tienen fibra, que puede reducir la hinchazón y mejorar la absorción de nutrientes. Perfecto para conseguir un efecto vientre plano.
Cómo preparar esta infusión:
- Corta una manzana en trozos y una raíz de jengibre en rodajas finas.
- Añade ambos ingredientes en una olla con agua y llévala a ebullición.
- Apaga el fuego y deja que la mezcla repose unos 5 o 10 minutos.
- Cuela el resultado y sírvelo en una taza mientras siga caliente.
- También puedes servir esta infusión fría dejando que se refrigere en el frigorífico o sirviéndola con hielo.
Infusión de jengibre y naranja
Esta variante de la infusión aporta matices cítricos y vibrantes que son perfectos para una taza caliente y reconfortante, o un vaso frío y refrescante. Tú decides. Sea como sea, lo que te aportará esta mezcla es una bomba de antioxidantes, entre los que destaca la vitamina C, que favorecerán a tu sistema inmunológico y te evitará gripes y resfriados.
Cómo preparar esta infusión:
- En una olla con agua caliente, añade algunas rodajas de jengibre fresco y la cáscara de una naranja.
- Lleva la mezcla a ebullición, apaga el fuego y deja que repose unos 10 minutos.
- Cuela el resultado y sírvelo en una taza mientras siga caliente.
- Si prefieres una infusión fría, sirve en un vaso con bastante hielo o deja que se enfríe en el frigorífico antes de tomarla.
Infusión de jengibre y té verde
Esta mezcla tiene un sabor muy particular que encantará especialmente a las amantes del té. Gracias a añadir este ingrediente a la infusión, conseguimos una combinación rica en antioxidantes, que además puede acelerar el metabolismo levemente, mejorando a la vez la salud del corazón, combatiendo la inflamación del organismo y favoreciendo la pérdida de peso.
Cómo preparar esta infusión:
- Prepara una tetera con agua caliente y añade unas bolsas de té verde en su interior.
- Con el agua muy caliente, añade también unas rodajas de jengibre, y deja que repose entre 10 y 15 minutos.
- Sirve mientras la mezcla siga caliente y disfruta de sus beneficios.