Los especialistas en longevidad no paran de alertarnos de las malas consecuencias que supone la vida estresante en la que nos movemos la mayoría de los habitantes de Occidente, y en especial en las grandes ciudades. Hay una preocupación creciente porque nuevos estudios confirman los daños que en el organismo provoca el estrés crónico.
Son daños que no solo afectan de una manera inmediata al bienestar emocional. Son los efectos a más largo plazo los que se están demostrando especialmente dañinos. Aumenta el riesgo de enfermedades crónicas y, de una manera muy amplia entre la población, acelera el envejecimiento celular.
Ante tanta evidencia, algunos científicos han puesto en marcha programas específicos para poder revertir las consecuencias de este envejecimiento prematuro: el biohacking. Se trata de un programa completo y que incluye un análisis previo de nuestros antecedentes.
Cómo nos afecta el estrés crónico
El biohacking actúa a varios niveles. El motivo es que también el estrés nos ataca de muy diversas formas. Como bien sabes, cuando nos estresamos se activan una serie de hormonas. La adrenalina puede ser la más conocida, pero no la más perjudicial. La hormona propiamente del estrés es el cortisol.
La presencia de cortisol activa mecanismos de alerta, de atención, de tensión muscular. Todo muy útil en una situación de peligro puntual. Cuando sigue en el cuerpo día tras día y durante horas, es cuando nos daña. Las investigaciones enumeran todos estos impactos en la salud del estrés crónico:
- Daña las defensas. Inhibe el sistema inmune y facilita la aparición de más enfermedades e infecciones, que a su vez pueden deterior nuestro cuerpo.
- Osteoporosis y debilitamiento muscular. Incentiva estos dos tipos de patologías que se incrementan con la edad.
- Aumenta la presión arterial. Un significativo factor de riesgo de enfermedades cardiovasculares. Además dificulta el que podamos hacer una vida más activa y saludable.
- Afecta la producción de colágeno y elastina. Dos proteínas de las células dérmicas fundamentales para que la piel se mantenga firme y con aspecto joven. El aumento de canas también se relaciona con más estrés.
- Envejece las células. El cortisol afecta los telómeros. Se trata de un elemento fundamental del ADN de la célula. Los acorta. Las investigaciones han demostrado que unos telómeros más cortos implican unas células más envejecidas.
En qué consiste el biohacking
El resultado de todos estos efectos es un envejecimiento prematuro tanto de aspecto como de salud, además de un mayor riesgo de ictus, infartos, diabetes, entre otras enfermedades.
Frente a esto, la propuesta del biohacking es un programa completo de intervención científica. La propuesta ya te advertimos que no está al alcance de todos los bolsillos. Son pruebas que se hacen solo en clínicas privadas. Los dos métodos que pueden ser más útiles y que sí están al alcance de todos son:
- Técnicas de gestión del estrés. Para evitar que nos haga más daño, lo primero es frenar la causa. Un mejor autocontrol, practicando técnicas de respiración consciente, por ejemplo, ayudará a lidiar con los momentos de tensión. También hemos de aprender a relativizar. Si no estás en una guerra, nada justifica un grado de tensión constante.
- Hábitos de vida saludables. Los especialistas no inventan la sopa de ajo. Simplemente recuerdan que una dieta sana, variada y de productos frescos, acompañada de ejercicio regular, son una base fundamental para retrasar el envejecimiento. Al menos, para no acelerarlo. Y recuerda que el ejercicio puede ser caminar. Los estudios no exigen machacarse en el gimnasio o jugar un partido de fútbol cada semana. Es lo contrario. Desaconsejan deportes muy intensos un solo día. Es mejor un paseo diario de veinte minutos a buen ritmo.
Las pruebas más específicas
Estos cambios de hábitos, combinados con un seguimiento adecuado y asesoramiento médico, puede ayudar a reducir los efectos del estrés crónico. Si estás en disposición de invertir dinero y tiempo en tu puesta a punto, estos son los otros cuatro puntos clave en los que intervienen el biohacking.
- Análisis genético. Permitirá saber con exactitud la edad biológica de tus células y los riesgos genéticos que puedes tener. Con toda la información, el médico puede personalizar tu plan de prevención. Qué aspectos de tu vida cuidar más para evitar esos riesgos.
- Suplementos celulares. Podemos nutrir y reforzar nuestras células. Los especialistas proponen un programa de vitaminas, minerales y nutrientes antioxidantes. Se administran por vía intravenosa para asegurar que la dosis adecuada llega al torrente sanguíneo y a las células.
- Suplementos nutricionales. Con estos suplementos no se tiene la misma garantía de absorción, pero tampoco van destinados a nutrir el cuerpo propiamente. Se trata de suplementos nootrópicos. Son sustancias que actúan directamente sobre el sistema nervioso y nos permiten focalizar mejor y mejorar las capacidades. También hay suplementos adaptógenos, que son extractos de plantas que ayuda a lidiar con el estrés.
- Terapia celular. Se utilizan células madre para ayudar a reparar el tejido de la piel y los órganos. Esta terapia, según los expertos, mejora el aspecto y la calidad de vida.