Una de las muchas ventajas que tienen los estiramientos es la agradable sensación de bienestar que sentimos casi de inmediato. Por no hablar de la ayuda en la reducción de la grasa abdominal, y de la mejora de la salud en general, ya que se oxigenan mejor los tejidos.
Si nos acostumbramos a estirar de manera habitual, los cambios internos que han propiciado ese bienestar momentáneo serán duraderos.
Esto es así porque entre otras reacciones bioquímicas, los estiramientos favorecen el aumento de ciertas proteínas que hay en el interior de las fibras musculares, regenerándolas.
El resultado: se liberan y se descargan las articulaciones, los tendones, las fascias.
En este eBook "Estiramientos en 10 minutos", la entrenadora personal Daniela Pussell, ofrece tres planes distintos de estiramientos. Cada uno de ellos tiene un objetivo concreto e incluye las posturas más eficaces para conseguir ese beneficio. Además, cada plan incluye una sugerencia dietética que se adapta a cada uno.
Elige y pon en práctica el plan que mejor se adecúe a lo que necesitas en ese momento:
Plan 1: Más vitalidad
Si te levantas ya cansada, con esta sencillísima rutina de estiramientos lograrás aumentar tu energía para que puedas cumplir con las actividades diarias.
Plan 2: Sin contracturas
Articulaciones, ligamentos, tendones y músculos se desplazan
juntos al movernos. Estirar de forma habitual nos asegura que esa sincronía entre todos estos tejidos (blandos y rígidos) sea perfecta y no aparezca el dolor.
Plan 3: Rejuvenece tu cuerpo
Quienes hacen ejercicio y estiramientos de forma habitual mantienen un cuerpo flexible toda la vida. Pero si no se hace de ello un hábito, se pierde un 10 % de flexibilidad cada década.
Estira sin riesgos
Recuerda que tan importante es hacer los ejercicios con regularidad, como hacerlos correctamente. Para ello, lo más conveniente es que siguas las indicaciones de un experto, pero también puedes comenzar siguiendo estos consejos básicos:
- En primer lugar, calienta unos tres minutos. Puedes hacerlo caminando o dando unos saltitos en el sitio.
- Ahora, ya puedes estirar, sin hacer rebotes. Lleva el movimiento lo más lejos que puedas, pero no hagas rebotes porque pueden generar dolor y rigidez.
- Mantén la postura unos 30 segundos, y descansa otros diez antes de empezar de nuevo.
- Recuerda respirar lenta y rítmicamente. Mejor por la nariz.
- No los hagas recién comida. Deja pasar 1 hora y 1/2 tras comer.