Tomar medicamentos por cuenta propia, sin el consejo del médico o farmacéutico, tiene sus riesgos, ya que todos los medicamentos tienen efectos secundarios. Pero mezclar medicamentos sin conocer las interacciones entre ellos puede perjudicar muy seriamente la salud, bien porque las consecuencias de esa combinación sean fatales, bien porque uno de ellos frene la acción del otro.
Y es que combinar medicamentos sin pedir consejo al médico es algo que puede tener consecuencias para la salud, y algunas de ellas pueden ser graves. Sin embargo, se estima que este error lo ha cometido una de cada cuatro personas alguna vez.
Cada cierto tiempo, Sanidad lanza alguna alerta para advertir sobre los peligros que conlleva combinar ciertos fármacos, como el tan usado paracetamol y el antibiótico flucloxacilina.
Los dúos de medicamentos más peligrosos
A continuación te detallamos las combinaciones de medicamentos que nunca deberías tomar y sus consecuencias más peligrosas.
Analgésicos con anticoagulantes
Quienes toman anticoagulantes como la warfarina (por problemas cardiacos) deben tener muchísimo cuidado si deciden ingerir un analgésico:
- No deben mezclarla con ácido acetilsalicílico. El objetivo de la warfarina es evitar la formación de coágulos; pero es que el segundo fármaco mencionado también diluye la sangre. Por eso la mezcla de ambos puede desencadenar una hemorragia. Un riesgo parecido –aunque algo menor– se corre con el ibuprofeno.
Mezclar analgésicos y anticoagulantes puede provocar una hemorragia
- El metamizol tampoco es buen compañero. Es otro analgésico común. Tomado solo y en las dosis adecuadas tiene menos efectos secundarios que los ya citados, pero si se mezcla con anticoagulantes un tiempo puede provocar hemorragias digestivas.
El ibuprofeno y sus "enemigos"
Muchas personas prefieren tomar ibuprofeno en lugar de paracetamol porque aseguran que actúa de forma más rápida, pero además de que es preferible no mezclarlo con anticoagulantes, debes saber que también combina mal con:
- Antihipertensivos. Algunos –como el enalapril– actúan reduciendo las sustancias que estrechan los vasos sanguíneos. Así, logran que la sangre fluya más fácilmente… Hasta que se toma ibuprofeno, porque frena ese efecto. La consecuencia es que el paciente no puede controlar su tensión.
- Antidepresivos. Un estudio de la Universidad Nacional de Seúl (Corea del Sur) revela que, juntos, pueden provocar arritmias y aumentar el riesgo de hemorragias dentro del cráneo.
Estatinas con anti-hongos
Los primeros son los medicamentos más recetados para tratar el colesterol. Y los segundos, antifúngicos como el fluconazol, se usan para combatir infecciones por hongos en la vagina, la boca, la garganta...
- Seguramente en el prospecto de las estatinas ya se recomiende no tomarlos juntos. La razón es que pueden dañar el hígado, ya que este órgano tiene que hacer un sobreesfuerzo para eliminarlos.
Relajante muscular y ansiolítico
Cuando se sufre ansiedad o depresión también se suelen padecer contracturas musculares, por eso es probable que se sigan tratamientos con ansiolíticos y, puntualmente, se mezclen con relajantes musculares o con analgésicos opioides (más fuertes que el ibuprofeno).
- Esta suma puede provocar problemas respiratorios.
Antibióticos con anticonceptivos
Un 30% de la población toma antibióticos por cuenta propia, un grave error en cualquier caso. Algunos de amplio espectro (como el ciprofloxacino) reducen la eficacia de los anticonceptivos orales.
Plantas y medicamentos que no casan bien
En el caso de suelas tomar infusiones o suplementos de plantas, debes saber que algunas de ellas no deben combinarse con algunos medicamentos pues tienen efectos negativos sobre nuestra salud.
- Valeriana: deberías evitar por un tiempo esta planta relajante si te han recetado fármacos para tratar la ansiedad como las benzodiacepinas. Su uso combinado potencia la acción del fármaco y da somnolencia, apatía...
- Hierba de San Juan: no deberías tomarla si usas anticonceptivos orales, pues podría provocar sangrado entre reglas. Y tampoco si tomas anticoagulantes, pues reduciría el efecto del fármaco cardiaco.
- Regaliz: No tomes esta planta si tomas corticoides. Su uso combinado puede provocar hipertensión y edema.
Algunas plantas medicinales pueden potenciar 'demasiado' el efecto del fármaco
- Sauce: si tomas heparina (un anticoagulante) olvídate de esta planta pues aumenta el efecto del fármaco y, por tanto, los riesgos.
- Ginkgo biloba: si te han recetado anticoagulantes como la warfarina, no tomes esta planta pues se han dado casos de hemorragias.
3 consejos para evitar problemas al combinar medicamentos
- Acostúmbrate a ir a la misma farmacia siempre. Si ya te conocen y saben qué medicación tomas regularmente, te podrán asesorar sobre el nuevo medicamento que quieres incorporar sin consejo médico. Así te evitas disgustos inesperados.
- Guarda y conserva cada medicamento en su caja y con su prospecto correspondiente. Y léelos siempre con atención. No se trata de que te vuelvas un entendido en terminología farmacéutica, pero sí que sepas detectar lo más importante.
- Habla con tu médico. Cada vez que te dé una nueva receta, explícale lo que ya estás tomando. Él mejor que nadie conoce cómo puede reaccionar tu cuerpo y las interacciones que se pueden dar.