Estás en el tercer trimestre de embarazo y el día del parto cada vez está más cerca. A la emoción y las ganas de ver a tu hijo se suman varios síntomas molestos, desde la hinchazón hasta la acidez estomacal. Tómatelo con calma y descansa lo máximo posible.
La madre en la semana 33 de embarazo
Es posible que en esta etapa del embarazo estés cada vez más cansada y que la presión del feto y el útero hagan que tengas ganas de orinar con más frecuencia. También puede que notes más hinchazón, dolores, acidez estomacal y reflujo.
Descansa siempre que puedas y pide o acepta ayuda cuando te la ofrezcan.
Las fluctuaciones hormonales, el estrés o la deshidratación pueden causarte dolores de cabeza, así que trata de relajarte y beber mucha agua.
Ponerte una compresa fría en la nuca también puede aliviar el dolor (y refrescarte si estás embarazada en verano).
En tus pechos, que cada vez están más grandes, también puedes notar cambios alrededor de esta semana:
- Es probable que notes tus pezones más oscuros, debido a los cambios hormonales. Se cree que esto podría ser un fenómeno evolutivo para ayudar al bebé a encontrarlos para amamantarse nada más nacer.
- También puedes tener pequeñas fugas de un líquido amarillo espeso, el calostro, que será el primer alimento de tu bebé.
El parto puede desencadenarse pronto y es importante que conozcas los signos de alerta de que estás de parto:
- Romper aguas: es uno de los signos más conocidos. Puede tratarse tanto de una fuga pequeña como grande.
- Calambres en la parte inferior de la pelvis, parecidos al dolor menstrual.
- Presión en la pelvis.
- Contracciones cada vez más fuertes, que duran más y suceden de forma más seguida.
Si tienes alguno de estos síntomas o crees que ha comenzado el parto, llama inmediatamente al hospital. Si es antes de las 37 semanas, es posible que tengas un parto prematuro, aunque también hay posibilidades de que se pueda retrasar el parto.
El bebé en la semana 33 de embarazo
Tu bebé mide unos 29 centímetros de largo, de la cabeza a las nalgas, y pesa alrededor de 1,9 kilos. Su tamaño es parecido al de una col china.
Estos son los principales cambios del feto en la semana 33:
- Está practicando la succión y la deglución, unos reflejos que no estarán completamente coordinados hasta aproximadamente el final de las 34 semanas de gestación.
- Los huesos del bebé se están endureciendo.
- Su cerebro sigue desarrollándose.
- Los pulmones están madurando y producen surfactante para ayudarlo a respirar después del nacimiento.
Idealmente, el bebé ya estará colocado boca abajo (en lo que se conoce como posición cefálica), listo para nacer, aunque aún puede tardar unas semanas o esperar hasta el mismo momento del parto para ponerse en esta posición.
Pruebas en la semana 33 de embarazo
Si no te la hicieron la semana pasada, es probable que esta semana te hagan la ecografía del tercer trimestre, que sirve para ver que el bebé se desarrolla correctamente, comprobar su posición y que no hay problemas con la placenta.
Si tienes un embarazo de riesgo o múltiple, puede que te realicen un perfil biofísico (te explicamos en que consiste esta prueba en la semana 30 de embarazo).
Los bebés que nacen en la semana 33 tienen muchas posibilidades de sobrevivir, aunque aún son prematuros y deberán ser atendidos en una unidad de cuidados intensivos neonatales.
Ciertas complicaciones pueden hacer que sea más probable que tengas un parto prematuro, como tener exceso de líquido amniótico. Si estás esperando más de un bebé también tienes más probabilidades de tener un parto prematuro.
Semana 33 de embarazo, ¿cuántos meses son?
La semana 33 del embarazo se sitúa a mitad del octavo mes de gestación y en el tercer trimestre del embarazo, que suele caracterizarse por molestias físicas derivadas del peso cada vez mayor del bebé.