Pedro Vivar: "La falta de coherencia es la mayor causa de infelicidad"

¿Dirías que actúas tal y como piensas? Si no es así, es posible que esta actitud, tarde o temprano, te pase factura. Pedro Vivar desvela cómo aprender a ser coherente para tener una vida plena y feliz.

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Eva Carnero

Periodista especializada en bienestar y nutrición

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Para ser coherente hay que ejercitar la sinceridad con uno mismo.

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Hoy, un acto de rebeldía es algo tan aparentemente simple como decir lo que piensas. Eliminar los filtros que la sociedad ha colocado delante de nuestros ojos es, sin duda, una decisión heroica. Tanto es así, que se cuentan con los dedos de una mano (y nos sobrarían cuatro) el número de personas que son coherentes al 100% con sus pensamientos. 

Sin entrar en los motivos que nos frenan a serlo, expertos en gestión emocional como Pedro Vivar nos animan a pensar por nosotros mismos sin dejarnos influir. Así lo recoge en su último libro, El arte de la coherencia (Lunwerg, 2024), donde desvela las razones para cambiar y señala los numerosos y valiosos beneficios que se obtienen cuando materializamos esta transformación. 

Aprender a ser coherente es encontrar la manera de desarrollar la capacidad que todos tenemos de pensar y vivir de acuerdo con nuestra propias ideas, sin delegar el poder en nadie más que en uno mismo. El problema es que la mayoría de las veces ese poder se queda en su versión potencial, encarnando un valor atrofiado, sin vida, sin crecimiento, estancado.

Pensar, decir y hacer

La clave de la felicidad, para Vivar, reside en la coherencia. Tal y como él mismo apunta, "necesitamos que nuestras creencias, actitudes y conductas estén alineadas, ya que cuando están en desacuerdo, surge lo que el psicólogo social Leon Festinger llamó 'disonancia cognitiva', es decir, un conflicto interno que genera malestar". Lo cual, llevado al extremo, podría catalogarse como infelicidad. 

Con este panorama, la solución que Vivar aprecia en la sociedad es el autoengaño. Y es que, ¿qué puede resultar más fácil que disfrazar la realidad con nuestros propios pensamientos? Es la manera de ajustar nuestra conducta a las circunstancias que nos rodean. Nos pasamos el día buscando la mejor justificación para hacer lo que hacemos. Por ejemplo, nos dicen que fumar un cigarrillo nos resta 10 minutos de vida... Pues, agarramos un cigarrillo alegando con convicción y entusiasmo: "¡Qué demonios, solo se vive una vez".

Estos ajustes que nos ayudan a vivir más cómodos es el camino fácil, y  desemboca en la creación de sesgos cognitivos. Estos son "los que nos empujan a terminarnos un helado que no nos gusta solo porque lo hemos pagado, o a convivir con personas que nos restan porque las conocemos de toda la vida". 

dejar de tener miedo

La tendencia general es vivir inmerso en este autoengaño permanente, cómodo y práctico. Sin embargo, ese no es el camino a la felicidad. Para recorrerlo, antes es necesario revertir esa incoherencia y adoptar una nueva actitud, la sinceridad extrema. Algo, a todas luces, desafiante y tremendamente difícil.

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La coherencia es clave para una vida plena y feliz.

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No es fácil avanzar por este camino sinuoso y pedregoso y la razón principal es el miedo. "El miedo es tan astuto que se esconde dentro de nosotros con formas y sensaciones distintas en cada circunstancia para que no podamos identificarle: la envidia es el miedo a no ser suficiente, la vergüenza es el miedo a ser ridiculizado o a no encajar... En ocasiones, el miedo se disfraza de 'defectos' y 'circunstancias' que nos dan la excusa perfecta para seguir sin enfrentarnos a él", describe Vivar.

espíritu crítico, siempre

Con la coherencia en el punto de mira, la pregunta ahora es ¿cómo alinear el pensamiento y la acción? ¿Existe alguna guía o método que nos allane este angosto sendero? Algunas de las claves de Vivar al respecto giran en torno a la actitud crítica. El experto insta a los lectores de su libro a no darse por satisfecho con lo que se presenta ante nuestros ojos. "Ve qué hay debajo, asimílalo, y llega más hondo todavía. Cuestiona siempre por qué pasa algo en particular, cuáles son los motivos de los diversos autores, quién tiene el control, a quién beneficia tal o cual acto".

Y añade: "Quizá nunca llegues a la auténtica raíz, pero tu búsqueda te acercará a ella. Y operar de este modo te ayudará a transformar tu mente en un instrumento analítico eficaz". Eso así, también advierte que antes es necesario un arduo trabajo previo de conocimiento de uno mismo, examinando tus propios pensamientos y creencias.

¿Qué hay al otro lado?

Ser coherente tiene un precio, o quizá varios, pero el más evidente es la incomodidad, ya que tendrás que ir contracorriente. Sin embargo, Vivar señala cinco convincentes beneficios que compensan esa posición incómoda:

  1. Resiliencia. Al exponerte a situaciones incómodas y desafiantes, desarrollarás una mayor capacidad para enfrentarte y superar las adversidades.
  2. Crecimiento personal. Tendrás que aprender, adquirir nuevas habilidades y superar tus limitaciones.
  3. Aprendizaje. La incomodidad te desafiará a vivir experiencias y situaciones diferentes, lo que ampliará tu mente y te permitirá aprender cosas nuevas. 
  4. Autoconfianza. Cuando superes situaciones incómodas ganarás confianza en tus habilidades y fortalezas. Esto mejorará tu autoestima y te impulsará a buscar nuevos desafíos. 
  5. Adaptabilidad. La vida está llena de situaciones imprevistas y cambios repentinos y constantes. Entrenar la incomodidad, te volverá más flexible y adaptable a las circunstancias cambiantes. Te acabarás acostumbrando a lidiar con la incertidumbre y a encontrar soluciones creativas ante los desafíos.