Si cuando sales a la calle y te da el sol, te pica algo la nariz y empiezas a estornudar, puede no ser la casualidad ni una reacción a la polución del aire o al polen en el campo. Hay otra causa muchos menos conocida y que se está empezando a estudiar más en detalle, puesto que el número de casos crece.
Se trata del ACHOO, que son las siglas en inglés de síndrome autosómico dominante de irrupción helio-oftálmica compulsiva. Tras este nombre indescifrable hay un trastorno leve pero curioso: la reacción de nuestro cuerpo a luces brillantes.
Qué es y por qué se produce este síndrome
No es exactamente como una alergia. En la alergia se produce una respuesta exagerada de nuestro sistema inmune ante un cuerpo extraño. En este caso, el cuerpo reacciona al pasar de una zona más oscura a una luz brillante. Lo habitual es la del sol.
Esa reacción es picor nasal y, en ocasiones, acompañado de estornudos, que pueden ser continuos durante un buen rato. Como en una alergia, hay grados de afectación. Los motivos físicos detrás de este síndrome aún no están claros:
- Una de las teorías que se barajan es que la persona reacciona ante el contraste por el estímulo intenso. Ponen como ejemplo equivalente aquellos que llegan a estornudar en cuanto ven un plato de comida picante.
- Una segunda teoría culpa a una “interferencia” de nervios. El nervio trigémino, que cruza nuestra cara, se vería estimulado por el nervio óptico y provocaría el acto reflejo de picor y estornudo.
- También se apunta al factor genético. Un estudio del Complejo Hospitalario de Pontevedra mostró que el 40% de los miembros de una familia pueden heredarlo. Otros estudios elevan la posibilidad al 50%.
Qué consecuencias puede tener
Los médicos insisten en que se trata de una patología leve. A veces se queda en un simple picor, sin llegar a estornudar. Y no se han detectado casos en los que los estornudos sean tan excesivos que afecten a la calidad de vida.
Este estornudo, conocido como estornudo fótico, es una simple molestia, similar a la alergia. Aunque hay que reconocer que puede resultar pesado si cada vez que hace buen tiempo te pasas un rato estornudando.
El único riesgo potencial puede ser que te coja conduciendo, al salir de un túnel, por ejemplo. Empezar a estornudar es un riesgo evidente de accidente. La solución obviamente es intentar apartarte lo antes posible hacia la cuneta y parar hasta que te recuperes.
Cómo confirmar el síndrome
Para saber que efectivamente estás ante un caso de síndrome ACHOO lo que te ha de hacer sospechar es la causa-efecto. Es decir, te ocurre cada vez que sufres un contraste de luz fuerte. Y no en otras circunstancias.
Para hacer la confirmación se puede someter a la persona no al sol, sino al rayo de la luz brillante de un foco. En teoría la reacción será la misma que cuando sales a la calle.
No está claro cuántos casos puede haber no detectados, por desconocimiento o porque simplemente no se han hecho pruebas, al no ser un síntoma grave. Pese a que aún se considera un trastorno raro, lo cierto es que las cifras que se barajan son altas. Las estimaciones van de que afecta a entre un 17% y un 35% de la población.
Otras fuentes consideran que afecta especialmente a las personas de origen caucásico y que uno de cada cuatro lo sufre en algún grado.
Qué hacer para evitarlo
No hay un tratamiento médico como tal, puesto que tampoco se considera que sea necesario. Además, no hay consenso sobre el origen.
Las autoridades sanitarias de Estados Unidos recomiendan a sus médicos simplemente que ante este tipo de casos se aconseje a los pacientes llevar gafas de sol y un sombrero o una visera.
El objetivo es que no dé la luz directamente en los ojos ni nos deslumbre.