Aunque muchas enfermedades del corazón dependan en gran medida de la genética, nuestros hábitos de vida pueden modificar estos riesgos. Incluso se calcula que un estilo de vida saludable podría evitar un 80% de los infartos. Algunos de estos hábitos están ya muy extendidos. Otros, sin embargo, se suelen tener menos presentes. Por ejemplo, hacer ejercicio, dormir bien y seguir una dieta cardiosaludable son los principales pilares para cuidar el corazón. Pero el estrés diario a veces no nos permite seguir todas las recomendaciones.
Para ello, lo más práctico es incluir pequeños cambios en nuestra vida diaria que no nos supongan mucho sacrificio y beneficien a nuestro corazón. Si no tienes tiempo de ir al gimnasio, camina hasta el trabajo o coge el transporte más lejos, ahórrate el ascensor, etc. También puedes intentar marcarte una hora de ir a dormir para trabajar una rutina del sueño. Además, es muy útil aprender a disfrutar más de la cocina para comer más platos caseros y consumir menos preparados de supermercado. Por su parte, el cardiólogo Aurelio Rojas compartía sus tres consejos básicos (pero nada típicos) para un corazón saludable en 2025. ¡Veamos cuáles son sus recomendaciones!
1. CONSULTA UN MÉDICO ANTES DE EMPEZAR CON EL EJERCICIO
"Nunca empezaría a hacer ejercicio físico sin asegurarme de que mi corazón está en perfectas condiciones", declara el experto. A pesar de no ser una recomendación arbitraria, ya que es poco común, uno de los riesgos más peligrosos asociados con el ejercicio intenso es la muerte súbita, causa principal de un infarto agudo de miocardio. Esto puede suceder durante un esfuerzo físico importante, ya que las pequeñas placas de ateroma que se acumulan en las arterias pueden romperse, causando una obstrucción repentina del flujo sanguíneo.
El cardiólogo recomienda realizar una evaluación médica preventiva, especialmente si existen factores de riesgo cardiovascular o si tienes antecedentes personales o familiares de enfermedades cardíacas, arritmias o muerte súbita.
2. NO DUERMAS menos de 6 horas por LA noche
Por todos es sabido que dormir menos de seis horas por la noche puede tener consecuencias graves para la salud, especialmente para el corazón. Durante el sueño, el cuerpo activa procesos fundamentales para para el equilibro de nuestro cuerpo, como la liberación de hormonas encargadas de contrarrestar el cortisol, conocida como la hormona del estrés. Cuando no se duerme lo suficiente, los niveles de cortisol permanecen elevados durante más tiempo, generando un estado de estrés crónico en el organismo.
"Este exceso de cortisol puede desencadenar una serie de problemas como hipertensión, infarto, arritmias y otras enfermedades cardiovasculares", asegura el Dr. Rojas.
3. Nunca dejaría de hacer ejercicio de fuerza
El músculo es el órgano endocrino y metabólico más importante de nuestro cuerpo, y su salud está directamente relacionada con nuestro bienestar. Practicar ejercicios de fuerza no solo sirve para aumentar la masa muscular o fortalecer los huesos, sino que favorece a nuestra salud cardiovascular y metabólica. "Este tipo de actividad ayuda a controlar la presión arterial, disminuye los niveles de colesterol y triglicéridos y mejora la sensibilidad a la insulina", asegura el experto. Es la clave para prevenir enfermedades como la diabetes y problemas cardíacos, dos de los más frecuentes en el siglo XXI.
Además, mantener una buena cantidad de masa muscular es importante para acelerar el metabolismo, que ayuda a prevenir el sobrepeso y la obesidad. También contribuye a reducir la grasa visceral, que es aquella que se acumula alrededor de los órganos internos y supone un riesgo para el corazón.
"No importa tu edad ni tu nivel físico, todos podemos beneficiarnos de incluir ejercicios de fuerza adaptados a nuestras necesidades", concluye el cardiólogo. Si eres principiante en ejercicios de fuerza, puedes comenzar poco a poco, como usar pesas ligeras, bandas elásticas o tu propio peso corporal, y a medida que vayas mejorando ir implementando peso y ejercicios. Además de los beneficios físicos, fortalecer los músculos mejora la postura, reduce el riesgo de caídas y aumenta la energía en el día a día.