Manuel Viso, médico divulgador: "La ropa nueva es un auténtico banquete de bacterias, hongos, ácaros y sarna"

No creas que solo es necesario lavar la ropa interior nueva antes de estrenarla. Absolutamente toda la ropa que compramos puede poner en riesgo nuestra salud. Una advertencia que el doctor Manuel Viso acompaña de algunos consejos para su mejor limpieza.

Pablo Cubí
Pablo Cubí del Amo

Periodista

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ropa nueva doblada

Aunque la ropa nueva parece limpia, puede tener muchos microorganismos y químicos.

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La palabra nuevo la relacionamos casi siempre con algo impoluto, prístino y sin mancha. A eso hay que sumar que las cosas que compramos nos suelen hacer ilusión y queremos estrenarlas lo antes posible. El resultado es que no paramos mucho en analizar qué ha pasado antes de que el producto llegara a nuestras manos.

Eso es especialmente importante en lo que se refiere a la ropa. A primera vista, parece limpia: no tiene manchas, huele bien y está perfectamente doblada y colgada.

Sin embargo, diversos estudios científicos y expertos en dermatología y toxicología demuestran que podrían acarrear riesgos para la salud. Nos lo ha advertido el doctor Manuel Viso, especialista en Hematología y un excelente divulgador.

La ropa viene cargada de químicos

“Las camisas sin arrugas o los jeans con colores intensos no es magia, es química. Y el problema es que tu piel también lo nota”, ha recordado el doctor Viso en un vídeo en sus redes sociales.

La industria textil utiliza una gran cantidad de esos productos químicos durante la fabricación, teñido, acabado y transporte de las prendas. Muchos de estos compuestos no se eliminan por completo y permanecen en el tejido.

Uno de los estudios más relevantes fue publicado en Environmental Health Perspectives (2014), donde se investigó la presencia de estos químicos en prendas listas para la venta. El análisis reveló la existencia de sustancias como formaldehído, colorantes azoicos, disolventes, y suavizantes industriales.

El formaldehído es uno de los compuestos más comúnmente detectados. Se utiliza para evitar arrugas durante el transporte. Sin embargo, es una sustancia clasificada como "probablemente carcinógena para los humanos" por la Agencia Internacional para la Investigación sobre el Cáncer. Aunque las cantidades presentes en la ropa suelen ser bajas, el contacto repetido con la piel puede causar irritaciones o reacciones alérgicas.

La ropa no la has tocado solo tú

Otro factor importante es su manipulación. Las prendas pasan por múltiples manos: trabajadores de producción, empaquetadores, transportistas, empleados de tienda y otros compradores que se la prueban o la tocan.

Todo esto puede contaminar la ropa con microorganismos, restos de sudor, cosméticos... “Un auténtico guateque de bacterias, virus, hongos, ácaros, piojos y sarna”, enumera el doctor Viso.

En 2018, un grupo de investigadores de la Universidad de Nueva York analizaron prendas expuestas en tiendas populares y encontraron trazas de bacterias como Staphylococcus aureus, E. coli y Streptococcus, todas ellas potencialmente peligrosas, especialmente si entran en contacto con heridas abiertas o las mucosas de nariz y boca.

Por último, tampoco debes olvidar la facilidad con la que los colorantes se desprenden. No hay más que ver lo que pasa en el primer lavado y el riesgo de teñir otras prendas. Esos mismos colorantes tienen riesgo. “Pueden causar problemas como dermatitis atópica, según la Academia Española de Dermatología”, dice el doctor Viso. Y los colorantes azoicos incluso se señalan como cancerígenos.

Cómo lavar bien la ropa nueva

Por lo tanto, hemos de lavar toda la ropa. No solo la ropa interior y la de los bebés, que son las que solemos tener más presentes. El doctor nos da cinco consejos útiles para lavarla adecuadamente:

  • Debemos respetar las instrucciones que nos pone la prenda de la etiqueta.
  • En aquellas prendas que se permita en la etiqueta es aconsejable lavarlas a temperaturas elevadas. Eliminarás mejor los residuos químicos y microorganismos.
  • Junta y lava la ropa de colores similares para que no exista transferencia de tinte de la ropa nueva a la ropa usada.
  • Dale la vuelta la ropa antes de lavarla para que el detergente pueda acceder a las partes más internas de la misma, generalmente las más sucias y las que contienen más microorganismos.
  • Evita sobrecargar la lavadora para no dañar la ropa y la propia lavadora.

A eso habría que añadir que utilices detergentes si fragancias fuertes ni colorantes, que lo que hacen es añadir química a la química que queremos eliminar.

Estas precauciones también cuentan con la ropa “orgánica” o de fibras naturales. Es cierto que las fibras naturales tienen un proceso de producción menos agresivo, pero también se desinfectan y haber sido probadas por otras personas con poca higiene.