El único instrumento que tenemos para "pesar" a los bebés intrauterinos es la ecografía, que mide:
- el diámetro de la cabeza
- el perímetro del abdomen
- la longitud del fémur
Se mide con una precisión de décimas de milímetro. A partir de estos parámetros, el aparato estima el peso del bebé.
Pero es un cálculo bastante grosero, sería como estimar el peso de un adulto a partir del tamaño de la gorra, de su talla, combinado con la medida del largo y la cintura del pantalón.
El peso según las semanas de gestación
La evolución del peso del bebé no se reparte por igual mes a mes. Normalmente alcanza:
- 1/2 kg al cumplir 23 semanas.
- 1 kg al cumplir 27-28 semanas.
- 2 kg al cumplir 33 semanas.
- 3 kg al cumplir 37 semanas si es niño y 38 semanas si es niña.
- 3.300 g si es niña y 3.400 g si es niño al cumplir 40 semanas, este suele ser el momento en que la mayoría de los bebés deciden nacer.
Las ecografías de control
Para seguir el peso de un bebé no tiene sentido hacer ecografías todos los días; como mínimo debe transcurrir 2 ó 3 semanas; de otra forma, las diferencias apreciadas serán debidas más a los errores ecográficos que a diferencias reales.
Otro caso sería el seguimiento mediante ecografías Doppler, q no valoran pesos, sino los flujos sangre. Estas pueden hacerse con gran periodicidad, incluso cada día, en bebés de menos de 28 semanas cuando es crucial valorar la ventaja de ganar un día de gestación con respecto a la ventaja de "sacarlo" ya.
Un bebé se llama "pequeño" si se espera un peso al nacer de 2.800 g o menos
Cuando el embarazo es normal se realizan tres ecografías:
- Al cumplir 12 semanas: esta quizá la más importante porque precisa la edad gestacional.
- A las 20 semanas: para valorar la anatomía y los órganos del bebé.
- Entre las 32 y 36 semanas: es la que realmente va dirigida a valorar el adecuado crecimiento del bebé. Si en las consultas prenatales se mide la altura uterina, entonces es más conveniente hacer esta ecografía hacia las 32 semanas, para detectar a tiempo una alteración del crecimiento. Si se realizan e mediciones, entonces se puede retrasar hasta las 35 semanas.
Un bebé se llama "pequeño" si se espera un peso al nacer de 2.800 g o menos. Más exactamente, si su percentil de peso está por debajo del 10.
Pero lo importante es distinguir lo normal de lo patológico: aclarar si se trata de un bebé con bajo peso dentro de los límites de la salud o bien de un caso de crecimiento intrauterino retardado.
Por debajo del percentil 3
En los casos extremos se considera patológico per se, aunque no se encuentre nada más anormal. Son los bebés con un peso extremadamente bajo, por debajo de un percentil 3 (cuando un 97% de los bebés tienen un peso superior), aunque no haya ninguna causa más, se habla de crecimiento intrauterino retardado.
En cambio, los bebés que están entre los percentiles 3 y 10, solo son catalogados como enfermos (crecimiento intrauterino retardado) si además se detecta un insuficiente aporte de sangre, o bien el desarrollo de mecanismos de compensación en la circulación de las grandes arterias del bebé.
Siempre que en la ecografía rutinaria se estima que un bebé pesa poco, es necesario realizar un estudio ecográfico con técnica Doppler.
¿Y si crece demasiado?
Un bebé casi nunca es demasiado grande si todo está bien. Como nadie es demasiado alto si todo está bien. En general ser grande, cuando se habla de bebés, es una cualidad positiva.
Siempre hay que descartar que el mayor peso del bebé no se deba a algún trastorno de salud
Aunque siempre hay que descartar que no se debe a algún trastorno de salud. Así pues, cuando el bebé dentro del útero es muy grande, el médico debe asegurarse de que la causa no sea una diabetes de la madre, que también puede dar lugar a otros problemas aparte del peso.
Por ejemplo, tras el nacimiento, el bebé puede tener un nivel de glucosa en sangre muy bajo, debido a que los mecanismos para reducir la glucosa de la sangre recibida de la madre todavía continúan en activo tras el nacimiento.
En casos más graves de diabetes en la madres, los bebés pueden sufrir malformaciones, pero hoy en día son diagnosticados y tratados a tiempo y estas complicaciones graves son raras.
¿Qué es un bebé macrosómico?
Un bebé se llama macrosómico (macro, "grande"; soma, "cuerpo') si se espera un peso al nacer de 4.000 gramos o más.
Al cumplir 40 semanas de embarazo, 4 kg es el peso correspondiente a un percentil 95 (es decir, el 95 por ciento de los bebés pesan menos y el 5% pesan más).
Otra consecuencia es una mayor incidencia de distocia de hombros en el parto. Esto sucede porque, tras la salida de la cabeza, el resto del cuerpo no sale por sí solo y el médico tiene que realizar ciertas maniobras.
También es cierto que esto se produce con más frecuencia cuando la posición de la madre en el parto es tumbada boca arriba.
Si es grande, ¿el parto puede ser normal?
Cuando un bebé es muy grande, el médico está obligado a descartar alguna patología. Si la hay, habrá que tratarla, y en algunos pocos casos, estará indicado no dejar que el embarazo avance más allá de las 40 semanas.
Si no hay ninguna patología, aunque el bebé sea grande no hay que cambiar el plan para el parto
Pero si esta patología no existe, por grande que sea un bebé, el plan para el parto no debe cambiar con respecto a un bebé de peso medio: no existe motivo para una inducción del parto antes de tiempo ni para hacer una cesárea.
El parto puede progresar de manera natural. Hay partos fluidos con bebés grandes; sí todo es normal, por mucho que sea el peso, no es un factor determinante del tipo de parto.
¿Y cuando tiene un peso bajo?
Si se detecta un crecimiento intrauterino retardado, es necesario hacer un seguimiento mediante ecografía Doppler.
Dependiendo de la severidad puede ser cada dos semanas, cada semana o cada dos días.
Teniendo en cuenta lo que la ecografía Doppler revele y la edad gestacional, un bebé que padece crecimiento intrauterino retardado (no uno que simplemente es pequeño) puede necesitar una cesárea o una inducción antes de que la enfermedad progrese.
En el caso de bebés sanos pero "constitucionalmente" pequeños, el plan para el parto no debe cambiar con respecto a un bebé de peso medio: no existe motivo para una inducción antes de tiempo ni para realizar una cesárea.
Si tu bebé es pequeño sin patología, el parto puede ser completamente normal. Si tu bebé padece crecimiento intrauterino retardado, entonces el parto debe transcurrir en un entorno hospitalario por si precisa ayuda.