Las hemorroides son una enfermedad frecuente y de la que casi nadie habla. Se calcula que el 50% de la población sufrirá hemorroides a lo largo de su vida. El número de personas que la sufre actualmente ronda el 11%, aunque son datos que varían precisamente porque no todos los pacientes expresan abiertamente que la padecen.
Se sufre en secreto, por vergüenza y por considerarse que los problemas del ano son un tema tabú. Precisamente, el problema es convertirlo en estigma, porque se ha de diagnosticar y tratar desde el inicio para que no evolucione a más.
Por ello Daflon ha lanzado una campaña con el lema #NoTeLoCallesYDaElPaso con el fin de que, ante la sospecha de hemorroides, acudamos al médico o al farmacéutico para asesorarnos y encontrar soluciones que actúen en el origen del problema.
Cómo saber si tengo hemorroides
Las hemorroides son grupos de venas hinchadas en el ano y en la parte inferior del recto, similares a las venas varicosas. Se producen por un aumento de presión en esos vasos sanguíneos.
Según donde se produzcan hay de dos tipos:
- Hemorroides externas: se forman en la parte exterior del ano, directamente en la apertura, donde hay más terminaciones nerviosas y por eso puede ser especialmente molestas y dolorosas.
- Hemorroides internas: se forman en el recto y no suelen ser visibles. En ocasiones se hinchan y sobresalen del ano.
Hay hasta cuatro grados, según si no sobresale (grado 1), sobresale al hacer un esfuerzo (grado 2), prolapso que requiere que las empujes hacia dentro (grado 3) y permanentes que requieren cirugía (grado 4).
Los síntomas son diversos y pueden darse en todos los grados. Lo más común es picazón anal, dolor o malestar, enrojecimiento e inflamación en la zona o sangrado al ir al baño.
Cómo se pueden tratar las hemorroides
Al vivirlas como un secreto le estamos haciendo el juego a la enfermedad. Las hemorroides progresan y van a más. Por eso es importante desestigmatizarlas y tratarlas desde el inicio, ante los primeros síntomas.
Hay dos tipos de tratamientos:
- Las cremas. Son un buen complemento, pero tratan el problema desde fuera.
- Los venotónicos orales como Daflon. Son tratamientos orales. Gracias a sus propiedades antiinflamatorias y venoactivas actúan en el origen del problema. Su función es aumentar el tono venoso, incrementando la resistencia de los capilares.
Lea las instrucciones de este medicamento y consulte al farmacéutico o al médico. Consultar el prospecto Daflon.
Cómo se pueden prevenir
Los hábitos de vida también son importantes. Hay factores de riesgo evitables; es decir, sobre los que puedes intervenir para reducir las posibilidades de tener hemorroides o conseguir que los episodios sean menos recurrentes:
- Estreñimiento crónico: incluye en tu dieta más alimentos ricos en fibra y bebe mucho líquido para que las heces sean blandas.
- Los esfuerzos: por ejemplo al ir al baño o levantando objetos pesados. Ejercen una presión mayor de lo necesario sobre los vasos sanguíneos.
- Sedentarismo: el ejercicio regular te ayudará a relajar los músculos y mejora la circulación.
- Malos hábitos de higiene: si esperas para defecar, las heces pueden secarse y ser más difíciles de evacuar.
Sin embargo, no siempre es tan posible evitar la aparición, puesto que también hay factores de riesgo que no podemos controlar, como son la edad, el embarazo o la genética. Desgraciadamente, también son algunos de los principales.
Por eso la incidencia es tan grande. Y por eso es importante que tanto en crisis hemorroidales como en recurrentes no te calles y des el paso a tratar el problema actuando en el origen del problema.
Para más información, consulta www.daflon.es